Luca Zidane se confiesa como nunca: "Mi madre ha sido siempre la que ha estado ahí"
El portero del Eibar disfruta de su experiencia alejado de los focos. Desde niño ha aprendido a lidiar con la presión y ahora se está haciendo un nombre por sí mismo.
"¿Por qué no iba a ser normal?". Esta reflexión de Luca Zidane (Marsella, 24 años) podría ser la de cualquier jugador joven al que el fútbol y la fama le han cambiado la vida. "Soy una persona muy tranquila y muy casera", cuenta mientras pasea a orillas del mar en la playa de Getxo. Pese a esa humildad, su caso es diferente al del resto de futbolistas desde el día que decidió colocarse bajo los palos de la portería que aguardaba en el jardín de su casa. Desde ese preciso instante, al segundo de los cuatro hijos de Zinedine Zidane se le empezó a mirar con lupa. "Hay quienes piensan que es algo positivo, pero no es así", confiesa. Perseguido por la sombra de su padre, su madre, Véronique, ha sido otro pilar fundamental en su carrera. "Es la que siempre ha estado ahí.".
Liberado de toda la presión que le acompaña desde que con sólo seis años ingresara en la cantera del Real Madrid, Luca ha encontrado su sitio a 48 kilómetros de Bilbao, en Eibar. "Aquí la presión mediática no es como en otros equipos. Necesitaba alejarme del foco", dice mientras recorremos el túnel de vestuarios de Ipurua, ese por el que desfila cada dos semanas. El brillo de sus ojos verdosos corroboran que la decisión de venir a jugar al norte de España no pudo ser más acertada.
Tercer portero con mejor porcentaje de paradas en LaLiga Smartbank (81, 7%), al guardameta del Eibar le ha costado que se le reconozca por ser quien es y no por ser 'el hijo de'. "En el mundo del fútbol quiero que me vean como Luca. Que juzguen los partidos que he hecho hasta ahora. Que no piensen más allá y que no me comparen. Hay gente que habla de mí y no me conoce. Me duele. Dicen lo que ellos piensan y muchas veces son prejuicios. No conocen cómo soy. Es difícil escuchar cosas de gente que te ha visto jugar uno o dos partidos y no saben realmente la persona ni el futbolista que eres".
«Estás ahí por tu padre»
"La cantada de Luca Zidane", "El grave error de Luca Zidane", "La infantil expulsión de Luca Zidane", son sólo algunos de los titulares que ha tenido que soportar a largo de su corta carrera deportiva. "Desde pequeño intento mantenerme al margen de todo eso. De lo que hablen, lo que digan... Estoy más expuesto que otro jugador por el apellido que tengo". Un hecho que, pese a la entereza que muestra, no ha sido ni es fácil de digerir. "Si fuera otro jugador no saldría ni se hablaría tanto. Son cosas que te pueden perjudicar a la hora de que te fiche un equipo".
"Que te digan que lo que consigues es gracias a tu padre... No es fácil gestionarlo"
Portero del EibarConsciente de que los juicios en torno a su figura van a existir siempre, -"intento mantenerme al margen"-, hay un comentario que a Luca le duele por encima del resto. "No ha sido sólo una vez, es algo más repetitivo. Que te digan que lo que consigues es gracias a tu padre... Todo el trabajo que haces cada día para estar donde estás parece que no importa diciendo que estoy donde estoy porque tengo a mi padre detrás que me ayuda. Respeto que la gente opine, pero es complicado. No es fácil gestionarlo".
Pregunta. ¿Has llegado a pensar que los periodistas somos muy pesados al preguntarte siempre por tu padre?
(Risas) Bueno... Entiendo que quieran hablar de mi padre porque ha hecho cosas muy bonitas en el mundo del fútbol. En ciertas cosas estoy muy orgulloso de ser su hijo y de lo que ha conseguido. Sí que es verdad que cuando vienen a hablar conmigo de lo que estoy consiguiendo, de mi carrera, pues que hablen de mi padre... 'puf'. O hablamos de la carrera que ha tenido él o hablamos de lo que soy yo".
