ATHLETIC CLUB

La angustia de ser futbolista y padre de un bebé que llora todas las noches: "Antes de partido me iba a un hotel pero me sentía mal por mi mujer"

Sin ponerlo de excusa ni como único factor, el centrocampista reconoce un bajón tras ser padre el curso pasado y perder el foco.

Vesga llega a una concentración en el momento que padecía la falta de descanso./Athletic Club
Vesga llega a una concentración en el momento que padecía la falta de descanso. Athletic Club
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Mikel Vesga sonríe en cuanto se le habla de su hija y de su pareja, con la que ha vivido en este último año una experiencia única. Un cambio drástico de vida que hoy disfruta y echa de menos en cada viaje largo por Europa. Hace unos meses, la realidad era otra. Más complicada. Sin graves problemas, pero sí con esas mismas complicaciones que viven muchos padres y madres, más aún cuando son primerizos. Antes de iniciar la charla con Relevo, con la grabadora y la cámara apagada, hablamos de ello en privado. "¿Te importa tratarlo públicamente?", le preguntamos. Acepta, como un ejercicio para conocer más a la persona detrás del futbolista y, sobre todo, dialogar sobre situaciones que se dan en el día a día de un vestuario y sobre las que se pone poco foco.

Deja claro que no quiere frivolizar sobre ello ni hacerse la víctima de nada. Ni mucho menos. En un mundo del fútbol cada vez más profesionalizado, en el que el descanso es tan importante como el entrenamiento y la concentración marca el rendimiento, un cambio de vida tan abrupto es un factor más a tener en cuenta. Ya lo adelantaba en la primera entrega de esta charla publicada en Relevo, como uno de los factores que afectó en un bajón de rendimiento y que cambió su estatus en el equipo.

Llegó al diciembre pasado como titular indiscutible y, junto a la explosión de Beñat Prados, él vivió una situación que le superó por momentos. "No tuve una paternidad, o un inicio de paternidad, fácil. No quiero achacarlo solo a eso porque hay muchos factores, pero una parte puede empezar por ahí", reconoce ahora con la tranquilidad de haberlo ya dejado atrás con el paso de los meses.

"A mí se me ha hecho duro en el día a día, muy duro. Al final nos dedicamos a esto y el descanso es casi innegociable. Antes del partido dormía en otra habitación, voy al hotel o lo que sea, pero claro, saber que tu pareja está... Nosotros, por ejemplo, estuvimos complicados en cuanto al sueño. Y saber que la otra persona está fastidiada, quieras o no, a uno le agobia. Me hacía sentir un poco mal en muchos momentos. Incluso más que por el descanso, quizá por falta de concentración y porque me he comido un poco la cabeza", responde en primer lugar.

Vesga habla sobre los momentos más complicados durante su paternidad.Relevo

Sin problemas de salud ni grandes preocupaciones, por suerte, pero Mikel y su pareja apenas dormían. La bebé lloraba sin descanso y encadenar más de una hora de sueño en ese era momento imposible. No llegó a hablarlo directamente con Ernesto Valverde, aunque el técnico era consciente de ello por la cercanía que existe en el vestuario rojiblanco. "Sí que saben de tu situación, todos sabían que mi hija no dormía bien, y aquí (en Lezama) hablamos entre todos y los que hemos sido padres lo comentamos en el día a día".

"Yo sentía que venía y estaba bien, o sea, no descansado, pero yo creo que entrenaba bien. Yo lo achaco más a temas de concentración, de que no estaba a lo que tenía que estar muchas veces", admite ahora. Esto sucedía mientras el Athletic seguía superando rondas en la Copa del Rey rumbo a un título histórico, Beñat Prados se convertía en pareja de Iñigo Ruiz de Galarreta y Vesga no encontraba la continuidad necesaria. Tuvo unos partidos como titular, pero fueron "malos, muy malos".

Una de las soluciones fue, como explicaba antes, buscar el sueño por separado en la previa de los partidos. "La noche antes seguro. O dormía por mi cuenta porque si no ya sí que no, o si no me iba al hotel de concentración la noche antes del partido". Pese a que el Athletic cuando juega de local no concentra hasta la mañana del partido e incluso habitualmente viajan en el día cuando lo hacen de visitantes, Mikel encontró esta alternativa de adelantar su concentración en busca del descanso que necesitaba, aunque "con la pena" de dejar a su pareja. "Me llevaba la preocupación", reconoce, repitiendo que no es algo excepcional y que hay vivencias mucho más duras, pero que en su caso se le hizo complicado.

"No sé si van a enfadar en casa", dice entre risas al ser preguntado, antes de admitir con cierta vergüenza que en aquellos días estaba "deseando ir de concentración". Por suerte, con el crecimiento y sus propios aprendizajes fueron viendo la luz en este sentido y pudieron acabar con esta preocupación. "Ahora ya estamos encantados, ya no es excusa de nada porque ahora tenemos mucha suerte en nuestro caso y dormimos toda la noche.

De hecho, en estos días se le hacen largas las concentraciones, más aún en una temporada en competición europea y con viajes largos como el último a Bulgaria. Deseando volver a casa a compartir y disfrutar de ellas. "Sé que mi pareja ahora se queda bien porque no da problemas, pero es verdad que estar una semana fuera se hace duro porque sé lo que significa estar sola con una pequeña todo el día. Y se les echa de menos. Parece mentira, antes con ganas de marchar y ahora cuesta dejarles".