Loren sitúa la salida a flote del Málaga tras la etapa de Al Thani: "Aquello fue un momento de disfrute... y una caída hasta el fondo"
El director deportivo del Málaga explica a Relevo cuál es la fórmula del éxito en el resurgir del conjunto malacitano.
Lorenzo Juarros, en esta segunda parte de la entrevista con Relevo, aborda su trabajo actual como director deportivo del Málaga, desde su llegada, la situación caótica en la que se encontraba el club y el ascenso a LaLiga Hypermotion de la temporada pasada. Pero aquello del principio no fue ningún impedimento para aceptar el ofrecimiento de Kike Pérez, director general de la entidad malacitana. La apuesta, de momento, está resultando exitosa, aunque Loren sabe que queda mucho trabajo por delante. El que fuera director deportivo de la Real Sociedad también se refiere al legado dejado por el jeque Al Thani, cuyo paso por Málaga terminó convirtiéndose en una pesadilla a pesar del éxito deportivo vivido con esa eliminatoria histórica de Champions League frente al Borussia Dortmund y que terminó de aquella manera.
Hoy el Málaga trata de resurgir cual Ave Fénix de la precaria situación económica que trajo consigo los dispendios económicos realizados con el jeque a los mandos de la nave malacitana. La afición ha recuperado la sonrisa gracias al modelo implantado por Lorenzo Juarros, muy parecido al que le valió en la Real Sociedad para regenerar la entidad txuri urdin.
Después del exitazo del año pasado con ascenso incluido, este año le estáis dando continuidad y eso es lo más complicado, ¿no?
Pues sí. Cuando llegué, el Málaga estaba en una situación compleja. Había descendido a Primera RFEF y había que volver a reestructurar el club. Hubo unas situaciones complicadas, un ERE de por medio. Salió gente de la parcela deportiva y tuvimos que reestructurar todo un poco y empezar desde cero, intentando generar un modelo de club un poco diferente a lo que venía funcionando o a lo que se venía haciendo en años anteriores. Al final, en el último segundo, se cumplió el objetivo, que no era fácil. Los datos y las estadísticas dicen que salir el primer año de la Primera RFEF cuesta mucho, incluso a importantes clubs del fútbol español. Lo conseguimos fruto de mucho compromiso, de mucha cohesión, con un equipo de gente de casa y con algunos que llegaron de fuera, que entendieron muy bien lo que queríamos hacer y que competimos desde el primer día hasta el último. Estuvimos todo el año metidos en ascenso, es verdad que nunca conseguimos llegar a ese primer puesto que te da el acceso directo, pero en todo momento estuvimos compitiendo entre esos cuatro equipos que tienen la posibilidad de ascender o de poder jugar el playoff.
Dentro de la gente que llegó de fuera, teníamos claro que lo que queríamos construir era un modelo de cantera, un modelo en el cual los activos propios generados aquí en Málaga tuvieran una importancia grande. Los que llegaron de fuera intentamos que fuesen jugadores que entendíamos que, con un ascenso, también íbamos a poder darles continuidad. Yo creo mucho en la continuidad de los proyectos y eso es lo que hemos hecho, darle mucha continuidad. Han llegado cuatro jugadores nuevos este año, pero hemos seguido tirando de la gente de casa y, mucho, de la mayoría de los jugadores que ya estaban el año pasado. Sin olvidar el papel del entrenador. El año pasado teníamos referencias uno del otro, pero no habíamos trabajado juntos y, como es normal, al principio cuesta un poco empatizar y lograr esa cohesión que tienes que tener en la misma idea, en lo que queremos construir. Y este año hemos vuelto a dar continuidad a todo eso y consecuencia de esa continuidad, el equipo está compitiendo bien. Estamos contentos. Creo que todavía queda margen de crecimiento. Somos un equipo difícil de ganar porque competimos muchísimo y, por esa parte, estamos satisfechos.
¿Qué ha sido lo más difícil en una institución tan compleja como el Málaga que no tiene nada que ver con la Real Sociedad?