El error que le condenó en el Rayo
Alucinado por todo el paisaje que aguarda a sólo 20 km del centro de Bilbao, Luca disfruta con las vistas que regala el mirador de las playas de Sopelana. "No te creas que todos los días hace esta temperatura veraniega, ¿eh?", bromea mientras anota el nombre del mirador en su teléfono móvil. "Aquí no he estado nunca". '¡Puedes traer a tus padres!', le dicen. Se nota que está feliz y que atrás quedaron esos meses donde no sabía qué iba a pasar con su futuro después de terminar contrato con el Rayo Vallecano el pasado verano. "Me pasé todo el mes de agosto entrenándome en Madrid, esperando a ver si salía algo bueno. Al final se dio la oportunidad de venir al Eibar y no lo dudamos. Necesitaba un sitio que me permitiera crecer como jugador y donde encontrara esa regularidad".
Una regularidad que experimentó en su primera temporada en Vallecas, pero que se esfumó de la forma más dolorosa posible: en su debut con los franjirrojos en Primera División. "Es el momento que más jodido me he ido a casa", recuerda. Era agosto de 2021. Primer partido de LaLiga ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán y Luca vio la tarjeta roja a los dieciséis minutos de encuentro. "Después de ese partido pierdo la titularidad y estoy cinco meses sin jugar. Estuve bastante jodido porque no aproveché esa oportunidad de poder jugar 15 o 20 partidos en Primera y asentarme en la portería del Rayo". Tras aquel infortunio se machacó bastante aunque luego comprendió que todo pasa por algo. "De los errores se aprende y eso fue un aprendizaje. Pienso que las cosas están escritas y si pasó es que tenía que pasar".
"A veces te entran dudas, pero siempre confiaba en mí. Sabía que iba a llegar el día que un club y un entrenador iban a darme esa confianza"
Portero del EibarDesde esta temporada, semanalmente se reúne telemáticamente con un coach que le ayuda a mantener la calma en el verde y a no juzgar sus errores. "Trabajar con un coach es algo que llevaba queriendo hacer desde hace tiempo. Antes, cuando era más joven, le deba menos importancia al tema mental. Me está ayudando mucho y cuando estoy en el campo se nota bastante. Es muy importante estar bien física y mentalmente".
El papel de Véronique
Para Luca la familia lo es todo. Sus padres y sus tres hermanos, Enzo, Théo y Elyaz son su gran apoyo. Por su padre, Zinedine, le han preguntado ya bastante, pero no lo han hecho por Véronique, quien en un segundo plano ha sido un pilar fundamental en su desarrollo. "Mi madre ha estado más con nosotros porque mi padre viajaba mucho. Es la que siempre ha estado ahí. Nos ha dado la educación que tenemos, los valores y nos ha empujado a que sigamos con los estudios. Ahora ve que nuestro futuro está en el mundo del fútbol y nos apoya. Para mi tranquilidad su apoyo es muy importante".
"En el colegio y en la cantera del Madrid era Luca Fernández. Mis padres lo hicieron para protegernos"
Portero del EibarDesde pequeños en el foco mediático, los Zidane han buscado siempre la protección de sus hijos. Un ejemplo que lo resume a la perfección es que, tanto en la escuela como en la cantera del Real Madrid, el apellido de Véronique era el que aparecía en primer lugar. "Sí, es verdad que era Luca Fernández. En el colegio y en la cantera del Real Madrid tenía primero el nombre de mi madre para que la gente no pudiera tener prejuicios. Mis padres lo hicieron para protegernos. Fue una buena decisión y si tuvieran que volver a hacerlo lo repetirían, sin duda". Porque en más de una ocasión se le ha juzgado antes de tiempo.
