'Garrido out', la afición del Tenerife explota contra su actual modelo de gestión
La entidad centenaria, al borde del colapso, se encuentra sumida en problemas deportivos, sociales e institucionales, mientras la afición se prepara para la manifestación del próximo 22 de septiembre.
Cuando los resultados no acompañan, el pesimismo se convierte en la lente a través de la cual se observa la realidad. Este principio, inmutable en el fútbol, se manifiesta a día de hoy con especial crudeza en el Club Deportivo Tenerife, que se encuentra en una encrucijada crítica y sin precedentes como colista de Segunda División, con solo un punto de quince posibles. Este desplome es particularmente desconcertante dado que, hace justo un año, el equipo estaba en puestos de ascenso directo, y hace dos años, competía con gran intensidad en una final de Playoff contra el Girona, tras haber eliminado a la UD Las Palmas.
Bajo la dirección de Luis Miguel Ramis, el CD Tenerife gozaba de un notable esplendor, aunque no alcanzaba el nivel de épocas doradas como las de Jorge Valdano o el legendario delantero Dertycia, parecía estar en el camino correcto. Hace apenas 365 días, ya con Asier Garitano en el banquillo y con Paulino Rivero como nuevo presidente, presumían de récord histórico de abonados y se frotaban las manos con la repatriación del delantero tinerfeño Ángel Rodríguez. Sin embargo, ese brillo se ha desvanecido, dando paso a un equipo sin rumbo ni proyección ascendente.
Un claro ejemplo de esta decadencia es la venta del central Nikola Šipčić, querido por la afición y que ha reforzado a un rival directo, o el duro adiós de Alexandre Corredera, venta realizada de manera apresurada y cuando el mercado en España ya estaba cerrado, lo que ha debilitado un centro del campo que, de por sí, carece de efectivos de calidad. Al mismo tiempo, la incorporación de Maikel Mesa ha añadido más leña al fuego, especialmente dado su pasado con la UD Las Palmas, donde mostró un fuerte apego al escudo rival, incluso en enfrentamientos directos contra el Tenerife.
El único consuelo en medio de la tormenta es el ascenso del filial a Segunda RFEF, un éxito que contrasta con el desolador panorama del primer equipo. Así todo, la afición tinerfeña, muy bien alimentada por el descontento, la rabia y la desilusión, comenzará a propagarse públicamente el próximo domingo 22 de septiembre, en una manifestación convocada en el Heliodoro Rodríguez López en protesta contra el actual modelo de gestión del club. Será una hora antes del partido ante el Real Sporting de Gijón, por lo que todavía se prevé más multitudinaria.
La crisis, con nombre y apellidos
La crisis que sacude al Club Deportivo Tenerife tiene un nombre destacado: José Miguel Garrido Cristo, el principal accionista, cuyas decisiones en la gestión del club han sido calificadas por varios medios locales como "excesivas" o "desmesuradas". A pesar de no ostentar un cargo oficial dentro de la estructura del club, Garrido ha ejercido un control determinante, tomando decisiones clave como la contratación del entrenador Óscar Cano. Esta elección ha sido especialmente polémica, ya que Cano, con escasa experiencia en ascensos y un perfil menos atractivo que otros candidatos como Vicente Moreno o Paco López, no ha logrado ganarse la confianza de la afición.
Tras la salida de Miguel Concepción a finales de 2022, Paulino Rivero, expresidente del Gobierno de Canarias, asumió la dirección del club con una postura crítica hacia la gestión de Garrido. Rivero ha sido claro en su demanda de una reestructuración profunda, destacando la necesidad urgente de corregir el rumbo del equipo, tanto a nivel deportivo como institucional.
En paralelo, los errores administrativos bajo la gestión de Garrido no han hecho más que profundizar la crisis. La mala elección de campañas publicitarias, que la UD Las Palmas ha sabido capitalizar, y los conflictos internos con empleados y jugadores han agudizado la tensión. La falta de comunicación entre Mauro Pérez, director deportivo, y Juan Guerrero, consejero del club, añade una capa más de complejidad, al deteriorar la coordinación interna. Mauro Pérez, quien recientemente y de forma pública se mostró a favor de las manifestaciones contra Garrido, cambió de postura en cuestión de horas, lo que provocó un mayor malestar entre la hinchada tinerfeña.
A todo esto, se suman ataques y filtraciones digitales que han contribuido a crear un ambiente conflictivo en el entorno del club. Mientras tanto, José Miguel Garrido ha optado por alejarse de la escena pública -reside en Londres-, limitando sus apariciones y aumentado así la percepción de desconexión entre la cúpula directiva y la afición, que clama por soluciones urgentes.
El Cabildo de Tenerife se pone firme
Los problemas internos del club no solo provocarán la manifestación masiva del próximo 22 de septiembre. La situación, que ya se preveía complicada, ha llegado a los oídos del Cabildo Insular de Tenerife, que ahora amenaza con retirar su subvención al equipo.
Como principal patrocinador del conjunto tinerfeño, el Cabildo ha expresado su preocupación por la mala administración y la gestión errática bajo la dirección de Garrido. En concreto, Rosa Dávila, presidenta de la institución, adoptó un tono firme y crítico en una entrevista con el diario local El Día. Advirtió que el club podría descender a la Primera RFEF si no se resuelve la crisis actual y amenazó con romper el contrato de patrocinio, que se revisará en los próximos meses, indicando que esta opción está siendo considerada.
Asimismo, Dávila ha criticado a Garrido por su gestión del dinero del Cabildo, subrayando que no puede tratar los fondos tinerfeños como si fueran de su propiedad. Considera que esta actitud proyecta una imagen pública deplorable y que afecta negativamente al rendimiento deportivo del equipo.
Rayco García, el hombre esperanza
La principal opción para que el C.D. Tenerife recupere su estabilidad parece ser Rayco García, un empresario isleño con sólidos recursos financieros y bien respaldado por el Cabildo Insular de Tenerife, entidad que se ofrece a actuar como mediador en este proceso crucial. García se postula para presidir el club y está en vías de adquirir la totalidad de las acciones de José Miguel Garrido. Según informa El Día, ha afianzado su posición como segundo accionista al adquirir participaciones de Montesano, Loro Parque, Wehbe, la Federación Tinerfeña y la Peña Teguestera.
La adquisición de las acciones de Garrido, no obstante, deberá llevarse a cabo mediante una negociación, ya que "una ruptura abrupta del sindicato es la opción menos deseada por todas las partes", advierte el citado medio de comunicación tinerfeño.
En un contexto de dificultades económicas y con la presión creciente para que Garrido se retire, García está dispuesto a adquirir un paquete de acciones suficiente para superar a Garrido y dar el ansiadosorpasso. Un movimiento que, de ser así, volvería a recobrar cierta ilusión por parte de un desesperado tinerfeñismo, que desea volver a ver a un equipo que verdaderamente esté a la altura, no solo en el Heliodoro Rodríguez López o en los desplazamientos a la Península, sino en términos de dignidad y orgullo.