El tapado del Barça tras los goles de Lewandowski y el aura de Lamine: "Está a un nivel brutal"
El brasileño volvió a ser decisivo, como había avisado Luis García Plaza, que se desesperó desde la banda en el primer tiempo.
Lo había avisado Luis García Plaza y sucedió en la derrota del Alavés a manos del Barcelona. El entrenador había sido muy sincero y claro en la rueda de prensa previa al encuentro y no escatimó en elogios hacia un Barcelona que casi consideraba imbatible. Los focos estaban sobre Lamine Yamal, pero más allá de reconocer el nivel del joven canterano, el técnico repitió en varias ocasiones que Raphinha estaba en ese mismo escalón. En modo imparable. "Todos hablamos de uno de los mejores del mundo como Lamine, pero Raphinha está a un nivel que es un espectáculo", dijo en la previa el entrenador.
Si lo dijo ante los micrófonos, es de esperar que lo hubiese repetido durante la semana incontables veces y precisamente por ello se entiende su desesperación desde la banda cada vez que el brasileño amagaba con recibir al pie y rompía a la espalda. Una y otra vez. Raphinha fue indetectable para la zaga vitoriana y por ahí comenzó a desnivelarse el partido. Lo dejó claro muy pronto, con el gol anulado antes de cumplirse los primeros cinco minutos.
Lo confirmó poniendo el balón a la cabeza de Lewandowski en el primero del polaco y le dio la razón de manera absoluta al entrenador local en la jugada del segundo, en la que volvió a asistir al punta europeo. Junto al banquillo local, a escasos centímetros, dejó atrás Abqar y corrió a campo abierto recordando la famosa acción de Gareth Bale ante Bartra. Mientras, Luis García se desgañitaba pidiendo una cobertura al central marroquí.
Nada. Fue imposible cubrir en estos momentos los espacios que ocupa y genera el brasileño. Y el técnico se volvió a rendir a él: "Todo el mundo habla de Lamine porque es el jugador diferencia, es nuestro, español y va a ser la hostia, pero el nivel de Raphinha y Lewandowski es brutal. Están marcando muchos goles y no es fácil frenarlos. No es fácil frenarlos y no es fragilidad defensiva", insistió en la rueda de prensa postpartido.
"No me gusta hablar mucho de los jugadores del rival, pero está muy bien", respondió al ser repreguntado por el brasileño y por su enfado en ese segundo gol. "Ahí deberíamos tener un mediocentro más, no podemos quedarnos mano a mano contra ellos. Solemos defender así muchas veces en Mendizorroza, pero contra el Barcelona, con este nivel de precisión, no puede ser".
Reivindicación de capitán
Raphinha vivió un verano en la rampa de salida, con Nico Williams continuamente en las portadas de los periódicos, pero le han bastado dos meses de competición para convertirse en una de las claves de este Barcelona que vuela en LaLiga asentado en el liderado. Lo hace todo bien y no le importa si tiene que hacerlo pegado a la banda o detrás del delantero. "Es muy dinámico y todavía puede mejorar más, pero estamos muy contentos por él porque es increíble lo que está consiguiendo. Está muy bien y le tengo mucho aprecio", valoró Flick.
De hecho, con la lesión de Ferran Torres cambiaron las necesidades de su equipo y como siempre, lo entendió a la perfección. De inicio, el plan del entrenador alemán era que ocupase el puesto de interior, pero la baja del Tiburón, le convirtió en el principal cuchillo por banda, dando profundidad y convirtiéndose en una pesadilla para los mencionados Tenaglia y Abqar.
Y lo consiguió con sobresaliente. Ocupó esa posición entre lateral y central que muchos técnicos la consideran indefendible e hizo buena cada una de sus intervenciones. En un día en el que Lamine no pudo brillar, el brasileño fue el gran crack tapado con permiso de los tres goles de Lewandowski. Un seguro de vida y el jugador más regular de este comienzo de temporada.
Sus números impresionan: Son ya once goles generados en once partidos este curso. Los dos regalos al delantero polaco en Mendizorroza le permiten alcanzar las cinco asistencias, a lo que hay que sumar sus seis dianas. Podrían haber sido más en los minutos finales, con una doble asistencia a Ansu Fati y Lewandowski que únicamente Sivera evitó. El capitán recientemente reconoció que estaba en el mejor momento de su carrera y ya nadie lo duda. Por supuesto, Luis García tenía razón.