REAL VALLADOLID

Las teclas que ha tocado Cocca y las indirectas a Pezzolano que han dado vida al Valladolid

Tras ganar al Betis, el equipo pucelano se ha colocado a dos puntos de la salvación.

Diego Cocca, dirigiendo al Valladolid en la banda. /Carlos Espeso
Diego Cocca, dirigiendo al Valladolid en la banda. Carlos Espeso
Alejandro de Paz

Alejandro de Paz

Más allá del nivel futbolístico, en un equipo y en cada jugador siempre se buscan otros aspectos fundamentales, como la actitud, reflejada en el esfuerzo o en la intensidad. Y es que cuando la calidad no es suficiente son estas cualidades las que se convierten en decisivas. Quizá es lo que faltaba al Real Valladolid, que parecía estar condenado al descenso desde antes de finalizar el 2024. Quizá, siendo imposible rehacer toda la plantilla, es el cambio que buscaba la dirección deportiva al destituir a Paulo Pezzolano para fichar a Diego Cocca.

En el último partido, los presentes en el José Zorrilla y los telespectadores vieron un Pucela muy diferente al que acostumbraban. Frente al Betis no fue ese adversario notablemente inferior que poco podía hacer para estar a la altura del rival. La clásica frase de "donde no llega tu calidad, llegan tus huevos" valió para describir uno de los factores clave para lograr la primera victoria de la era Diego Cocca. Pero, ¿es un cambio real o solamente un espejismo?

El nuevo entrenador llegó hace más de un mes, pero solo ha tenido oportunidad de dirigir tres partidos. A la última victoria ante los béticos le precedieron dos derrotas que dejaban una imagen que ponía en duda el cambio que prometía el fichaje del argentino, incluyendo la eliminación en Copa del Rey ante un Primera RFEF. No se debe juzgar a un técnico por sus primeras semanas… y el primer partido de liga de 2025 ha sido diferente.

Cocca señala a Pezzolano y resucita a Marcos André

Además, hace unos días, el propio Diego aseguró en CyLTV que, cuando llegó y se hizo cargo del equipo, se dio cuenta de que "los jugadores no sabían qué hacer en el campo con el balón ni cómo moverse sobre el terreno de juego a nivel táctico". Esta afirmación señala directamente a Pezzolano, que se marchó tras un año y medio muy criticado precisamente por este aspecto que apunta su sustituto.

Como ocurre con cada cambio en el banquillo, es una oportunidad de empezar de cero para todos los jugadores. Todos estos factores, un mes después, han dejado ver cómo la actitud de la que hablábamos de cada uno ha influido directamente en su rol en el vestuario. Aunque el cambio es colectivo, existen casos más destacados, como el de Marcos André. El brasileño, que está viviendo una temporada irregular en la que se le llegó a apartar por su falta de compromiso, ha recuperado esa confianza y parece que será clave en el esquema de Diego Cocca, al igual que lo había sido con Álvaro Rubio mientras este estuvo. En el último partido, el delantero se mostró totalmente entregado, esforzándose en cada balón y peleando cada disputa, algo que, pese a que debería ser innegociable, había costado verlo antes.

Un caso contrario es el de Selim Amallah. El marroquí comenzó el curso siendo importante en el esquema blanquivioleta, pero su progresión anímica ha sido contraria a la de su compañero Marcos André. Pese a su buen rendimiento, su mala actitud en los entrenamientos le ha alejado de la titularidad y, aunque fue titular en Copa del Rey, aún sigue pagando el precio de su desgana y no ha convencido al nuevo míster para volver a ganarse el puesto.

Por último, como ejemplos de casos perdidos, están Robert Kenedy o Darwin Machís. Pese a sus altos salarios y su pobre rendimiento, han dejado claro que no harán mayor esfuerzo por salir del club. Como ocurrió con otros compañeros, fueron apartados hace unos meses por su indiferencia hacia el equipo, pero, pese a múltiples intentos, ambos futbolistas parecen irrecuperables y el exseleccionador de México no ha contado con ellos hasta el momento.

Aún con la incertidumbre de cómo afectará el mercado de enero a la plantilla, parece que la salvación pasará por saber competir siendo conscientes, en ocasiones, de la falta de calidad en ciertas áreas. Para ello, Diego Cocca ya identificó la exigencia y la intensidad como claves en su primer entrenamiento. Y aunque todavía es pronto para hacer un análisis definitivo, el equipo ha ofrecido un atisbo de esperanza tras unos meses en los que muchos les daban por descendidos.