José Alberto tumba de un plumazo la ilusión de los equipos de Segunda con la Copa: "Yo no quiero jugar contra un Primera solo un día en El Sardinero"
El técnico del Racing reflexionó sobre la importancia del torneo del KO, considerando lo que desgasta a los futbolistas.
No hay más que tirar de hemeroteca para evidenciar que la Copa del Rey no es el escenario ideal para los equipos de Segunda División. No acostumbrados a jugar dos partidos por semana y dada la extrema igualdad de la competición, los clubes suelen salir con los suplentes y no es de extrañar que caigan a las primeras de cambio contra clubes de inferior categoría. La primera ronda del torneo del KO así lo ha evidenciado, con la eliminación bajo estas condiciones de Levante (4-1 ante el Pontevedra), Málaga (3-2 frente al Estepona), Real Oviedo (en penaltis contra el Ávila), Mirandés (2-1 contra el Sant Andreu), el Córdoba (2-1 ante Olot), el Albacete (2-1 ante el Europa) o el Eibar (1-0 frente a la UD Logroñés).
Tanto cataclismo no puede ser casualidad. Sin embargo, pocos se atreven a pronunciar con claridad que esta competición puede suponer pan para hoy y hambre para mañana y que el modelo actual, aunque así lo parezca, no beneficia a los modestos. Sí a los más humildes porque de repente el Atlético de Madrid, el Sevilla, el Betis o más tarde el Barcelona o el Real Madrid se pueden plantar en sus estadios, generando una gran taquilla y una dosis desmesurada de ilusión. No sienten esa misma sensación los de Segunda, acostumbrados a competir en la élite, pero menos habituados a cargar sus piernas de minutos que les impidan brillar en el campeonato doméstico.
José Alberto, técnico del Racing de Santander, sí consiguió la clasificación para la segunda ronda, aunque no parece hacerle demasiada ilusión. Como otros tantos compañeros, no pronuncia con exactitud las palabras que muchos creen intuir. Pero sí dan para sacar conclusiones y entender en cierta medida lo que se considera desde dentro de un vestuario. Ya antes de jugar contra el Lanzarote reconoció que la Copa del Rey era el segundo plato. Ahora va más allá: "Lo único que pienso es en el partido de mañana. Va a ser un partido muy complicado. Pero la Copa... Mucha gente tiene la ilusión de jugar contra un rival de Primera en El Sardinero. Yo no quiero jugar contra un rival de Primera un día en El Sardinero, yo quiero jugar contra rivales de Primera todos los días en El Sardinero. Y eso es en lo que tenemos que pensar".
A buen entendedor, pocas palabras bastan. José Alberto ha dejado caer que saldrá con los suplentes para la cita ante el Sporting de Gijón, que bien podría ser un futuro duelo en Primera División, vistas las circunstancias. Ya no solo es eso, sino que ha dejado claro que la Copa del Rey no es ni mucho menos su prioridad. El caso es: ¿por qué? El equipo cántabro encabeza la clasificación en Segunda División y no hay mejor inyección de moral que seguir haciéndolo con la contundente ventaja que de momento atesora. Llevar el pensamiento a otros ámbitos, considera el técnico, puede ser más negativo que positivo, cuando el objetivo real es que una visita del Real Madrid sea frecuente y no casual.
Algo de razón tiene y el formato no acompaña. Que no exista el sorteo puro es una clara contraprestación a aquellos modestos no tan modestos a los que jugar contra un grande no les cambia la vida ni les salva la caja. Un equipo de Segunda División de momento ha vivido de verse las caras contra un equipo de Tercera o de Segunda RFEF. Ahora ya evoluciona a un Primera RFEF o uno de su misma categoría. Y a partir de la próxima ronda, ya será un conjunto de LaLiga EA Sports el que se plante en su camino.
Así ocurrirá, salvo milagro insospechado, en dieciseisavos, octavos, cuartos y semifinales. ¿Es viable a día de hoy que un equipo de Segunda elimine hasta en cuatro ocasiones a uno de Primera? No. Bueno, sí, aunque las posibilidades son mínimas y el desgaste tan evidente que algunos entrenadores reflexionan sobre si compensa o no. Para el del Racing, desde luego, no lo parece. Atrás quedaron esos tiempos en los que el Mirandés, en el primer año del nuevo formato, llegó a las semifinales de la competición y no anduvo lejos de plantarse en aquella final protagonizada por Athletic y Real Sociedad. En este fútbol, pensar es el primer camino a la gloria. Y la Copa no siempre está en los planes de los equipos de Segunda...