El día que dio un vuelco a la vida de Manu Molina: "Nada más me palpa, sin ecografía, me lo dijo"
El medio sabe lo que es luchar después de superar un cáncer testicular y ahora disfruta con el Málaga. Un futbolista valiente y positivo que está en uno mejores momentos de forma de su carrera.
El caminar del Málaga en esta Liga Hypermotion está siendo muy sólido y la metamorfosis al juego que le ha impuesto Pellicer ha sorprendido a propios y extraños. No a sus jugadores, que se han adaptado a la nueva filosofía tan bien como al cambio de categoría. Una muestra de ello es Manu Molina. El medio está desplegando un juego de mucho nivel, incluso un fútbol más completo que en Primera RFEF.
El onubense es uno de los líderes del plantel. Un jugador que no solo ensambla el engranaje sobre el terreno de juego, sino que sirve de pegamento de todas las piezas de un vestuario que está más que unido. Un luchador nato que hace unos cuatro años superó un cáncer testicular y que tiene muy claro el objetivo de este equipo, pero no puede remediar soñar. Y es que Manu Molina tiene una maravillosa explicación para ese sueño. "Tengo compañeros en el vestuario que han ido de recogepelotas al Málaga, que han visto a su Málaga, que han llorado, y el poder ponerse la camiseta, defendiendo a una ciudad entera y sabiendo que es su ciudad, el poder soñar con ese playoff o con ese ascenso… el soñar es gratis". Ahora toca pelearlo.
¿Cómo está la situación por allí?
Al final yo creo que se ha activado a tiempo el tema de lo de la alarma, la alerta roja. En Valencia creo que fue todo muy rápido, la gente no tuvo tiempo. Aquí, en las calles no había nadie, todo cerrado, y bueno, como hemos visto en muchos vídeos aquí en Málaga, hay muchas zonas afectadas por el tema de la lluvia, ya que ha habido inundaciones. Comercios a los que les ha entrado agua. Preferimos que sea material que no personas. Gracias a Dios, en Málaga, no ha tocado lo que ha pasado en Valencia, que ha sido una desgracia y ya vemos en las imágenes todavía cómo está aquello. Así que dentro de lo malo, la gente ha podido resguardarse y hacer lo que tiene que hacer, lo que ha dicho la Junta de Andalucía.
No os ha afectado a los entrenamientos, tan solo un día.
El miércoles no entrenamos porque hay que seguir las indicaciones, al final es alerta roja para todo el mundo. Podemos estar entrenando, caer lluvia, te pones a tope de agua y no puedes salir del estadio. La persona que vive allí dentro del estadio, que es la que cuida aquello, nos envió vídeos y estaba inundado. Entonces se hizo bien en no entrenar. Estuvimos en casa tranquilos, con la familia, esperando a que todo pasara. Cuando pasan estas cosas, lo primero, como yo digo, es la persona. Al final el fútbol queda aparte.
Hablando ya de lo deportivo, qué bien está el equipo. Sobre todo la imagen de conjunto que da.
Sí, yo siempre lo he dicho. Creo que desde el año pasado se ha creado un grupo muy bueno y cuando creas el grupo se ve dentro del campo. La gente lo ve. Al final llevamos 13 jornadas y hemos jugado con equipos descendidos, de Primera División, hemos jugado con equipos que han jugado el playoff el año pasado para ascender a Primera División, equipos que llevan mucho tiempo ya en Segunda y el equipo da la cara. Se ha competido, el equipo ha sacado puntos, nunca le ha perdido la cara al partido contra los rivales que hemos jugado, así que anda muy bien. El grupo al final es al 80% el del año pasado, excepto seis jugadores nuevos que han venido, y ya nos conocemos. Y los que han venido están aportando en lo que les toca. Cuando hay un vestuario muy bueno, se ve dentro del campo.
Os habéis adaptado bien a la categoría, pero también al cambio de estilo. Este Málaga no juega como el Málaga de Primera Federación.
Sí, la verdad es que sí. El míster ha cambiado un poquito la tecla del año pasado en Primera RFEF y en Segunda tenemos que demostrar ese desparpajo que tenemos, que hay dentro de la plantilla, porque hay mucho desparpajo, mucha calidad y había que darle libertad. Y el míster lo dijo desde el primer día, que estamos en Segunda División, somos el Málaga, tenemos que tirar para delante y arriesgar. Y yo creo que se está viendo. Cuando vamos para arriba dejamos poca gente atrás, uno para uno, pero el equipo es muy solidario y volvemos rápido. Nos estamos adaptando muy bien. Estamos disfrutando dentro del campo, yo por lo menos disfruto muchísimo y lo hago con mis compañeros. Así que ojalá sigamos así hasta la jornada 42.
