Toni Lato y la llamada de preocupación a su padre por la riada de la V-30: "Menos mal que ese día no cogió esa carretera"

El partido del pasado fin de semana ante el Alavés fue el más complicado en la carrera de Toni Lato. "Hay situaciones que son más importantes que un partido de fútbol", confiesa, con la voz todavía entrecortada de la emoción, el futbolista del Mallorca a Relevo. Natural de La Pobla de Vallbona, Lato vivió entre lágrimas el minuto de silencio que se guardó la pasada jornada en Mendizorra por las terribles inundaciones causadas por la DANA. Un encuentro que para el valenciano nunca se debió haber disputado. El defensa saltó al césped sabiendo que las riadas habían acabado con la vida de un antiguo compañero de equipo, José Castillejo. "Me enteré de la noticia porque un amigo que tenemos en común me avisó. Después de eso llamé a mis padres. Ellos ya lo sabían. No quisieron decírmelo antes del partido para que no estuviera mal. Te sorprende una barbaridad porque piensas, '¿cómo puede pasar esto?'. Mi familia fue a despedirse de él el otro día al tanatorio. Me sabe mal no haber podido estar allí por trabajo".

Desde la isla, a su padre fue al primero al que llamó cuando, por las noticias, empezó a ver cómo la riada empezaba los daños. "Estaba preocupado. Mi padre trabaja de estibador en el puerto y quería saber cómo estaba. Para ir a trabajar normalmente suele coger la V-30, que resultó ser la zona que se inundó y donde están los pueblos más afectados. Menos mal que el día de la riada cogió la carretera de Valencia", cuenta el lateral que, todavía hoy, sigue dando las gracias a Dios porque su padre no circulara aquel día por aquella trágica carretera.

Lato, que un día después de realizar esta entrevista sufrió una lesión muscular en el isquiotibial derecho que le impedirá estar en el duelo de este domingo ante el Atlético de Madrid, ha estado ayudando como un voluntario más en Son Moix para enviar todo tipo materiales a la Comunidad Valenciana.

La semana pasada lo fue más que esta porque falleció un compañero. El partido ante el Alavés fue bastante duro. De la noticia me enteré por un amigo de Valencia. Mis padres no me lo quisieron decir porque no querían que estuviera mal antes del encuentro. Fue difícil.

Me entero por teléfono porque empiezo a ver que está cayendo mucha agua y que todo estaba inundándose. Llamé a mi padre porque él trabaja de estibador en el puerto y quería saber cómo estaba. Él normalmente, para ir a trabajar, suele coger la V-30, que resultó ser la zona donde están los pueblos más afectados. Menos mal que el día de la riada cogió justo por la carretera de Valencia.

Estaba preocupado porque vi las noticias y empecé a ver cómo la riada sobresalía y ya era un tema muy, muy serio. Enseguida llamé a mi padre para ver que estaba bien. Me dijo que sí, que estuviera tranquilo, que estaba yendo a trabajar, pero que había cogido la carretera de Valencia. Normalmente, por la V-30 hay mucho tráfico y como estaba lloviendo mucho y ya de normal hay bastante tráfico por ahí, pues dijo 'voy a coger por Valencia, que voy a tardar menos y la carretera va a estar mejor'. Menos mal. Por suerte él y la familia están bien.

Así es. Allí llovió bastante, pero no ha hecho ningún daño. Los de alrededor, que están a unos 10 kilómetros de distancia, sí que se han visto bastante afectados. Un primo mío, que vive en Massanassa, aún no sabe dónde está su coche. La clínica veterinaria, donde la tía de un amigo lleva 30 años trabajando, está toda hecha un desastre. A mucha gente a la que conoces su vida se les ha ido. Gracias a Dios lo pueden contar y no les ha pasado nada grave, pero es una situación muy difícil para todos ellos.

No mantenía una relación muy directa con él porque jugó conmigo hace muchos años, en juveniles, pero sí que tenemos muchos amigos en común y lo he visto muchas veces en Valencia. Conozco a su familia. Me enteré de la noticia porque me avisó un amigo que tenemos en común. Después de eso llamé a mis padres. Ellos ya lo sabían. No quisieron decírmelo antes del partido para que no estuviera mal. Te sorprende una barbaridad porque piensas, '¿cómo puede pasar esto?'. Mi familia ya fue a despedirse de él el otro día al tanatorio. Me sabe mal no haber podido estar allí por trabajo, pero por lo menos mi familia sí que pudo estar.

