El vestuario levanta la voz contra la huelga de animación: "Es una mierda; esto no define al Athletic"
Iñaki Williams y Unai Simón fueron muy críticos con el sector de la Grada Popular que está en huelga por un conflicto con la directiva.

El vestuario del Athletic Club ha dicho basta. Y el mensaje no lo pronunció un cualquiera. Iñaki Williams y Unai Simón, dos de los referentes del equipo y muy respetados tanto por sus compañeros como por la afición, levantaron la voz para quejarse por la huelga de animación que se vive en San Mamés desde el pasado mes de diciembre. Ante el Leganés se vivió un nuevo partido sin apenas ruido en las gradas e incluso con algún conflicto en la zona de animación entre diferentes aficionados. Unos querían animar y otros mantener la huelga, algo que acabó por encender a los jugadores, que se pronunciaron en la sala de prensa tras el partido. "Esto es una mierda". "No nos sentimos identificados". "Esto no define al Athletic"... Estas son algunas de las frases de Iñaki y Simón en una de las declaraciones más fuertes y contundentes que se les recuerda.
"Somos conscientes de que esto no está beneficiando a nadie y todos estamos sintiéndonos perjudicados. Días como el de hoy para el Athletic y para el equipo son muy tristes", respondió Iñaki en cuanto se le preguntó por la ausencia de animación, que inició ante el Villarreal el pasado mes de diciembre y se declaró indefinida en la previa del choque de Copa del Rey ante Osasuna en este mes de enero. "Estamos haciendo una temporada muy buena, venimos de ganar un título después de 40 años, estamos cuartos en liga, con la clasificación a octavos en Europa League casi cerrada... Es triste que se escuche ese runrún, que no se deje animar a gente que quiere animar, que haya pitos... Eso no define al Athletic", continuó el delantero.
"Me sumo a lo que dice Iñaki. Estamos en esa cuarta plaza, estamos en una situación en Europa que todos hubiésemos deseado a principio de temporada y la situación que estamos viviendo con la afición es una mierda", decía el portero, visiblemente molesto e incluso conteniéndose para no ir más allá. "No nos sentimos identificados con lo que está ocurriendo y lo que toca las narices es que nosotros, los jugadores, no tenemos ninguna culpa de lo que está pasando y se nota mucho", seguía Simón, que incluso se refirió a la eliminatoria ante Osasuna. "Necesitábamos la ayuda de nuestra afición y no la tuvimos".
"La situación que estamos viviendo con la afición es una mierda. Animo a la gente que no quiera animar que se quede en su casa"
Portero del AthleticIñaki también fue muy contundente en el cierre de su intervención al respecto de esta huelga y estos enfrentamientos. "Ese Athletic gu gara con el que hemos crecido todos, por momentos se está evaporando y me gustaría que se solucionase lo más rápido posible. Que estemos todos unidos. Así es cuando el equipo va en volandas y cuando el equipo al acabar aplaude a su afición". De hecho, los jugadores han dejado de acercarse al fondo tras el encuentro desde que iniciaron la huelga. Este fue el tercer encuentro sin animación del sector más ruidoso, aunque también ante el Elfsborg tuvieron un parón de 30 minutos para protestar por lo que ellos consideran que es una represión policial y del club.
"Me da un poco de pena porque el Athletic siempre se ha caracterizado por ser una de las mejores aficiones del mundo y hoy no se ha dejado animar a quien sí quería. Animo a la gente que no quiere animar a que se quede en su casa. Porque nosotros queremos seguir haciendo nuestro camino y que se respete a los que quieran animar", concluyó Unai Simón.
Sin solución
Este es un nuevo capítulo del gran lunar de esta temporada rojiblanca. Desde hace unas semanas se ha enrarecido el ambiente. El sector que suele organizar la animación viene quejándose de diferentes multas y expedientes abiertos desde hace meses, lo que ha llevado a un enfrentamiento directo con la directiva. Incluso, Jon Uriarte tuvo que presentar una denuncia tras recibir amenazas a la salida del encuentro ante el Real Madrid jugado en San Mamés en diciembre. El club ha sido contundente en las últimas semanas y no parece que la solución esté próxima.