"En algunos vestuarios la gente puede tener prejuicios sobre mí. Cómo puedo ser o si soy alguien agrandado. Cuando pasan dos meses se dan cuenta de cómo soy realmente y te tratan como a un compañero más". 'Ayer estuviste bien, pero hoy tienes que reconocer que te he metido alguna', bromea con él Stoichkov al término del entrenamiento. "Es un buen chico", coinciden todos en la Ciudad Deportiva de Atxabalpe.
Ha encontrado su 'sitio'
"A veces te entran dudas, pero siempre confiaba en mí, en mi trabajo, en mis cualidades... Sabía que iba a llegar el día que un club y un entrenador iban a darme esa confianza, esa continuidad y esa regularidad que necesito". No bajó los brazos y tras pasar por Real Madrid, Racing de Santander y Rayo Vallecano, su momento por fin llegó. "Se podría decir que estoy en el punto más feliz de mi carrera. El año que logramos el ascenso con el Rayo fue muy bonito y la temporada que estuve en el Racing, pese a que no salvamos la categoría, estuve también muy cómodo. Pero aquí estoy muy feliz y más con la renovación hasta 2026". De la mano de Gaizka Garitano se ha convertido en dueño indiscutible de la portería del Eibar y desde la jornada 12 no se ha movido del once.
Líderes en LaLiga SmartBank, el sueño a corto plazo de Luca pasa por ascender a Primera División con el equipo armero. Con el Rayo lo consiguió en la temporada 2020-2021 y pese a que "decía que no iba a emocionarme", aquella tarde de junio no pudo contener las lágrimas cuando llamó por teléfono a los suyos. "Llamé a mi madre y se pusieron mi padre, mis hermanos, mis abuelos... Vivir un ascenso es una sensación única y ojalá este año se pueda volver a repetir". Quiere estar en la élite y quitarse esa espina que aún tiene clavada. " Ya tengo más experiencia y no me volverá a ocurrir lo de Sevilla".
Sus primeros guantes y sus abuelos
Que Luca esté brillando bajo los palos tiene parte de culpa en Enzo, su hermano mayor. "En los partidillos que echábamos en el jardín de casa siempre me tocaba ponerme en la portería. Gracias a él puedo decir que soy portero. Es cierto que a día de hoy me siguen gustando las dos cosas, ser portero y jugar con los pies. En verano cuando estoy con los amigos o cuando estoy en casa a veces me pongo de jugador".
Pese a que por sus venas corre sangre Zidane, no le falta calidad cuando empieza a dar toques con el balón, los suyos siempre aprobaron que quisiera probar suerte bajo los palos. Todavía recuerda con cariño quién le dio sus primeros guantes. "Me los regaló mi abuelo. Él me llevaba a entrenar a Valdebebas cuando era pequeño. Tengo suerte de que los cuatro estén vivos. Están muy orgullosos de mí". En esos paseos hasta la Ciudad Deportiva, Luca ya tenía un referente. "Me gustaba mucho Iker Casillas . La primera vez que lo conocí fue en un entrenamiento en el que fui a ver a mi padre. Lo saludé y recuerdo que estaba muy feliz de poder conocerle".
P. Y a ti, ¿cómo te gustaría que te recordaran en un futuro?
Segundos de silencio. Se lo piensa. "Me gustaría que me recordaran como alguien trabajador, humilde y como un buen portero. Poder marcar mi identidad. Que te recuerden después del fútbol por lo que has hecho es algo bonito y que voy a intentar".
Si tuviera que sentarse a charlar con algún jugador joven que esté pasando por lo mismo que él vivió, tiene claro qué consejo le daría "Que se mantenga al margen de lo que pueda decir la gente. Que confíe en él y en sus cualidades. Que no quiera demostrar más de lo que tiene que demostrar". Zidane ya se lo dijo: "Trabaja y sé ambicioso. Todo llega cuando eres humilde".