Probablemente, sí. Ya no solo por lo de mi compañero, sino por toda la situación. El fútbol es nuestra vida, pero hay cosas más importantes que jugar un partido. Hay mucha gente que quiere ayudar, que quiere implicarse, que quiere estar ahí apoyando a la gente afectada. Fue difícil porque ves todo lo que ha pasado, lo que está pasando y que necesitan ayuda. Te sientes impotente porque no puedes estar allí ayudándoles.

Lo dijimos tanto futbolistas, como entrenadores y aficionados. Hay situaciones que son más importantes que cualquier partido de fútbol. La gente que nos apoya, que nos anima, que viene con nosotros, lo que quiere es disfrutar del partido y al final, ni ellos ni nosotros acabamos disfrutando. Por el apoyo a las víctimas y por el luto, creo que el choque se podría hablar aplazado y haberse jugado en otra fecha. Fue duro, pero tampoco son decisiones que podamos tomar nosotros.

Sí. Estuve hablando con mi padre y mi madre. Ellos me ayudan en todo lo que pueden y este finde van a estar aquí conmigo. Me dijeron que no pensara en eso, que tenía que centrarme en el partido, en aprovecharlo porque cada encuentro es una oportunidad nueva. Traté de hacer mi trabajo lo mejor posible y luego he intentado ayudar de otra manera.

Me hubiera gustado estar allí. Me lo planteé, pero había temporal y mi familia y yo decidimos que era mejor que me quedara en Mallorca. El no poder estar allí, el no poder ayudar, el no poder, por lo menos, intentar apoyar a las familias que están allí… Para mí ha sido lo más duro porque es tu gente y es tu tierra. Ellos (Vicente Moreno y Rubén García) por suerte podían bajar en coche, pero yo por el temporal lo tenía más difícil. Desde el club se han portado genial. Desde el primer momento me llamaron para ver de qué forma podíamos ayudar.

Tanto Arrasate como su cuerpo técnico son magníficas personas. Han estado preguntándome por mi familia, por si me podía escapar a ayudar o ver cuál era la mejor opción. Hicimos una recolecta en Son Moix y el míster vino a aportar su granito de arena. Tanto ellos, como mis compañeros, como el club se han portado de diez. Desde el primer momento, el club me llamó para ver si mi pueblo necesitaba algo. Les dije que no, que gracias a Dios allí estaban bien, pero que otros sí la necesitaban y que les hacía falta mucho material de limpieza. Me mostraron todo su apoyo.

El míster es una pieza importante. Por su carácter y por cómo es él como persona ha encajado muy bien aquí. Motiva al grupo tanto profesional como personalmente y creo que nos ha dado ese punto de esa ilusión para estar ahí arriba.

Obviamente. Lo he dicho muchas veces. Soy valencianista, me he criado allí, soy de allí y es el equipo de mi vida. Desde que era un niño me lo han dado todo. Soy la persona que soy por toda esa gente que ha pasado por allí y que, junto a mi familia, me ha criado y me ha ido educando desde que era pequeño. Claro que me duele, porque es una situación en la que están fastidiados. Estuve hace poco en Mestalla viendo el partido contra Las Palmas y obviamente, me duele. Espero que la situación remonte, que sea un punto de inflexión y que estas semanas, que no están jugando, consigan darle la vuelta a la situación y que todo salga bien.

Gattuso es una excelente persona. Me tenía mucho cariño, igual que yo a él y a su cuerpo técnico. Hicimos un gran arranque de temporada, pero luego las cosas no fueron tan bien y por ciertas circunstancias el club y él, que no vio que se hicieran las cosas que le habían dicho, decidieron separar sus caminos. El vestuario quedó bastante tocado porque estábamos muy unidos a él por la forma que tenía de trabajar y de estar con nosotros. Fue una etapa bonita porque, aunque fue difícil, la solventamos con la llegada del Pipo (Baraja) y tengo recuerdos bonitos de esa parte y de ellos. Les mando un abrazo enorme.

Hubo varias cosas, no solo el tema de mi renovación. Sobre todo de llegadas de jugadores. El cúmulo de cosas, entre ellas la mía porque al final nos dijeron una cosa y finalmente fue todo lo contrario. Cosas que no se hicieron como yo creo que se deberían de haber hecho y como te digo, él tomó su camino. Nosotros queríamos que siguiera con nosotros porque hizo mucho por gente de la plantilla. Renovaron muchos jugadores ese año como Gaya, Diakhaby, Jaume (Domènech), Hugo Guillamón… En mi caso, pues no se hizo. Le guardo mucho cariño y mucho respeto porque apostó y dio la cara por mí.

Todo pasa por algo y en Mallorca, como te he dicho, estoy muy feliz y les estoy muy agradecido. Gestos como los que han tenido estos días conmigo y con nuestra tierra se lo agradezco mucho.