El viaje de Loren de la Real Sociedad al Athletic no fue idílico: "Recuerdo el fichaje con inconsciencia"
Lorenzo Juarros, hoy director deportivo del Málaga, recuerda cómo se gestó su llegada a Ibaigane a cambio de 300 millones de pesetas en el verano de 1989.
Lorenzo Juarros (Mambrillas de Lara, 1966) ha conseguido, desde su puesto de director deportivo, enderezar el rumbo de un Málaga que tocó fondo con el descenso a Primera RFEF en mayo de 2023. El conjunto malacitano vuelve a ver la luz, ahora en Segunda División, de la mano de un Loren que, desde la distancia, también disfruta de cómo le van las cosas a su querida Real Sociedad, entidad en la que ha pasado más de media vida, primero como futbolista y luego como integrante del organigrama técnico.
Una vida deportiva que también le llevó a convertirse en uno de los fichajes más caros en la historia del Athletic Club, cuando en el verano de 1989, la entidad de Ibaigane desembolsó 300 millones de las antiguas pesetas por un prometedor delantero de 23 años. La apuesta no resultó exitosa. Loren, a pocos días del derbi de San Mamés, echa la vista atrás y recuerda en Relevo todo lo vivido en aquella época.
Aprovechando que este domingo hay derbi en San Mamés, tú que vestiste ambas camisetas, ¿qué supone para un jugador este tipo de partidos? ¿Hay una sensación diferente dependiendo de la camiseta con la que lo hagas?
Yo creo que se vive de la misma manera en un lado o en el otro, con mucha intensidad y con mucha ilusión. La gente de Gipuzkoa lo vive así y la de Bizkaia, también. Los jugadores no somos ajenos nunca a esa pasión. Es cierto que es un partido que no significa, muchas veces, lo que va a ser la clasificación final, pero desde luego, nuestra masa social, la masa social de cada equipo, lo transmite así y, por lo tanto, los futbolistas lo viven de la misma manera.
¿Para ti, tanto en el Athletic como en la Real, era el partido más importante del año?
Era muy importante. Es verdad que luego te tocan partidos en los que te estás jugando algo más o lo que sea, pero sí, yo creo que, sin pensar en nada más, en objetivos finales de temporada, el derbi es el partido más importante del año, sin ninguna duda, por lo que representa para nuestra masa social y por lo que representa para toda la gente que está detrás de cada equipo, detrás de cada jugador. Ganar el derbi siempre ha tenido mucha importancia para los dos clubes.
Ya ha pasado mucho tiempo, pero ¿cómo recuerdas tu fichaje por el Athletic? ¿Cómo lo viviste?
Con cierta inconsciencia. Lo he reconocido en alguna ocasión. Fui feliz el tiempo que estuve en el Athletic. Creo que es un grandísimo club, que cuando entras, vengas de donde vengas, te identifican como que eres una parte más de ellos, así de claro. Pero no estaba preparado, era muy joven y había vivido unos años en la Real Sociedad idílicos. Los tres primeros años que hice en la Real Sociedad con la llegada de Toshack, cuando debuté, fueron unos años fantásticos jugando al lado de jugadores descomunales como Zamora, Bakero, Txiki, López Rekarte o Larrañaga… Fueron años fantásticos en los que ganamos una final contra el Atlético de Madrid y jugamos otra contra el Barcelona. Y llegó el Athletic. No es que Loren se marchase al Athletic, sino que el Athletic pagó la cláusula. Es verdad que al final tú tenías que decidir qué hacías, pero también es verdad que el club en aquel momento decidió que era imposible sujetar a Loren por el dinero que iba a ingresar y por lo que la Real Sociedad me podía ofrecer a mí. Por eso digo que lo viví con cierta inconsciencia y que me ha servido también para asesorar en este tiempo a chavales jóvenes a la hora de cambiar de equipos cuando todavía no estás muy formado ni en lo futbolístico ni en lo personal.
Se dio esa situación. No me arrepiento porque es así. Pero cuando lo analizo creo que no estaba preparado ni de una forma ni de la otra para asumir un reto como era pues eso, ser ese fichaje de tanta trascendencia.
¿Lo pasaste mal?