Pues hacer entender a la gente que hay que creer en algo, que hay que tener una idea, una visión y que luego hay que mantenerla en el tiempo. Que hay que estar muy por encima de los momentos puntuales que se dan cada semana. En el fútbol de hoy en día se vive prácticamente a la semana porque es así, porque cada semana tienes una reválida, un examen, pero que, por encima de eso, tiene que estar un proyecto, tiene que haber una visión y un objetivo. Y salir cuanto menos de eso es lo que te va a hacer que al final obtengas los resultados. Hacer entender a la gente de aquí, que vive mucho en el día a día, en el resultado inmediato, en que cada semana parece que hay que cambiar algo, es lo que lo que más me ha costado. Cierto es que con la gente que ha trabajado conmigo, la que se ha quedado aquí y las incorporaciones que hemos hecho, no ha habido ningún problema. La dirección general y el Administrador Judicial también lo tenían claro y han sido pacientes. El año pasado tuvimos la tranquilidad que había que tener para no decaer o no dudar del proyecto pese a que la gente o la prensa de aquí entendía que no solamente había que estar en posiciones de playoff, sino que teníamos que aspirar a quedar primeros. La masa social dio una respuesta impresionante el año pasado, se unió al equipo, al club, al proyecto y fue una fortaleza grande. Quizás hacer a la gente creer en eso es lo que más me ha costado. A partir de ahí, las cosas han ido fluyendo por sí solas, aunque seguimos en una situación complicada.
La situación que tiene el Málaga Club de Fútbol en este momento no es ni la ideal ni la mejor. Una Administración Judicial en un club de fútbol, por supuesto que no es la mejor situación, pero es con lo que tenemos que convivir. Esperemos que en un futuro próximo todo esto se acabe, pero, de momento, tenemos que salir adelante con la situación que tenemos. Es verdad que tenemos unas limitaciones. También lo es que el Administrador Judicial tiene unas responsabilidades de las que no se puede extralimitar. Pero, dentro de eso, también está absolutamente comprometido con el proyecto y va a hacer todo lo posible para que esto salga bien.
¿Te asustaste de lo que te encontraste a tu llegada?
Sabía que llegaba a una situación complicada porque cuando hablaron conmigo Kike Pérez, el director general, y José María Muñoz, el administrador, sí me trasladaron cuál era la situación porque estaban todavía peleando por mantenerse en Segunda o descender. Yo dije que, si me dejaban hacer las cosas en las que yo creo, estaba dispuesto a venir incluso en Primera RFEF porque este es un sitio, una plaza, un espacio donde se puede trabajar el modelo de club que yo tengo en la cabeza, el que he mamado durante todos mis años de futbolista y de director deportivo en la Real Sociedad, con su perfil, con su idiosincrasia, porque las sociedades son completamente diferentes y los perfiles de las personas y de los chavales que están en el norte y en el sur, son diferentes, ni mejor ni peor, pero que si me dejaban hacer un poco lo que yo creía, estaba dispuesto a venir. Sí fue duro porque hubo muchas salidas de toda la estructura de la organización deportiva. Todos los coordinadores del fútbol base salieron y tuvimos que reestructurar todo y tirar bajo mínimos. Tuve un apoyo muy fuerte cuando tuve todas las charlas con los entrenadores de las diferentes categorías de la Academia, porque era importante también darle continuidad a todo esto, que creyeran en esto, y eso me fortaleció cuando tuve las primeras reuniones con ellos y todos los entrenadores de la Academia decidieron que sí.
"Yo dije que, si me dejaban hacer las cosas en las que yo creo, estaba dispuesto a venir incluso en Primera RFEF porque este es un sitio donde se puede trabajar el modelo de club que yo tengo en la cabeza"
Director Deportivo del Málaga CFHaber tenido que reestructurar todo lo que es, no solamente la coordinación deportiva, sino también los cuerpos técnicos de los equipos de la academia, hubiera sido un problema mayor y, en este sentido, encontré ese refuerzo. Luego, con la gente con la que he contado en esa coordinación, también me han ayudado mucho a entender todo esto, a situarme y a superar esa situación, que en aquel momento fue muy traumática como lo fue el descenso del Málaga a Primera RFEF. Como pasa en cualquier equipo de las dimensiones de un equipo como éste, que genera un trauma en la prensa, en la afición que hay que superar.
