MIRANDÉS - OVIEDO

Joaquín Panichelli, la sensación de Segunda que devora libros en los desplazamientos: "Si venía a un club para tener minutos, las cosas iban a salir"

El argentino, cedido en el Mirandés por el Alavés, es una de las caras visibles de un equipo que sueña con el ascenso: "Alguna locura haremos, prometemos lo que sea, si hace falta raparse nos rapamos todos".

Panichelli celebra un tanto en Anduva. /INSTAGRAM
Panichelli celebra un tanto en Anduva. INSTAGRAM
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

Son las 18:00 y en una llamada de Zoom se encuentra este plumilla a la espera de Joaquín Panichelli (22 años). El delantero argentino del Mirandés está actualizando la aplicación en su tablet y por eso llega tarde. Algo inusual en él, pues es el primero en llegar a la ciudad deportiva del club a pesar de seguir viviendo en Vitoria (20 minutos de trayecto en coche).

Una vez consigue conectarse y ponerse la cámara, es el periodista quien tiene problemas para escuchar a uno de los máximos ídolos en Miranda de Ebro. Un desastre que se arregla con temple, el mismo que atesora el argentino al otro lado de la pantalla. Panichelli atiende a Relevo desde el piso al que llegó una vez firmó con el Deportivo Alavés allá por enero de 2023. De fondo, un poster con su nombre, una bandera de Argentina, un retrato de Diego Armando Maradona y los susurros de su pareja.

Mientras se ceba el mate, responde con calma y ganas de hablar de fútbol. Su padre, exfutbolista de River, le inculcó el hábito de leer y él no lo quiere perder por nada en el mundo: "Hasta el día de hoy mantengo el hábito todos los días porque sé que a nivel de vocabulario y de pensamiento ayuda mucho. Me gusta mucho la historia también, prefiero sentarme 25 minutos a leer que ver una serie". Aficionado a la novela policiaca y a cazar balones en el área, Pani está demostrando su mejor fútbol en Anduva.

"Estaba convencido de que si venía a un club donde pudiera tener minutos, donde me pudiera mostrar, las cosas iban a terminar saliendo", explica con la convicción de que, de verdad, las cosas están saliendo. Sus 13 goles le otorgan el honor de ser el máximo artillero del equipo y el tercero en la clasificación de Segunda. Consciente de que si lo grupal se cumple, lo personal también lo hará, lanza una promesa en caso de ascenso: "Alguna locura haremos, prometemos lo que sea, si hace falta raparse nos rapamos todos".

Cuando eras parte del filial de River Plate te llama el Alavés, ¿cómo surge el movimiento?

Ya llevaba tres años en el club, el último en dinámica de reserva, o filial, como le dicen en España. Ese último año iba muy bien y terminaba contrato. Estábamos valorando si podíamos ir al primer equipo, pero surge la posibilidad de ir al Andorra, que estaba en una buena posición en Segunda. Era buen equipo y se interesó en mí, me gustó el proyecto como para ir y crecer. Los futbolistas de Sudamérica siempre tenemos en mente ese salto a Europa. En esas negociaciones se entera Sergio Fernández, el director deportivo del Alavés. Hicimos una videollamada para conocernos, y al final me terminé decantando por el Alavés.

Panichelli y la convicción de rendir a gran nivel si tenía minutos. RELEVO

Naces en una familia de mucho fútbol, especialmente por tu padre, ¿cómo son tus inicios dentro del deporte?

Mi viejo estuvo toda su vida ligado al fútbol. Con 23 años llega a River, donde lo entrenó Menotti, en esa plantilla en la que había muchos jugadores campeones del mundo en el 78. Tiene una lesión en la rodilla y se le infecta. En esa época las operaciones eran mucho más complicadas que hoy en día y por eso se ve obligado a retirarse. Tras dejar el fútbol se centra en su negocio y también en entrenar, llegando a ser segundo entrenador de equipos de Primera. Mamando todo eso desde pequeño era muy complicado no terminar jugando. Mi hermano jugaba conmigo y nos divertíamos mucho, después vas creciendo y se va profesionalizando un poco todo.

Dentro de esos cambios destaca tu posición en el campo, pasas de mediapunta a delantero.