A Pellicer se le ha tildado de 'amarrategui', entiéndeme. Y ahora dejar en las transiciones un uno para uno atrás es pasar de un extremo a otro. Ser muy valiente en el campo.
Sí, yo creo que sí. También nos viene bien a nosotros. Al final tenemos esa libertad. Yo creo que al final, cuando un jugador tiene confianza, da igual que te quedes uno contra uno. Se está viendo en cada partido. Los centrales son los que más riesgo le estamos dejando, porque vamos muchos al ataque. Se quedan los dos centrales con un pivote en medio. Sabemos cómo es Segunda División, que arriba hay mucha gente rápida, de calidad y que te pueden matar los partidos en dos jugadas, pero bueno, la verdad es que nos está yendo bien la forma de jugar. Nos gusta ser protagonistas. Además, que el míster lo dice, tenemos que ser protagonistas. Tenemos que quitarle el balón al rival.
Oye, entiéndeme, ¿le molestaba al míster lo de 'amarrategui'?
Qué va, qué va (risas). No creo. El míster yo creo que tiene bastante personalidad como para que le importe lo que le diga la gente de fuera. Al final, conocemos a Pellicer. Yo lo he dicho. Él descendió con el Málaga. Se quedó en una situación muy complicada porque estar en un Málaga en Primera RFEF y tener la obligación, porque el año pasado era la obligación, de ascenderlo... Nosotros íbamos a todos los campos y teníamos que ganar. No nos valía un empate. Eso lo teníamos claro. Y eso es mucha carga atrás, en la espalda. Y nosotros, que veníamos también para asumir ese reto, gente que veníamos de otra categoría, venir a un club como el Málaga, en Primera RFEF, sabíamos que la obligación era ascender.
Lo dicho, un valiente.
La verdad es que hay que ser valiente. Además que él es una persona valiente. Yo sé que le da igual quedarse uno para uno atrás. Es así, lo demuestra cada día en los entrenamientos y yo creo que ha dado con la tecla a la hora de jugar.
¿Cómo es Pellicer en el día a día? ¿Cómo es en los entrenamientos, en el trato personal o en la gestión de grupo?
Para mí lo más primordial que tiene el míster es la gestión de grupo. Es un gestor para mí de diez. Es una persona que te mete dentro del partido, que los mensajes te llegan, que eso es superimportante para un futbolista. Que te lo creas, porque lo que te está diciendo es lo que tienes que hacer dentro del campo. Es una persona muy activa, muy inquieta. Se le ve en el banquillo que es muy inquieto, que no para de dar señales, de moverse, de gritar. Eso es también muy bueno para el futbolista porque al final cuando los futbolistas tienen entrenadores muy calladitos como que se relajan. A mí ese tipo de entrenador me gusta, que te meta, como yo digo, el dedo en el culo. Que te active. Tiene a todo el mundo enchufado. Él lo dice cada vez que sale en rueda de prensa, que tiene a los 25 jugadores enchufados, que todos están teniendo las oportunidades. Está rotando mucho, está entrando todo el mundo y eso significa que confía en todos. Es muy buen gestor de grupo.
La fuerza que estáis teniendo es que vais todos a una. El club, la afición, los jugadores, el entrenador... y no queréis que eso se pierda. Por ejemplo, cosas como la del otro día, esa polémica con Antoñito en el partido se intenta que sea menos.
Sí, está claro. Sabemos cómo es el mundo del fútbol, ¿no? El mundo del fútbol te cambia cada fin de semana, cada día te cambia lo que es tu situación. Pero al final, hablando de Antoñito, es un niño que tiene 17 años, que tiene que disfrutar de lo que es el fútbol. La decisión que tome la tiene que tomar él pero sabemos que es del Málaga, es un futbolista que viste la camiseta del Málaga y la gente piensa que a lo mejor pitándole le va a venir bien al futbolista. Y al final es un futbolista del Málaga que está luchando por sus colores. Es un chico de 17 años que acaba de llegar a la categoría, a Segunda división, y que todavía le queda muchísimo por demostrar. Y lo que él decida, pues va a decidir bien, pero a día de hoy es del Málaga y tenemos que estar con él. Él está tranquilo y yo creo que lo dijo el míster en sala de prensa. Los pitos son cosas… mira, una cosa más que tiene que pasar por su vida. Pero yo creo que va a quedar en una anécdota porque también se vio cuando iba a sacar un córner a la gente aplaudiendo. Al final cuando uno se pone la camiseta del Málaga, por ejemplo yo o Antoñito, quién sea, lo que quiere es ganar.
Seguimos con los nombres propios, Larrubia, Alfonso Herrero, también están bien.