No, porque me trataron muy bien en Bilbao. Te lo digo, estoy encantado y el trato, a pesar de que las cosas deportivamente no salieron como todos pensamos que podían salir, fue impecable. Sigo yendo a Bilbao a ver partidos y la gente me aprecia, me quiere y entiende las cosas como son, cómo es el fútbol, que a veces no funciona, pero ya te digo que, en ese sentido, ningún tipo de problema.
Me refiero a pasarlo mal personalmente. Antes no se hablaba tanto de salud mental…
No se hablaba de la salud mental, del tema de estar estructurado ya mentalmente para esas cosas, ¿no? Y posiblemente bueno, como no se hablaba de estas cosas, pues lo íbamos digiriendo nosotros como podíamos, de manera interna, compartiéndolo con los más cercanos, pero sin transmitirlo también. Pero sí, claro que lo pasas mal cuando, deportivamente, ves que las cosas no te salen, que habías ido con unas pretensiones o que todo el mundo esperaba mucho más de todo. Ni me salieron bien las cosas, ni al Athletic le salieron bien las cosas como equipo. Hay momentos en los que te sientes frustrado, te sientes un poco decepcionado contigo mismo, pero como en aquellos tiempos no se habla tanto de esto, pues lo íbamos digiriendo y luego asumiendo las decisiones que vas tomando, ¿no? Y fruto de eso fue la decisión de salir al Burgos dos años y esa decisión fue muy positiva porque me permitió volver a la Real Sociedad.
"Ni a mí ni Al Athletic nos salieron bien las cosas. Hay momentos en los que te sientes frustrado, decepcionado contigo mismo, pero como en aquellos tiempos no se hablaba tanto de salud mental, lo íbamos digiriendo y asumiendo con decisiones"
Director Deportivo del MálagaLa vida es un camino de baches, que los tienes que ir superando. A nadie le sale todo rodado siempre y tenemos que ser capaces de superar momentos de dificultad. Algunos somos capaces de superarlos individualmente, sin ayuda, y otros pues bueno, quizás necesitan ayuda también de vez en cuando para superar todo esto, pero que es un camino de dificultades y que tienes que aprender a sobrellevarlas, a vivir con esa presión, con ese estrés, con esa ansiedad que a veces tienes algunas veces, pero que, bueno, pues el forjarte un carácter, una personalidad. Te ayuda también a sobreponerte de todo esto. Y en el mundo del fútbol, si no eres capaz de sobrellevar eso, es muy difícil vivir hoy en el mundo del fútbol. Si en aquella época era mediático, pues ahora fíjate. Antes solíamos comentar que para ser portada de un periódico deportivo, de un programa deportivo, tenías que haber jugado 50 partidos en Primera División. Y hoy debutas en Segunda incluso y ya eres portada con 17, con 18, con 19 años. Mira si tienes que estar estructurado bien. Los clubes cada vez trabajan mucho más el tema psicológico para preparar a esos chicos para lo que les viene en el futuro.
Por cierto, con el adiós de Olabe se pone a la cabeza de la dirección deportiva a alguien que tú fichaste del Eibar, como es Erik Bretos…
Fue a través del fútbol base, de Luky Iriarte. Me informaron que había un chico que estaba en el Eibar haciendo las cosas bien y si se incorporó al staff de la secretaría técnica. Trabajó conmigo durante los últimos años y luego ya se incorporó con Roberto Olabe. Que tenga ahora la oportunidad de demostrar su capacidad creo que es bueno para el club, porque no va a hacer más que darle continuidad a todo lo que conoce. Es una persona que desde luego tiene el conocimiento de todo lo que es la Real Sociedad, de cómo ha sido todo el proceso para llegar hasta esa situación. Así las cosas, creo que es una buena decisión.
Tú que conoces a Erik Bretos, ¿qué sensación tienes? ¿Cómo es?
Pues es un amante del fútbol. Desde el primer día que tuve la primera charla con él, lo vi como un apasionado del fútbol. Un chico organizado, que tiene las cosas claras, que lo vive con mucha intensidad, con ganas de crecer. Le vi con ganas de hacer cosas, de innovar. Mucho más joven que yo... Siempre me intento actualizar y en el mundo del dato, de la inteligencia artificial, nosotros, los más clásicos, nos tenemos que adaptar a todo eso. Ellos ya vienen con el dato integrado. Nosotros venimos un poco más de lo subjetivo, aunque la Real Sociedad, históricamente, ha sido de los clubes que han empezado a manejar datos mucho antes que otros. Hemos sido unos avanzados en ese sentido, pero le veo a Erik con mucha ilusión, con muchas ganas y con un perfil más moderno en cuanto a lo que son las direcciones deportivas.
