FC BARCELONA

Xavi, contra las dudas del palco y dos sombras muy alargadas: Tuchel y Luis Enrique

El empate contra el Espanyol sentó especialmente mal en las altas esferas del Camp Nou.

Xavi, en un entrenamiento reciente del Barça./EFE
Xavi, en un entrenamiento reciente del Barça. EFE
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

"Este año somos más optimistas y más exigentes con nosotros mismos. Ganar títulos es el objetivo", dijo en mayo. "Con esta plantilla, hay que trincar títulos. Sobre todo la Liga", recalcó en agosto. Son extractos de Xavi en el documental FC Barcelona, una nueva era, en el que se repasan las últimas dos traumáticas temporadas del Barça, reflexiones a cámara primero y en la charla previa al debut liguero después que inciden en un mensaje claro: lo del curso pasado no vale. En eso están todos de acuerdo en Can Barça. Y claro, no ganar tiene consecuencias.

El visionado del documental, demasiado superficial para quien tiene la llave del contenido y excesivamente dulce tratándose de dos de los años más oscuros de la historia del club, recoge el primer no de Xavi al Barça y el posterior sí. Lo que lógicamente no muestra son las dudas que siempre tuvo Laporta respecto al egarense. Hubo llamadas al Muñeco Gallardo. Pero acabó imponiéndose la vía Xavi por lo emocional y también por lo que supone de escudo. Xavi era la apuesta lógica y de consenso. Gallardo hubiese sido una decisión muy personalista que, de salir mal, hubiera virado al socio hacia al palco de manera automática.

Precisamente el sábado en el palco sentó especialmente mal el empate contra el Espanyol. En los corrillos de los que mandan se habló mucho más del rendimiento del equipo y del juego que del árbitro. Evidenciándose, una vez más, y en caliente, todo sea dicho, las dudas que hay con el trabajo de Xavi. A la que el equipo pinche, la cicatriz del K.O. en Champions volverá a escocer. La situación hoy es un empate en el liderato de Liga con el Madrid (a pesar de la derrota en el Clásico) y esa eliminación europea cuya digestión no finaliza. Si no valía el año pasado, menos aún en el curso actual, con una inversión en los dos últimos mercados de más de 200 millones.

Lo que se viene

El calendario no dará tregua al Barça en un enero con mucho en juego. Tanto como que más allá de la Copa (primera ronda contra el InterCity) y de una salida de máxima exigencia como la del domingo en el Metropolitano está también la Supercopa de España. En 2022 valió con competir contra el Madrid a pesar de la eliminación. No será suficiente este curso. O se da en la diana o las balas se irán agotando. Hoy el vaso se ve medio lleno.

Los que conviven más en el día a día con Xavi, Mateu Alemany y Jordi Cruyff, mantienen intacta su fe en el técnico. De hecho, se descarta de manera categórica cualquier tipo de decisión previa al final de temporada. Las notas se dan a final de curso y a pesar del varapalo deportivo y económico de la Champions todavía tiene arreglo. Lo que llama la atención es que con un empate accidental en casa (un penalti inocente, una catarata de ocasiones, una expulsión...) y manteniendo el liderato, el mood en el palco fuera tan crítico.

Tuchel... y Luis Enrique

El runrún va y viene. A la que el equipo engancha victorias, como antes del Mundial, se suaviza. A la que pincha, sube de nivel. Y ahí hay dos sombras muy alargadas que sobrevuelan por un Camp Nou en obras. Las de Tomas Tuchel y Luis Enrique. El alemán, que está sin equipo desde que fuera despedido de Chelsea el pasado noviembre, cuenta con la admiración de Laporta, al que considera uno de los mejores entrenadores del mundo, y la conexión de su agente con el presidente, del que es íntimo. Hablamos de Pini Zahavi, el mismo que consiguió sacar a Lewandowski de Múnich. Incluso hay quien asegura que Tuchel está aprendiendo español

El otro nombre que suena en los pasillos azulgranas es el de Luis Enrique. Libre tras su adiós a la Selección y con ganas de volver a entrenar un club, el asturiano es un mito azulgrana y tiene un poder de seducción y penetración entre el barcelonismo incuestionables. Lucho es el triplete de 2015 y un entrenador avalado públicamente (y con el paso del tiempo) por las grandes estrellas que dirigió en el Barça, empezando por Leo Messi.

"Aquí hay que apuntar a la excelencia, el notable no vale"

Xavi al vestuario Entrenador del Barça

"Este año la Liga no se puede escapar", insistió Xavi a sus jugadores antes de debutar contra el Rayo. Ahí estará el sello de la continuidad segura del técnico en el banquillo del Barça. De no ser este, habrá que ver el desempeño en Supercopa, Copa y Europa League para medir el trabajo de Xavi, que sabe el primero, porque lo vivió, lo que debe ser el Barça. "Aquí hay que apuntar a la excelencia, el notable no vale", espetó en su primera charla. Y ahora mismo, el equipo está muy lejos de ese listón.