FC BARCELONA

El transatlántico y la nostalgia boicotean a Xavi

La época mágica de Guardiola y Luis Enrique y el ruido constante difuminan el meritorio lavado de cara del Barça.

Xavi Hernández, durante la presentación oficial de la plantilla 2022-2023. /FC BARCELONA
Xavi Hernández, durante la presentación oficial de la plantilla 2022-2023. FC BARCELONA
Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Líder consolidado en liga, con la Supercopa de España ya ganada y a un paso de la final Copa, Xavi Hernández tiene argumentos sólidos para demostrar que su labor al frente del Barça está siendo de notable. Sin embargo, el permanente ruido que hay alrededor del club y la obsesión de algunos en seguir mirando hacia una etapa única e irrepetible condicionan el día a día del egarense, cada vez más consciente de que lucha contra un 'rival' imbatible: el recuerdo.

Tras derrotar al Valencia, el excapitán reconoció que el vestuario está con batería baja. Incluso el propio Xavi transmitió cansancio mental tras todo lo vivido en lo que va de 2023. No solo el tute del calendario, sino también los frecuentes incendios institucionales. En la previa del choque, el de Terrassa resumía el día a día al frente del Barça. "Esto es un transatlántico, aquí siempre hay ruido. Lo único que podemos controlar es cómo lo gestionamos de puertas hacia dentro", confesaba.

Son muchas las cuestiones extrafutbolísticas que conviven con la actualidad deportiva de la entidad azulgrana. Pese a ello, y sabiendo que en Europa no se ha dado la talla, el técnico ha logrado un meritorio lavado de cara a un equipo instalado en la dejadez total en los últimos años. Con Xavi ha regresado la disciplina, el sentimiento de grupo, la profesionalidad y también la intensidad necesaria para competir. El uso de las famosas palancas el pasado verano parecía poder acortar el proceso, pero el fútbol perdido no tarda dos días en volver.

Xavi valoró la situación de su equipo tras ganar al Valencia por la mínima. LALIGA

«Está bien ser exigentes, pero hasta cierto punto»

De hecho, es ese el principal punto de frustración en el Barça de hoy. Y Xavi es plenamente consciente de ello. "Hemos mejorado muchas cosas. Nos fijamos en cómo estábamos el año pasado, no en otras épocas del club. Lo hicimos años atrás y el listón es ese. Está bien ser exigentes, pero hasta cierto punto", reflexionó el técnico en lo que pareció un mensaje de queja hacia las expectativas, a veces irreales, del entorno culé.

Tras 50 partidos como entrenador del Barça en Liga, Xavi registra más victorias (37) que Guardiola (36). El juego de los azulgranas está lejos del ofrecido durante la etapa del 'Pep Team', pero mejora sensiblemente lo visto con Setién y Koeman en los últimos años. No obstante, algunos insisten en compararlo todo con un período en el que se juntó una generación única a nivel de talento. Seguramente, poco a poco Xavi va asumiendo que el fútbol de excelencia que él y sus compañeros practicaron durante tantos años no tiene calco posible. Él lo tiene asumido, pero no tanto quienes no dejan de buscar 'peros' a los progresos de su equipo: que si la posesión, que si estilo defensivo...

A fin de cuentas, Xavi compite contra todo. Contra la nostalgia, contra los problemas de fair play, contra el 'caso Negreira', contra las guerras internas del barcelonismo y, también, contra las prisas de una afición acostumbrada al caviar en lo que va de siglo. Es por esto que, a pesar de tener muy cerca levantar tres títulos esta temporada, parece que el Barça no haya subido tres o cuatro peldaños en poco más de un año. Como si el humillante 2-8 ante el Bayern hubiera sido un accidente y no un golpe de realidad. Esta guerra, el preparador catalán ya sabe que nunca podrá ganarla.