Espero, eso sí, que le haya quedado algo de esa visión subjetiva, de esa visión de los que llevamos ya unos años en el fútbol y que nos hemos basado también bastante en la intuición, porque al final yo creo que la intuición no es ni buena ni mala, la intuición buena está basada en la experiencia de lo que has vivido, de lo que has hecho, de lo que te ha salido bien, de lo que te ha salido mal a la hora de tomar decisiones. Y eso también es importante. Hoy en día hay tecnologías para analizar también muchos más datos, pero creo que la experiencia y la intuición, en muchos momentos, también son importantes. Lo subjetivo también es importante a la hora de tomar decisiones en el fútbol.
Echemos la vista atrás en el tiempo, a su salida de la dirección deportiva de la Real. Dio la sensación de que todo lo malo que pasaba en ese equipo era culpa de Loren. ¿Tiene esa sensación?
Hay que convivir con la crítica y con el que todo es mejorable. Yo siempre dije que, cuanto más arriba estás en una organización como es un equipo de fútbol, estás más cerca de estar fuera. Después de dejar de ser futbolista en la Real Sociedad, estuve como técnico en los infantiles, con Gonzalo Arconada en el Sanse y con Amorrortu en el primer equipo como segundo entrenador. Fui creciendo, viendo toda la estructura del trabajo, aunque ya la conocía, porque también, como jugador, había pasado por todas las categorías. Estar diez años, hoy en día, en un club de fútbol son muchos años para todos. Siempre se quiere aspirar a un poco más. La primera aspiración era salir del concurso de acreedores, luego ascender de Segunda, luego jugar en Europa y conseguimos jugar en la Champions y en la Europa League. Así es la vida. Ya lo he dicho que cuando la gente va subiendo la escalera, va teniendo más ambiciones y, en este sentido, yo lo viví con cierta naturalidad. Los entrenadores con los que conviví, afortunadamente, la mayoría de ellos consiguieron éxitos. Desde Martín Lasarte que consiguió el ascenso, hasta Philippe Montanier, que nos metió la Champions, sin olvidarme de Jagoba Arrasate, que nos clasificó para la previa de Europa League. Eusebio también nos metió en Europa League. El año que salí yo de la Real Sociedad, el equipo terminó jugando los dieciseisavos de final de la Europa League con el Salzburgo, que no era poca cosa.
"Tuvimos momentos difíciles en los que tuvimos que sacar al club de situaciones complicadas deportivas y económicas. Lo hicimos y mi salida de la Real era el mejor momento para no enturbiar todo eso que se había generado en positivo"
Director deportivo del MálagaLoren y su equipo de trabajo tuvieron momentos mejores y peores. Además la convivencia con Jokin Aperribay durante estos 10 años fue muy buena. Tuvimos momentos difíciles en los que tuvimos que sacar al club de situaciones complicadas deportivas y económicas. Lo hicimos y yo creo que era el mejor momento para no enturbiar todo eso que se había generado en positivo. Entonces, no hay ningún tipo de reproches. Al contrario, felicidad por los 10 años que tuvimos allí, que fuimos capaces de consolidar el equipo en la élite. Luego, los que llegaron, se apoyaron en todo eso, mejorándolo por supuesto.
¿Cree que se fue injusto con Loren?
No, no tengo esa sensación. He jugado 18 años como profesional y conozco muy bien lo que es lo justo y lo injusto. El fútbol es justo e injusto cada día. Hablar de justicia dentro del mundo del fútbol creo que no es una valoración buena. Me siento muy querido en San Sebastián. Salir de un sitio siempre es una situación que a veces no se entiende. Pero repito que yo me he sentido muy querido en San Sebastián. Vuelvo y la gente me quiere. Creo que se reconoce el trabajo que se hizo en aquel momento y, en ese sentido, absolutamente contento y satisfecho de todos aquellos años y sin ningún tipo de reproche a nada.