Sí. Alfonso sabemos el portero que es, ya lo demostró el año pasado, lleva ya bastante tiempo también en Segunda y nos está dando muchísimos puntos. Alfonso es un gran portero, está demostrando que para mí, a día de hoy, no hay otro portero en la categoría como él, está parando todo, todo lo que le viene lo para y lo tenemos que aprovechar. Tanto a él como Larrubia. Empezó, bueno, un poco ahí regular. Él lo sabe, que no estuvo bien las primeras jornadas, pero lleva ya dos o tres partidos y creo que está a un nivel de forma muy bueno. Cuando uno se ve que está así, hay que darle balones. David está en ese momento que sabe que cuando va a encarar un uno a uno se va a ir del contrario y lo estamos viendo. Son estados de forma y hay que aprovecharlo.
Y cuando tú escuchas, «Manu Molina es el motor, Manu Molina está en un buen estado de forma», ¿qué piensas?
Sí, la verdad es que, bueno, cuando llegué aquí al Málaga vine de una situación regular en Zaragoza, que salí de allí, llegué aquí el último día, me costó adaptarme y tuve dos pequeñas lesiones el año pasado. Yo nunca había tenido lesiones, pero a partir de diciembre hasta el día de hoy yo creo que estoy muy bien. Me encuentro muy bien en estas primeras 13 jornadas, en Segunda yo creo que me voy encontrando genial. Como te he dicho, la confianza de los jugadores es lo que se refleja dentro del campo. Tengo la confianza tanto del míster como de la plantilla. Es lo que me gusta, demostrar mi fútbol, creo que lo estoy haciendo y encima el equipo va ganando, que al final cuando el equipo gana, como tú dices, resaltan las individualidades. Yo siempre lo he dicho, creo que es mi sexto o mi quinto año en Segunda, para mí me ha sido más fácil jugar que en Primera RFEF. El escuchar las cosas que me dicen o me escriben, gente cercana o gente de Málaga, que llevan aquí mucho tiempo, pues se agradece esas palabras.
Tú asumiste un reto muy, muy importante, bajar una categoría, a Primera RFEF. Si consigues el ascenso está genial, pero los palos son más grandes si no consigues el objetivo.
Claro, al final es un reto muy, muy complicado. Encima creo que eran por lo menos 20 compañeros nuevos y montar una plantilla nueva en una categoría como Primera RFEF, que hacía mucho tiempo que el Málaga no estaba, era un reto muy, muy complicado. Veíamos que a todos los campos a los que íbamos, cuando jugaban contra el Málaga, era como si jugaran contra el Madrid o el Barcelona. Entonces los jugadores se crecían. Al final, los jugadores venían a un estadio como la Rosaleda, con 24.000 personas y dices, este es mi escenario, aquí tengo que lucirme yo. Ascendimos con esos dos goles en 15 minutos, con un jugador menos.
Se va a recordar siempre ese ascenso.
Mi mujer me lo dice, 'yo no me lo imaginaba' ese ascenso perdiendo 2-0 en el campo del Nástic, que el Nástic sabía defender muy bien en su campo y que teníamos que marcar los goles. Era algo imposible de hacer. El grupo, la unión, ascendió ese día. Ascendió por creer hasta el final y lo hicimos. Quedará para la historia y estamos aquí donde mínimo tiene que estar el Málaga. Yo creo que también las cosas se buscan y ser valientes en ese sentido también es importante.
En eso de la valentía, a ti te he escuchado decir, «prefiero que si lo hago mal me piten 25.000 a que me piten 1.500».
Yo eso lo tengo clarísimo. Prefiero jugar en un estadio como la Rosaleda o estadios como al que vamos este fin de semana, que vamos a Zaragoza, de gente que vive el fútbol, de gente que va al campo, que van 20, 25.000 personas y no gente que van 1.500 o 2.000 o 5.000, ¿no? Y que no vive ese ambiente de fútbol. Yo aquí, en Málaga, en Primera RFEF el año pasado vivimos de todo. Y es una pasada. Aquí es ambiente de fútbol. El poder jugar cada 15 días en la Rosaleda con 20.000 personas, eso es el verdadero fútbol. Ver a la gente por las calles, quedar antes con sus hijos, con sus familias, ir al bar, las pipas, las chucherías… Eso para mí no tiene precio y por eso acepté ese reto. Por eso se merece este Málaga cosas importantes. Por eso se merece estar en Primera. Son cosas mayores porque al final sabemos de dónde venimos, porque al final, aunque la gente no crea, venimos de Primera RFEF. Sabemos cuál es el objetivo y yo creo que todo el mundo lo sabe, que son los 50 puntos. Y cuando lleguemos, depende de qué jornada nos dé, pues después hablaremos. Con 20 puntos estamos ahí a dos puntos del playoff, a cinco del segundo.
