Baena y Barry obran una remontada que sabe a Champions
El Villarreal levanta un partido de alto voltaje que deja tocado a Carrión
Preparar una final antes de disputar otra más. Los groguets cerraban la jornada 8 con medio ojo en la visita al Bernabéu del próximo sábado, y con el otro, entrar en puestos Champions. El derecho de tener que coger algo de aire antes de una gran batalla, pero el deber de seguir siendo ese martillo pilón que ha vuelto a empoderar al Villarreal. Dos premisas con las que Marcelino tenía que enfrentarse a una Unión Deportiva Las Palmas que sigue sin ganar, que mantiene esa asfixia por ver que las coas no salen bien y, sobre todo, con esa presión de verse ya hundido en la tabla, sin acariciar la luz del final del túnel. La Cerámica celebraba un partido donde ninguno de sus protagonistas está para bromas.
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Y el arranque lo dejaría más que claro. De un pisotón a Kirian fruto de la intensidad, a una contra relámpago con Denis Suárez dando un centro a Barry. El atacante, que tenía la difícil tarea de suplir a Ayoze, estaba solo en el remate. Pero mandó el balón a los guantes de Horkas. Al menos, tendría la consolación de ver el banderín levantado. Pero el equipo de Carrión, si bien no está en su mejor momento, siempre saca garra. Y con personalidad. En lo que podía parecer un escenario de sufrimiento, acabaría siendo de control y explosividad en ataque. En una conducción espectacular de Moleiro por la banda izquierda, se saca un pase atrás muy bueno, pero Fábio Silva, en el área pequeña, no está acertado y envía su disparo fuera. Los pequeños detalles que marcan la diferencia, y que siguen atascados.
El Villarreal, mientras buscaba salir por la derecha, se encontraba más de Moleiro y de Benito. Una dupla que estaba imparable. Profundidad y precisión se combinaban para que McBurnie rematara en plancha un balón que obligó a la salvada de Diego Conde. Se empezaba a poner nervioso a Marcelino, porque la partida de ajedrez, con dos equipos en constante ataque, es un escenario que nunca agrada cuando quieres tener control. Y mucho menos en tu casa. Escenario, donde el primer chispazo podía desencadenar fuego cruzado, que pedía a gritos a Parejo. Y ahí estuvo para agarrar las riendas del partido. En un visto y no visto, Barry se volvió a ver solo en el área para hacer gol. Pero, de nuevo, su remate no estuvo afinado.
Pero el sonar del submarino seguiría orientando al equipo. Incluso, en una falta lateral. Un balón perfecto para Bailly, pero no consiguió rematar. El balón se quedó muerto en el área pequeña. Sergi Cardona buscó cruzar su disparo, con medio gol cargando la animación en el luminoso. Pero Horkas dio el primer golpe sobre la mesa con un pie prodigioso, de las intervenciones que hacen olvidar que es el suplente. Aunque duraría poco la fiesta, porque, tras otro paradón en el área contraria a un Moleiro que seguía dando guerra, llegaría el gol de los groguets. Contra por la izquierda, Barry acaba ganando la pelea por dentro, pisa área y se la da a Pepe, que recibe solo dentro del área, controla, se revuelve y termina la jugada para mandar al conjunto de Marcelino a túnel de vestuarios con otra cara. La de la tranquilidad.
Pero duraría poco. En cuanto se sentó en su banquillo, mientras ejecutaba la entrada de Baena, Fábio Silva igualó el marcador. Pase al espacio muy bueno de Januzaj, donde el ariete sí acierta en esos pequeños detalles. Con una vaselina, dejando clavado a Conde, Las Palmas sumaba su gol al luminoso. Y el partido entraría en un reguero de pólvora prendida. Porque en la siguiente jugada, los groguets tendrían un penalti a favor tras un error en salida de Álex Muñoz. Pero en la portería estaba la ambición de Horkas. Y Baena se toparía con el muro croata. O más bien, el héroe croata.
El subidón emocional que provoca un momento así pudo extrapolarse en remontada. Porque Januzaj se estrelló con el larguero tras un latigazo tremendo desde fuera del área. Pero la electricidad era una constante, y rápidamente Baena contraatacaría con una volea que besó la cruceta. Fruto de ser el local, crecería más y más el Villarreal. Y a balón parado, como ya demostró el año pasado que se pueden rascar puntos valiosos, perforarían la red de Horkas... en fuera de juego. Centro al segundo palo, cabezazo de Bailly que iba para dentro y Barry la empuja debajo de la portería, en fuera de juego. Le quitó el gol a su compañero. Increíble
Pero el arma maestra del equipo más goleador de LaLiga es el mejor asistente español. Y el penalti fallado no le haría bajar los brazos y fallar a su cita. Todo lo contrario. Centro tocadito desde la izquierda para que Barry, por fin, mandara el balón dentro. El gol que levantaría a todos en La Cerámica llevaba la mención de Álex Baena. Y más tarde, encabezando una contra de 50 metros con caño al héroe de la noche, llevaría su firma. Con él, aunque sea suplente, este Villarreal es de Champions. Tres puntos que animan el asalto al Bernabéu. Y también, mantienen las nubes en las Islas Canarias.
🏍️ La moto de Álex Baena.#LaCasaDelFútbol #LALIGAEASPORTS pic.twitter.com/39PCbFE0lL
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) September 30, 2024
-FICHA TÉCNICA:
VILLARREAL: Diego Conde; Femenía, Costa, Bailly, Cardona; Parejo, Gueye (Comesaña, min 77'); Denis Suárez (Baena, min 46'), Ilias (cabanes, min 77'), Pépé (Terrats, min 87'); Thierno Barry
LAS PALMAS: Horkas, Álex Muñoz, Álex Suárez, Herzog (Viti, min 77'), Essugo, Kirian (Javi Muñoz, min 62'), Januzaj (Loiodice, min 77'), Moleiro, Benito, Fabio Silva y McBurnie (Fuster, min 62').
TARJETAS: Álex Suárez (min 35') Fábio (min 52'), Horkas (min 50')
GOLES: Pepé (min 44'), Fábio (min 47'), Barry (min 84'), Baena (min 90+7')