Un apagón en Castalia explica por qué el Castellón es la revelación de Segunda: "Olvidé pagar la factura"

El Castellón-Granada vivió uno de los momentos más extraños de la temporada en Segunda División y casi que deben agradecer que no terminara peor de lo que lo hizo. A la misma hora que la Champions, se disputaba en Castalia un partido más de la jornada intersemanal de la segunda categoría, pese a que la luz trató de impedirlo. El partido se tuvo que interrumpir hasta en dos ocasiones, una de ellas con un importante parón. De milagro, dos de las torres de luz que se apagaron en su totalidad se recuperaron en cuestión de minutos, salvando los muebles.

A los diez minutos de encuentro, llegó el primer apagón. Un frenazo inesperado sin aparente explicación hacía saltar las alarmas. El duelo estuvo detenido durante más de tres minutos sin señal de que se fuera a reanudar de forma inmediata. Pero volvió la luz.

Llegó un segundo apagón a los 19 minutos, que hacía ver que el problema no era puntual, sino más bien estructural. En esta ocasión, tan solo duró cuarenta segundos, para respiro de todos los presentes.

Quién sabe si influyó, pero lo cierto es que el Castellón estrenó este martes un sistema de iluminado para conectar con la afición que quizás pudo pasarles factura. La mayoría de encuentros en Castalia se habían disputado a horas de día y en Segunda División no es habitual el horario de las 21:00.

Por ello, aprovecharon la ocasión para realizar el típico juego de apagados y encendidos constantes para que el público encendiera las linternas de su teléfono o cantara para presentar a los jugadores. Cabe recalcar que el Castellón cuenta con un sistema de luces LED de última generación desde esta presente campaña, como parte de la profesionalización, desarrollo e inversión que está ejecutando el club con el fin de asentarse en la élite del fútbol español.

Parte de ese proceso es liderado por Haralabos Voulgaris, presidente de la entidad. Llegó con algo de dudas, por su cartel de hombre polémico en Estados Unidos, pero ha afianzado el proyecto y ha convertido al Castellón en revelación de Segunda División tras lograr el ascenso.

Además, se ha caracterizado por su cercanía a una afición entregada. Por ejemplo, ha metido a su perro Óscar como uno más de la plantilla, muy querido por el vestuario y un motivo de alegría para el público. También por su actividad en redes sociales, donde no duda en contactar con los seguidores o interactuar en tono jocoso con aquel que llama a su puerta.

En esta ocasión, Bob Voulgaris también tenía una respuesta para el caos lumínico en Castalia: "Olvidé pagar la factura de la luz. Fue mi culpa".