REAL MADRID

Vinicius cambia de actitud... pero no de opinión con los árbitros

El brasileño recibió una rigurosa amarilla contra el Espanyol y ya es el segundo que más ha visto en LaLiga (8).

Vinicius, durante un partido con el Real Madrid esta temporada./Reuters
Vinicius, durante un partido con el Real Madrid esta temporada. Reuters
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

El partido contra el Espanyol se torció para el Real Madrid hasta que Vinicius decidió enderezarlo. El brasileño asume la responsabilidad ofensiva del equipo con naturalidad y, de la nada, se sacó un gol que fue el entrante de la posterior remontada de los blancos. Pero como es habitual y no por decisión propia, Vini volvió a estar bajo el foco por su relación con el árbitro, en este caso César Soto Grado.

El partido era tranquilo, pero el colegiado estaba dispuesto a que se le fuese de las manos. El punto de inflexión llegó cuando decidió mostrarle una tarjeta amarilla por una acción que para nadie en la grada (no muchos más tras la televisión) era merecedora de tal castigo. El extremo explotó y tuvo que ser controlado por Kroos. Vio la octava tarjeta dela temporada en LaLiga y se queda a una del más amonestado, Álex Baena (9). Durante la segunda parte, ya con el ambiente más caliente, la tuvo también con el cuarto árbitro.

"A mí me ha parecido ejemplar su actitud. Tiene que seguir así. Le han mostrado muchas amarillas para las patadas que recibe", le defendió Ancelotti. No le falta razón, y es que su pupilo controló sus ánimos la mayor parte del encuentro. Hay un cambio de actitud en él, pero viene motivado de la resignación.

Ancelotti defiende a Vinicius en rueda de prensa.

Enfadado y resignado

El entorno más cercano al futbolista explica a Relevo que está muy enfadado con el trato que recibe por parte de todos los árbitros en LaLiga. Entienden que la pasividad a la hora de pitar y castigar las faltas que le cometen y, por el contrario, las continuas amarillas que recibe son motivo suficiente para pensar que el jugador no cae bien al estamento y que le tienen tomada la matrícula desde antes del pitido inicial.

Este pensamiento es compartido por directivos en el club que entienden su frustración ante las continuas patadas que recibe. Consideran que los rivales van a por él para sacarlo del partido y critican la complicidad de algunos árbitros que, en vez de calmar la situación, se limitan a abroncar a Vinicius, quien es la víctima en la mayoría de casos.

"Es difícil lo mío con los árbitros. Conmigo los árbitros no pitan, y no sacan tarjeta para los demás. Y yo siempre que hago la primera falta me sacan tarjeta. Es lo que hay, tengo que intentar mejorar y estar con la cabeza tranquila para jugar y ayudar a mis amigos. Yo no quiero que los árbitros me protejan. Pero está temporada está pasando mucho, que me sacan la tarjeta a mí y nunca al resto. Soy el jugador al que más faltas me hacen y el que más tarjetas tengo", aseguraba el atacante después del partido del Espanyol reflejando su desesperación.

Miembros del vestuario también le han pedido en varias ocasiones que rebaje sus protestas, especialmente en partidos fuera de casa en los que calentar a la afición rival no suele ser buen negocio. Pero, a su vez, son los primeros que ven las patadas que recibeconstantemente, además del trato que recibe por parte de los colegiados y, en las últimas semanas, se les ha visto más proactivos a la hora de protestar algunas acciones contra él.

Se trata de una sombra que, salvo giro radical, acompañará a Vinicius los próximos meses. Quizás toda su carrera. Es un jugador caliente, sin miedo de ir al choque o de protestar si se considera que se está cometiendo una injusticia. También se encara con las gradas rivales, desatando la ira de muchas de ellas. Es el enemigo número uno de muchas aficiones en España. Pero lo que no quiere ser en ningún caso es enemigo de los árbitros, y así lo siente él.