El Valencia no pagará deuda durante los años de construcción del Nuevo Mestalla
El club no verá beneficios del Nuevo Mestalla hasta dos años después de su inauguración, pero ha logrado un plazo de dos a cuatro años de carencia para no pagar dinero del préstamo.
Son tiempos de cambio en el Valencia Club de Fútbol. El préstamo con Goldman Sachs y el hecho de que el Nuevo Mestalla vaya para delante son dos elementos claves para el futuro de la entidad, obligada a dar un giro de 180 grados a su estructura. Económicamente, los dos préstamos con el banco norteamericano (más de 100M de liquidez para el nuevo estadio y 120M para refinanciar la deuda, aproximadamente), dan otra dimensión al conjunto che a corto plazo: tendrá más margen de maniobra, redistribuirá lo que ha de pagar, aunque a la larga, por los intereses, pagará más.
Por otra parte, el Nuevo Mestalla será un giro en la estructura físicamente hablando. El club espera que con el nuevo estadio aumenten los beneficios de los 5M anuales que da Mestalla (como recinto, descontando campaña de abonos etc). A los 35M, aproximadamente, que esperan lograr de su nueva casa en alquileres a restauración, eventos etc. Se da, sin embargo, la situación de que tal y como argumentan fuentes financieras del club valencianista, el Nuevo Mestalla no dará beneficios hasta dos años después de su inauguración. De hecho, está previsto que su inauguración sea progresiva, como en la mayoría de estadios.
¿Cómo afrontará entonces el Valencia los pagos a Goldman Sachs? De manera muy progresiva o, al menos, así se negocia. En el acuerdo con el fondo financiero americano se ha pactado un plazo de dos a cuatro años en los que la entidad del Turia no tendría que pagar ni un solo euro al banco. Un 'holiday period' -como se dice en inglés- que le daría un tiempo en el que, literalmente, el club estaría en blanco en cuanto a deuda: no tendría deuda con Caixabank y Rights and Media porque la habrá liquidado Goldman, pero tampoco tendría que devolver el dinero al banco norteamericano durante esos primeros años.
La sintonía para que se dé este acuerdo es buena, pero como aluden fuentes financieras a este medio, se está cuadrando tiempo de carencia con tipos de interés (cuantos más años sin pagar, más intereses), pero haberlo, lo habrá. Lo ideal para el club sería que cuando el Nuevo Mestalla ya haya empezado a dar beneficios, la carencia acabe, aunque eso sí es algo inviable por puro 'timing'.
El acuerdo con Goldman Sachs se hará oficial en las próximas semanas y, a partir de ahí, el plazo de carencia empezará a contar para atrás, mientras que el Nuevo Mestalla está previsto que se inaugure en julio de 2027. De modo que, aunque el préstamo habrá que empezar a pagarlo antes de que el Nuevo Mestalla de beneficios, no habrá que esperar mucho para ello. Y, sobre todo, que en los años de construcción, lo más normal es que el club no tenga que pagar deuda.
Desde la entidad aluden que los tipos de interés del préstamo no son altos en comparativa a los que tenían con Caixabank. Así, el movimiento queda cuadrado casi como un puzle para que el Valencia durante los años de construcción del Nuevo Mestalla no tenga un ahogo económico mayor que el que ha tenido hasta la fecha y no tenga que pagar deuda. Cuando empiece a pagarla (si fueran 2-3 años, en 2026 o 2027), quedarían apenas 1-2 años para que el estadio empezara a dar beneficios.