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El gigante de Primera que asusta a Segunda

A la presión por subir de Eibar, Granada, Las Palmas, Alavés y Levante, se añade la amenaza que podría suponer el Valencia la próxima temporada.

Gayà se lamenta durante el encuentro entre el Valencia y el Sevilla. /Irene Marsilla
Gayà se lamenta durante el encuentro entre el Valencia y el Sevilla. Irene Marsilla
Sergio Sánchez

Sergio Sánchez

"Habíamos planteado un modelo para conseguir el ascenso a Primera en tres años", comentó Amaia Gorostiza, presidenta del Eibar, tras quedarse a las puertas la pasada campaña, en el primer intento. "Hemos rechazado una oferta de 25 millones de euros por Moleiro, no era el momento. Este año lo que teníamos que hacer era potenciar la plantilla", dijo Miguel Ángel Ramírez, máximo dirigente de Las Palmas, en el arranque de esta Liga. "A lo mejor hemos arriesgado demasiado, pero teníamos que poner todo para lograrlo", confesó hace apenas un mes Quico Catalán, presidente del Levante. Son tres muestras de la apuesta por un ascenso que tiene a los cinco primeros clasificados en una lucha encarnizada de cuatro puntos. A esa batalla deportiva se ha unido un inesperado condicionante externo: la hipotética llegada de un transatlántico como el Valencia la siguiente campaña. En el caso de consumarse el descenso che, el desequilibrio económico favorable a los de Mestalla podría ser brutal. Aunque el dinero por sí solo no da ascensos, podría ayudar bastante.

Este factor exógeno puede convertir la presión que soportan los cinco primeros clasificados en agobio. Es cierto que hay una sexta escuadra en la pomada, el Albacete, pero su caso es distinto. Los manchegos proceden de Primera RFEF y se encuentran en proceso de consolidación. Lograr el ascenso este año o el siguiente sería un impulso enorme, pero quedarse en Segunda no obligaría a los posibles ajustes de otros aspirantes.

"El Espanyol tuvo a Raúl de Tomás jugando en Segunda con un contratazo. Al final, son jugadores con salarios de Primera que realmente marcan diferencias"

JOSÉ BONAL Profesor de gestión deportiva

El antecedente más cercano y válido sobre la irrupción de un candidato que pueda alterar todo el ecosistema, lo representó el RCD Espanyol en la 2020/21. "Tuvo a Raúl de Tomás jugando en Segunda con un contratazo. Al final, son jugadores con salarios de Primera que realmente marcan diferencias en Segunda. Si el Valencia desciende y con su límite salarial puede mantener a Kluivert o a alguno de los jugadores determinantes, pues serían menos opciones de ascender para el resto de equipos", nos explica José Bonal, profesor de Gestión Deportiva en la Universidad Europea de Madrid, tras una larga charla en la que tratamos cómo la Compensación Económica por Descenso de Categoría a uno de los históricos más importantes de nuestro fútbol, podría sacudir la categoría de plata.

En la jornada 38 de la temporada 19-20, el Espanyol certificó con solvencia su regreso a la élite, diez meses después de su caída. Contaba con jugadores del nivel de Sergi Darder o Puado y De Tomás fue el pichichi del campeonato con 23 dianas. El viaje periquito fue de ida y vuelta, tras 26 años en Primera. "El Espanyol tuvo el récord histórico en la ayuda al descenso, con 30 millones. Pues si baja el Valencia, será mayor. Entre los baremos que se computan para esa compensación está el número de temporadas en Primera, hasta un máximo de 25 (el Valencia lleva 36) y hay otros como los ingresos en los últimos cinco años. Por ejemplo, para poner otro caso, si bajara el Sevilla, como ha jugado últimamente mucho y con éxito en Europa, su ayuda al descenso aumentaría bastante", relata Bonal.

Una compensación para paliar los efectos del descenso que influirá a la hora de fijar el límite salarial. "Esa ayuda repercute. Por eso el Espanyol, pudo retener a De Tomás o el Girona a Stuani. El límite salarial es la cantidad de dinero que los equipos pueden gastar en el total de salarios de su plantilla y cuerpo técnico. Del total de mi presupuesto, yo puedo gastar un determinado porcentaje en estos pagos. Por lo tanto, si mi presupuesto es mayor, mi límite salarial será mayor y viceversa. El límite salarial lo fija la Liga, en función de unas variables como los ingresos generados. Algo bueno que tiene el límite salarial es que no se cierra a una temporada. Tiene en cuenta ingresos de los últimos cinco años, una serie de variables económicas que no solo hacen referencia a la última temporada o a una temporada concreta, sino a un recorrido", apunta desde un punto de vista técnico.

El Espanyol tuvo mayor límite salarial en Segunda que seis Primeras

En el caso del Espanyol, el tope salarial publicado en noviembre de 2020 se marcaba en 45 millones de euros. Una cifra que se contextualiza mejor al añadir que superaba el límite de seis equipos de la máxima categoría: Huesca, Elche, Levante, Cádiz, Alavés y Eibar. Así que el contratiempo de la llegada de un club de la entidad del valenciano, no solo sería un palo en las aspiraciones de quienes están en la actualidad peleando por el ascenso y no lo logren, sino de aquello grupos inversores con la ambición de poder pelearlo la próxima temporada, como el liderado por el estadounidense Jorge Mas en el Zaragoza o los mejicanos Orlegi en el Sporting y Pachuca en el Oviedo. "Por eso, si equipos históricos como el Valencia o el Sevilla, que llevan muchas temporadas seguidas en Primera, descienden, las ayudas al descenso serán muy, muy altas y las diferencias en lo económico de esos equipos con respecto al resto, también. Pienso ahora en otros históricos que están deseando subir a Primera, como el Zaragoza. Si bajan esos gigantes, dificulta mucho tu objetivo. Ese es el mayor miedo", expone Bonal.

"Existe esa compensación porque LaLiga entiende que los jugadores no firman contratos solo por una temporada. Si yo formo una plantilla y por cualquier circunstancia desciendo, qué ocurre con mis jugadores"

JOSÉ BONAL Profesor de gestión deportiva

Entre estos temores surge una pregunta desde fuera, que no suele aparecer hasta que en las quinielas uno de los grandes ocupa el puesto de uno de los llamados conjuntos 'ascensor', aquellos más acostumbrados a repartir temporadas entre ambas categorías. La cuestión es la siguiente: ¿el sistema es justo? "Esta fórmula la han aprobado los clubes de Primera y Segunda. Entonces, si es justo o no lo tienen que decir los propios clubes", responde tajante el especialista en gestión deportiva. Además, añade la explicación al por qué de esa especie de seguro de vida: "La Liga entiende que los jugadores no firman contratos por solo una temporada. Entonces, si yo formo una plantilla y por cualquier circunstancia desciendo, qué ocurre con mis jugadores. Se trata de proteger la competición a medio-largo plazo, que haya buenos jugadores y se firmen buenos contratos televisivos, más que proteger a los denominados transatlánticos".

A uno de los finales de campeonato más apretados que se recuerdan en Segunda, se ha incorporado el factor Valencia, un elemento con el que nadie quiere contar cuando toque planificar la próxima temporada.