¿Confiaba en las prestaciones de ese equipo para lograr el ascenso?
Viendo un poco lo que había, tenía menos dudas en cuanto a que íbamos a ser capaces de sacarlo adelante. Al entrenador le conocía por referencias futbolísticas y, en ese sentido, por la manera en la que se comportaba, decidimos darle continuidad. Esos han sido los puntos fuertes a los que nos hemos agarrado. Sí es verdad que fue un momento difícil, pero entre todos lo hemos sacado adelante.
Una ciudad con tanta tradición futbolística no sé si se conformará solo con un ascenso a Segunda División. ¿El objetivo es volver a Primera más pronto que tarde? ¿es difícil trabajar con esa presión?
Bueno, la presión está bien, hay que saber asumirla. Yo creo que todos los que vivimos en el mundo del fútbol lo hacemos con una presión continua. Hay que saber cómo vivir con ella, hay que controlar el estrés, la ansiedad, todo lo que genera el tener que jugar cada fin de semana y ganar. Yo creo que el Málaga, por la masa social que tiene, por la capacidad que tiene de generar futbolistas y por dónde ha estado, sobre todo en la última etapa de Al Thani, fruto de un soufflé basado en el tema económico puramente y con una visión de inmediatez, sin pensar en nada más... Sí es verdad que la prensa, la gente en general entiende que el Málaga es ese equipo más cercano a Primera División que lo que nos ha tocado vivir en este momento. Hay que convivir con eso, con la presión.
Para mí, en toda mi vida profesional tanto de jugador como de director en la Real Sociedad, la humildad ha sido un valor fundamental para conseguir los objetivos y humildad y ambición no están reñidos. Somos muy ambiciosos, tenemos que serlo, pero tenemos que ser muy humildes porque, vuelvo a decir, el Málaga tiene cosas muy positivas para poder llegar a estar otra vez en lo más alto del fútbol español, pero también es verdad que tenemos algunas cosas que superar, que mejorar, que salir de esta situación que tenemos ahora para poder llegar a conseguir esto, que desde luego no tengo ninguna duda de que el Málaga está preparado para conseguirlo.
¿La sombra de Al Thani sigue siendo alargada? ¿En Málaga se piensa que ha sido un mal sueño?
La sensación que yo he percibido es que esa época ha terminado siendo un problema para el Málaga. Es verdad y hay que reconocer que le hizo vivir al Málaga y a la masa social malagueña un momento cumbre con la disputa de esa Champions, pero, por el lado contrario, conllevó un decaimiento hasta el momento que hemos llegado. Es decir, basado en eso, en un pensamiento nada más que de lo inmediato, del que no había mañana, todo se pensaba para hoy. La consecuencia de él ha sido un momento de disfrute y una caída hasta el fondo. Eso era un soufflé basado, no en un proyecto de club, sino en una inyección económica desmesurada, que propició esos momentos de fútbol dulces que lo vivieron aquí la gente de Málaga, pero que la consecuencia de todo eso ha sido donde hemos estado. Por lo tanto, entre la alegría y la frustración, un poco esa convivencia de dos cosas que son antagónicas.
"Tienen que creer en ti y eso dificultó las cosas para reinsertarme en el fútbol. Creo en un modelo de funcionamiento y el Málaga me está permitiendo demostrar que algo que permitió la reconstrucción de la Real Sociedad es reproducible en otros sitios"
Personalmente hablando, ¿qué ha supuesto esto para ti después de una salida difícil de la Real y de estar varios años fuera de mercado?