No es un objetivo, pero esa ilusión del playoff..
No, no, eso nunca se pierde. El soñar es gratis, esa ilusión... Yo creo que a nosotros, fíjate tú, a este grupo, a ilusión no le va a ganar ningún equipo. Jugadores que venían cedidos, jugadores de la casa, que van a verlo su familia, que han ido a ver la Champions... Tengo compañeros en el vestuario que han ido de recogepelotas en el Málaga, que han visto a su Málaga, que han llorado, y el poder ponerse la camiseta, defendiendo a una ciudad entera y sabiendo que es su ciudad, el poder soñar con ese playoff o con ese ascenso… el soñar es gratis. Yo siempre soy muy positivo en la vida porque desde lo que me pasó en Ibiza con mi enfermedad, a raíz de ahí… antes era positivo pero ahora soy incluso más positivo todavía. Yo me acuesto todos los días con poder ascender al Málaga a Primera División. Eso sería ya la bomba. Pero primero el objetivo. Pero ilusión y sueño, todos los días, eso está claro.
Los malos momentos ya quedan atrás, ¿verdad? Y todo aquello con su enfermedad ha quedado atrás.
Fue un susto, imagínate. Me acuerdo perfectamente, estando en el Ibiza. Yo cuando voy a hacer pipí lo hago sentado, porque es una costumbre que tengo. Y noté algo ahí raro cuando lo palpé. Me fui a mi mujer y se lo comenté. Mira, niña, tengo un bulto en un testículo. Me dice, eso será algo de grasa. Fue un viernes, yo jugué el domingo el partido y el lunes tenía cita con el urólogo. Dentro de mí no notaba nada y estaba perfectamente. Y ese lunes fui, me acuerdo perfectamente, era un hombre ya mayor que se iba a jubilar, etc. Y cuando nada más me palpa, sin ecografía, analítica, tú sabes que para estas cosas necesitas una ecografía, una analítica, para ver cómo está tu cuerpo... Él nada más me palpó el testículo, me lo dijo. Dice, tiene muchas posibilidades que sea un tumor testicular. Entonces, en ese momento, mira, ahora mismo se me ponen hasta los pelos de punta. Yo sudando las manos, me levanté… cómo puede ser eso, sin analítica, sin nada. Pues eso fue un lunes y fue todo muy rápido. Gracias a Dios era muy chiquitito, lo cogí a tiempo, no estaba dentro de mi cuerpo. Porque al final, cuando pasan esas cosas, pueden que vengan de otro lado. Y gracias a Dios fue todo muy rápido y a la semana siguiente, creo que fue, me operé rápido. Eso fue un lunes, pues el martes siguiente yo ya estaba en Valencia operándome y quitándomelo. Entonces le di gracias a Dios de que lo cogí a tiempo. Yo sigo con mis revisiones, me han dado una segunda vida. Sabemos que esas enfermedades son muy controladas, que se extirpan bien, que no tienes después problemas con el tiempo. Entonces me tomo la vida diferente cuando vienen cosas malas, tanto dentro de mi familia como a nivel de fútbol. Sí que es verdad que cuando le toca a uno algo malo siempre se queja de lo que le toca. Un mal partido… Y después me pongo a pensar, con todo lo que tú has pasado vas a preocuparte por eso. Entonces, la verdad es que gracias a Dios estoy muy bien, estoy feliz, se me ve, estoy sano, como yo digo, y disfrutando de la vida, disfrutando de lo que es disfrutar con esta camiseta cuando me la pongo todos los días, con 25.000 personas.
Y ya la última, un partido también importante y emotivo, este fin de semana para ti.
Sí, la verdad es que yo cuando salí de Ibiza firmé con mucha ilusión allí en Zaragoza, en un gran club, firmé dos años y la verdad es que tenía una ilusión tremenda cuando firmé allí. Porque sabemos cómo es el club de Zaragoza, un histórico, como el Málaga, de Primera División, que ha ganado títulos. Y el poder disfrutar también de la Romareda al principio era una maravilla. Jugaba bastante y bueno, con el cambio de entrenador ya no jugué bastante. Pero sí, va a ser un partido emotivo porque dentro del equipo tengo amigos que me llevo muy bien con ellos, tanto dentro del club, utilleros, delegados, me llevo muy bien con toda la gente de allí. Entonces va a ser un partido bonito y con ganas de poder disfrutarlo como visitante, que sabemos que en la Romareda va a ser un partido complicado. Domingo a las nueve. artido de Primera División, como yo digo, un Zaragoza-Málaga, así que lo vamos a disfrutar a tope.