'Seguir', 'interesante' y 'fichar': viaje al sistema de captación del Madrid

El Real Madrid está los 365 días del año en el mercado. Sin embargo, lograr el fichaje es la punta de un iceberg mucho más profundo. El conjunto blanco dispone de una red de captación que utiliza desde el primer equipo hasta la última categoría de la cantera. Tanto a nivel nacional como internacional, el club espía a los mejores talentos para seguir su evolución y decidir si lanzarse a por ellos. Un trabajo de análisis en el que se cuida hasta el más mínimo detalle para que los mejores futbolistas del mundo acaben en Valdebebas.

Todo empieza con los ojeadores (también conocidos como scouts). Son los encargados de dar los primeros avisos. De encontrar la 'materia prima' en campos de toda España o incluso en otros países. El Madrid tiene a alrededor de 50 trabajando a nivel nacional, de los que unos 20 se dedican exclusivamente a la capital, además de otro grupo de ojeadores repartidos por el mundo. Su principal labor: estar todo el fin de semana viendo partidos. Desde benjamines a senior y desde categoría regional a Primera. De cada encuentro al que van sacan notas (si ve a un espectador en la grada apuntando en una libreta, seguramente sea uno de ellos). A partir de ello se realizan informes en un sistema informático implantado por el club, creando así una base de datos gigante con el mejor talento.

Es importante tener en cuenta que desde Valdebebas se hacen peticiones por edad y posición, pero también es trabajo del ojeador avisar de cualquier futbolista que tenga nivel para jugar en el Real Madrid. Ferran Quetglas, juvenil fichado el año pasado procedente del Mallorca, es un ejemplo: aunque la posición estaba bien cubierta, se quiso atar a uno de los porteros más prometedores del fútbol español. El objetivo de todos los scouts es tratar de meter a algún futbolista en la cantera cada temporada.

El jefe de captación a nivel nacional es Andrés Pardo, ex cazatalentos del Villarreal y Levante. Se trata de una estrella en lo que a scouting se refiere y por ello la dirección de cantera, con Manu Fernández a la cabeza, se lanzó a por él el año pasado. Desde dentro del club aseguran que ha establecido una forma de trabajar práctica y rigurosa, en la que hay comunicación constante para no dejar escapar a ningún futbolista, algo que se había perdido durante los últimos años con su predecesor, Alfredo Merino.

Por debajo cuenta con cuatro coordinadores: Jesús 'Chucho' Solana, Santi Aragón, Xavier Moncholí y Ernesto Bello. Aparte de ellos, Pepe Gil-Delgado es el coordinador de los ojeadores en Madrid. Los scouts tienen comunicación directa con los responsables dos o tres veces por semana. Los jueves o viernes se establecen los partidos y jugadores que se van a ver, mientras que el lunes se hace un resumen del fin de semana. Martes o miércoles puede programarse una nueva reunión para profundizar en algún informe o marcar pautas de trabajo.

¿Cómo pasa un futbolista de ser simplemente ojeado a convertirse en objetivo del Real Madrid? Es un proceso lento y que normalmente se lleva a cabo cuando se han visto, como mínimo, cinco o seis partidos completos, aunque suelen ser más. A los jugadores se le ponen tres etiquetas: seguir, interesante (que puede convertirse en muy interesante si el chico destaca en sus primeros informes) y fichar. Los scouts se encargan de establecer si es un jugador con proyección para jugar en el Real Madrid, pero la decisión final recae en los jefes. Uno de los coordinadores debe verlo antes de determinar si se firma o no. Y, en caso de no tenerlo claro, es el propio Andrés Pardo quien toma la decisión final.

A nivel internacional, la captación recae directamente sobre Juni Calafat. Es el encargado de coordinar a los ojeadores por el mundo y de tratar con ellos semanalmente. Sin embargo, su foco está puesto en jugadores profesionales o que están cerca de serlo. Solo se traen futbolistas de cantera en caso de que sean de muy alto nivel como fue el caso de Rodrygo o Vinicius en su momento o, recientemente, Iker Bravo (al que ya se le conocía de su etapa en el Barcelona) y Vinicius Tobias.

El análisis del futbolista es muy completo. Se establecen parámetros de todos los aspectos posibles: táctico, técnico, físico, psicológico… Este último es de los más importantes. Se trata de conocer al chico antes de ficharlo hablando con su entorno más cercano. El salto al Real Madrid cambia radicalmente la vida de algunos de ellos y es importante anticipar si están preparados para afrontarlo. Se les avisa antes de llegar que el fútbol pasará a ser un aspecto principal en su vida, pero que no podrán descuidar otras cosas. Todos, sin excepción, están obligados a estudiar si quieren mantener su sitio en el club. Hasta el instituto, los jóvenes van a un colegio en Madrid con el que el club tiene convenio. Los mayores deben estudiar una carrera universitaria o un módulo. Todo ello mezclado con entrenamientos prácticamente diarios.

A la hora de cerrar el fichaje hay que tener en cuenta otros aspectos también importantes. Si se trata de un niño que va a venir solo, lo principal es que haya sitio en la residencia de Valdebebas. Allí hay alrededor de 60 habitaciones que comparten la cantera de fútbol y baloncesto. También hay que contar con las pretensiones de los padres, los cuales son dueños del futuro de sus hijos. Si finalmente el club es capaz de alinear todos los puntos, el jugador acaba fichando por el Real Madrid.

Decenas de chicos por toda España son vigilados por scouts del Real Madrid (entre otros muchos equipos) cada fin de semana. Los ojeadores son los que trazan el primer puente hacia el profesionalismo. Los que tienen el poder de cambiar la vida de un chico para siempre. Y por ello el conjunto blanco tiene también a los mejores en este área. Es clave anticiparse a posibles rivales y firmar lo antes posible a los mejores. Sin ir más lejos, CIES ha publicado que La Fábrica es la cantera que más futbolistas (43) aporta a las cinco grandes ligas. Una labor muy complicada, pero que suele dar muy buenos frutos.