Satisfacción por volver al fútbol. Sí es verdad que, en esos años, después de salir de la Real Sociedad por diferentes motivos, hubo opciones y estuve hablando con algunos clubs, pero yo tengo un perfil muy construido de cómo veo el fútbol y cómo veo un club de fútbol. Quizá no tenemos esa facilidad para amoldarnos a cualquier modelo. Los que hemos vivido siempre metidos en una Ciudad Deportiva como la de la Real Sociedad, aunque luego también estuve jugando en el Athletic Club, dos clubs que son muy parejos, con un modelo de club de trabajo, de esfuerzo, de mejora, de trabajar con gente joven, de que las cosas llevan un proceso, de que no todo se hace pensando en el corto plazo... eso dificultó un poco mi instalación otra vez fuera de la Real Sociedad. Yo creo que también el mundo del fútbol y yo creo que a veces no de manera acertada, nos tienen catalogados como directores deportivos de un perfil de club muy concreto. Es verdad que, en cierto modo, tenemos unos criterios, unos parámetros, unas modas, una manera de hacer que no es fácil de exportar.
Tienen que creer en ti y eso dificultó un poco las cosas para reinsertarme en el fútbol. Pero bueno, lo tenía claro. Yo tengo una idea de cómo quiero hacer las cosas, creo en un modelo de funcionamiento y creo que Málaga me está permitiendo demostrar que no igual, porque es imposible recrear un modelo por la idiosincrasia social, por el perfil de los chavales, de los jóvenes, pero creo que el Málaga me está permitiendo demostrar que algo en lo que permitió la reconstrucción de la Real Sociedad, salir de Segunda División y llegar a jugar la Champions otra vez y regenerar un modelo de cantera que lo tenemos muy interiorizado y que, quizá, en aquel momento se había dejado ahí también en San Sebastián, me está permitiendo decir claramente que las cosas se pueden imitar y que creer en algo es reproducible en otros sitios aunque no sea al cien por cien.
La alegría para Loren será doble porque en Málaga las cosas están saliendo y la Real, el equipo de tu corazón, se ha convertido, en los últimos años, en el equipo de moda. Desde la distancia, ¿cómo está viviendo la situación de la Real?
Con mucha satisfacción y con mucha alegría. Siempre he dicho, incluso cuando estuve jugando en el Athletic, que yo soy de la Real. Ahora, profesionalmente hablando, estoy en el Málaga y soy del Málaga, siento el Málaga, pero nadie me va a negar que mi equipo, cuando deje de estar en este mundo, será la Real. Lo estoy viviendo con mucha alegría porque creo que es la consecuencia de un proyecto de diez años, que se regeneró porque la Real Sociedad había tenido una forma de hacer durante toda su historia y eso desapareció en los tres años de Segunda División. Entonces se vivió un momento crítico con la llegada de Badiola al club y todo el trauma que generó todo aquello, con esa separación de la masa social también, que hubo problemas de identidad, pero fuimos capaces de aunar todo eso otra vez y, en esos diez años, ascender a Primera División y generar un proyecto de futuro y, con las ventas de jugadores que nos propiciaron más de 200 millones, salir del Concurso de Acreedores. A los tres años estábamos jugando la Champions.
"Todo lo que ha llegado a partir de entonces en la Real, con los que han estado después de marcharme yo, creo que ha sido un poco el refrendo de todo aquel trabajo que se hizo, y, por lo tanto, la continuación de ese modelo"
Director Deportivo del MálagaTodo lo que ha llegado a partir de entonces, con los que han estado después de marcharme yo, creo que ha sido un poco el refrendo de todo aquel trabajo que se hizo, y, por lo tanto, la continuación de ese modelo, mejorado por supuesto, mejorado porque también las condiciones económicas han permitido que los fichajes fueran de otro perfil, pero siempre basándose en un modelo que se generó y que lo había tenido la Real en su historia. Me alegro muchísimo por Imanol con el que he convivido muchos años en el Sanse, por Mikel Labaka, Ion Alemán…Todo un grupo de gente que trabajamos juntos durante aquella época y que luego no han hecho más que crecer. Por lo tanto, siento una alegría inmensa.