Sí, yo empecé jugando desde muy pequeño de enganche, como le dicen en Argentina. Fue en River, en el filial, cuando me empiezan a poner de delantero centro. Fue raro porque con 18 años cambiar el puesto en el que jugaste toda tu vida y adaptarte a un puesto tan particular como es el de delantero fue complicado. Siempre jugué de enganche por una cuestión de que era el más pequeñito del equipo, el más delgado. Cuando llegué a los 18 años me movieron a delantero y vino acompañado con el cambio físico. A mi me tocó llegar más tarde a desarrollarme, pero me vino bien la técnica que desarrollé como enganche.

¿Coincides con Marcelo Gallardo en River?

Yo entreno durante dos meses con el primer equipo donde estaba Gallardo, también coincido con Julián Alvarez, antes de que saliera a Europa, y con Enzo Fernández también algunos entrenamientos.

Julián Alvarez también vivió ese proceso de ser delantero con pasado en la posición de mediapunta.

Yo siempre tuve claro que en el fútbol si quería llegar a donde quería llegar, se iban a producir ciertos cambios. Solamente los jugadores tocados por la varita son los que, pongan donde los pongan, van a rendir igual. Los mortales nos tenemos que adaptar a las tácticas del fútbol actual, que no son las que había hace 15 años. Lo que le pasó a Julián es muy común hoy en día, tener que adaptarse a posiciones distintas del juego, ahí está la diferencia entre los jugadores que pueden progresar y los que tienen techo.

"Hasta el día de hoy mantengo el hábito de leer todos los días porque sé que a nivel de vocabulario y de pensamiento ayuda mucho. Me gusta mucho la historia también, prefiero sentarme 25 minutos a leer que ver una serie"

Joaquín Panichelli

Hablando de posiciones, ¿en el Mirandés qué prefieres, jugar como único delantero o con dos puntas?

A mí me gusta jugar con un segundo delantero, en el Mirandés siempre lo hacemos así. Me está tocando jugar con Urko Izeta o con Joel Roca también. Me siento cómodo jugando con dos delanteros, más que nada por un tema de la asociación. No estoy tan solo arriba, me gusta salir del área a tocar, volver a entrar al área después. Jugando con dos delanteros me permite este estilo de movimientos. Este año es particular, porque lo habitual ha sido que el Mirandés jugara con dos extremos por fuera y un solo delantero. Como esta temporada se ha dado la famosa situación de que los jugadores no llegaban, de que se suspendieron partidos, de que tenían que empezar a jugar con lo que había en ese momento, pues se ha instalado la línea de cinco atrás, tres centrocampistas y dos delanteros. Alessio se dio cuenta de que rendíamos en esa forma y nosotros creemos en lo que nos dice. En la línea de cinco, los dos que juegan por fuera tienen un perfil más atacante. Por ahora todo se está dando bien y cada uno está mostrando sus características.

En el momento en el que se cancelan partidos por falta de fichas en el primer equipo, ¿qué piensas tú antes de firmar la cesión?

Yo estaba al final en el Alavés, que fui a hacer la pretemporada con el primer equipo. Obviamente el club estaba a la espera de ver lo que pasaba. Yo, junto al Alavés, habíamos decidido que lo ideal era salir porque tener minutos iba a ser complicado en el Alavés. La opción del Mirandés fue una de las primeras, junto con otros clubes, pero no me dejaban ir hasta que llegasen los fichajes que pretendía el Alavés. Mientras tanto yo ya me estaba informando del club y me sorprendían las noticias como la cancelación de partidos. Cuando uno interioriza lo que es el Mirandés, que sabe que tiene muchos jugadores cedidos, que los primeros partidos son complicados, eso me dejó tranquilo. En ese sentido el club es bastante particular.

Pudiendo mantener tu vida en Vitoria, la oferta del Mirandés era muy interesante.

Al final había otras opciones para ir cedido a equipos de Segunda, pero hablando con compañeros y evaluando, el no tener que moverse de ciudad, ni de casa, ni de ambiente, ni de nada, era prácticamente seguir la misma vida, solo cambiaba compañeros de equipo. Fue todo muy cómodo y una adaptación muy rápida. El tener que mudarse, ir a una nueva casa, cambiar totalmente el entorno, son pequeños detalles que después se pueden ver reflejados en el campo. El Mirandés no tuvo problema, me quedé en Vitoria y hago un trayecto de 20 minutos en coche.

¿Cuándo te das cuenta de lo que supone el Mirandés para la ciudad de Miranda de Ebro?

A mí me tocó el primer partido en Málaga, pero ya en el segundo partido, cuando jugamos en Anduva, lo sentí. El club es muy humilde, muy cercano, pero ese ambiente que se respira Anduva es muy bonito. Salir de un partido que ha terminado bien o quizás mal y cruzarte a gente por la calle, que te pidan una foto, que te digan que les estás haciendo disfrutar, son cosas que te hacen sentir parte del club. Como jugador uno intenta devolvérselo en el día a día y en los partidos. A medida que van pasando las jornadas y las cosas están yendo bien creo que estamos haciendo que la gente disfrute.

¿Cómo vive el vestuario el estar peleando incluso por el ascenso directo?

Yo vine a Miranda con el objetivo claro de sumar minutos, siempre y cuando me los gane, y después a nivel colectivo teníamos en mente la salvación del club, que el club se mantenga un año más en Segunda División, que siga siendo profesional. Cuando fuimos avanzando la temporada y nos íbamos encontrando cada vez mejor y los resultados se iban dando... Uno puede estar bien, pero, por mala suerte, los resultados quizás no llegan. A nosotros no nos ha pasado. Internamente estamos muy contentos, por suerte no nos hemos relajado y queremos seguir, porque sería una lástima todo lo bonito que hicimos hasta ahora, salvarse prácticamente con esos 50 puntos faltando doce jornadas, para luego relajarse y tirarlo todo. Queremos estar lo más arriba posible, queremos soñar, pero sabemos que hay que sumar partido a partido. El objetivo principal ya se cumplió y ahora queremos aspirar a lo más alto posible.

"Yo estaba convencido de que si venía a un club donde pudiera tener minutos, donde me pudiera mostrar, las cosas iban a terminar saliendo"

Joaquín Panichelli

¿Dónde está el secreto de ese éxito de esta temporada?

Se dio un cóctel de cosas que es complicado que se den todas al mismo tiempo. Los equipos suelen carecer de una. Me refiero al excelente ambiente que tenemos en el vestuario, que todos somos muy jóvenes y nos ayudamos entre todos, el grupo quiere el mismo objetivo, pero siempre apoyando al compañero. No hay ningún ego, nadie se cree más que el resto y eso es muy importante. Luego está la parte del cuerpo técnico, que tienen una llegada a los jugadores muy buena. Cada partido nos hacen ver que podemos competir contra los equipos más grandes, aunque perdamos podemos dar una buena versión. Por último creo que está la calidad de los jugadores. No tengo dudas que de aquí a dos, tres o cuatro años, vas a mirar atrás y decir: 'con razón hicimos la temporada que hicimos'. Me gustaría nombrarlos a todos, pero tu ves a Gorrotxategi, a Hugo Rincón, a Reina, a Izeta, son jugadores que trabajan y ayudan al compañero, hacen mejorar a los demás. Tener todo esto en un equipo es muy complicado, pero en nuestro caso se está dando y creo que es la clave del éxito.

¿Un grupo lleno de jugadores de 22 años no siente presión al estar tan cerca de hacer algo histórico en Miranda?

A ver, nosotros sabemos cuál era el objetivo, que ya lo cumplimos y después, a nivel de grupo, son todos chicos muy maduros. Quizás no se esperaba esa madurez de nosotros, pero la fuimos demostrando partido a partido, sacando resultados en campos muy difíciles, contra rivales muy difíciles. Ahora te encuentras que los rivales nos ven de otra forma, ya tenemos esa responsabilidad. Cuando vamos a jugar contra el primero en la clasificación lo hacemos como cuando jugamos contra el último. Eso a nivel individual te da mucha confianza. Sabes que tu compañero se va a jugar la vida y que va a ganar ese duelo y me va a dar el pasa bien, por eso me tengo que encargar de hacer bien lo mío.

Panichelli, en un partido contra el Almería.  EFE
Panichelli, en un partido contra el Almería. EFE

¿Tú en qué notas ese cambio en el equipo rival?

Se nota cuando un equipo viene jugando con cuatro defensas toda la temporada, y justo contra nosotros ponen un defensor más. Son cambios que tú dices: 'Este equipo cambia porque se enfrenta a nosotros'. Son pequeños detalles que notas y te van mostrando el respeto que le tienen al Mirandés. Nosotros siempre tenemos claro que salimos a ganar, da igual quién sea el rival, ya sea local, visitante, el último o el primero. Es lo que nos transmite el cuerpo técnico y notamos su respaldo y mucha tranquilidad.

En lo personal vienes haciendo un año increíble.

Lo dijo en una rueda de prensa que venir al Mirandés era volver a ser el jugador que una vez fuimos y sabemos que podemos ser. Yo estaba convencido de que si venía a un club donde pudiera tener minutos, donde me pudiera mostrar, las cosas iban a terminar saliendo. Los goles son trabajo, es el día a día, el no descansar, el no conformarse, siempre se puede tener un poco de suerte, pero a nivel personal crecí muchísimo. Con ese crecimiento han llegado los goles, que siendo delantero son fundamentales.

¿Estás notando mucho ruido en torno a tu nombre con la temporada que llevas?

Estoy en contacto continuo con la gente del Alavés, tanto compañeros como directivos. Yo intento abstraerme de todo ese ruido, concentrarme en lo mío, por suerte hoy en día esto es mi trabajo, soy un apasionado del fútbol, me encanta madrugar, llegar temprano al club, entrenar, después quedarme en el gimnasio o haciendo recuperación. Sé que eso me hace mejorar y que está haciendo que la temporada a nivel individual sea muy buena. Si las cosas las haces bien, tarde o temprano llegan. Yo estoy centrado en eso, en entrenar, jugar, ayudar al equipo y seguir marcando goles.

¿Cómo vive tu familia una temporada tan ilusionante desde la distancia?

Mi familia está toda en Argentina, pero el diálogo es permanente. Ellos están muy contentos porque saben lo que costó llegar hasta este momento. El fútbol son picos, que los picos de estar arriba suelen ser los de menos, yo creo que lo más común son los bajos, pero ellos ven que estoy disfrutando, que estoy en un buen momento personal. Están muy contentos y yo me alegro mucho porque gran parte de que esté aquí.

Panichelli explica su afición a la lectura. RELEVO

La distancia tuvo que ser muy complicada cuando en el partido contra el Sporting caes inconsciente al suelo y terminas la noche en el hospital.

No me había pasado nunca, ni en un entrenamiento, ni en un partido. Fue un golpe fuerte que no terminó siendo nada. Por precaución o protocolo, me perdí dos entrenamientos por si había alguna fisura o fractura, pero por suerte no la hubo. Si te digo la verdad, cuando me pegan, caigo vencido en el campo y el único recuerdo es cuando ya estoy en el hospital. El trayecto en ambulancia, el campo y todo eso lo tengo nublado. Los chicos del club y la afición se portaron increíble y me hicieron sentir mucho cariño. No me ha quedado miedo a entrar con fuerza, cuando me dijeron que no había problema

Oye, te quería preguntar por la faceta de escritor de tu padre. He visto que tú te aficionaste a leer después de que él empezase a escribir libros. ¿Cómo sucede todo eso?

Mi padre tiene cinco libros. Son parte de una novela del mismo personaje. Él desde pequeño fue muy lector y uno de sus principales sueños era escribir un libro, poder verlo, tenerlo en las manos, poder llevarlo a una librería, que la gente que quisiera lo pudiera encontrar. Desde pequeño fui muy aficionado a leer y siempre que podía intentaba leer. Hasta el día de hoy mantengo el hábito todos los días porque sé que a nivel de vocabulario y de pensamiento ayuda mucho. Me gusta mucho la historia también, prefiero sentarme 25 minutos a leer que ver una serie.

¿Y qué es lo que estás leyendo últimamente o cuál es tu género favorito para leer?

Siempre he leído mucha novela policial, especialmente de pequeño. Hace un año empecé a leer sagas de fantasía, estilo Juego de Tronos. Estoy bastante enganchado a una siga muy linda, El Archivo de las Tormentas.

¿Puede ser de Sanderson?

De Brandon Sanderson, sí. Voy por el tercero y son cinco, pero bueno, cada libro tiene 1.500 páginas. Tardo un mes y medio en terminar cada 'librito'.

Vas a buen ritmo.

Sí, aprovecho los viajes. Cuando jugamos fuera, que hacemos viajes de siete horas suelo leer. Hay mucho autobús, en ese sentido Segunda no perdona. Pero, la verdad que estoy enganchado.

¿Te atreves a dejar una promesa si entráis a play-off de ascenso?

No me lo había planteado, pero algo tendríamos que hacer. Ayúdame.

¿Teñirse el pelo de rojo para jugar el play-off?

No, no, yo creo que eso ya sería mucho. Eso después, si conseguimos el ascenso. Alguna locura haremos, prometemos lo que sea, si hace falta raparse nos rapamos todos.