El Sánchez-Pizjuán y una pitada monumental a Del Nido Carrasco en la despedida de Jesús Navas
Todo el estadio abucheó al presidente de la entidad, quien cumplirá el próximo 1 de enero un año en el cargo.
Ni en la despedida de Jesús Navas se ha librado José María del Nido Carrasco del enfado del sevillismo. Y qué cabreo tenía la afición. El presidente del club nervionense, que cumplirá el próximo 1 de enero un año en el cargo, saltó al césped del Sánchez-Pizjuán para otorgarle a la leyenda el mayor título que ofrece el club... aunque prácticamente ni se escuchó a Javi Nemo, el presentador, anunciarlo públicamente durante el evento.
Y es que cada vez que se escuchaba el nombre del presidente, la afición sevillista se unía en una pitada descomunal. Las cuatro gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán abuchearon al unísono a Del Nido Carrasco por la gestión de la entidad hispalense. El enfado del público fue tal que el nombramiento de Jesús Navas como XIV Dorsal de Leyenda lo presentó únicamente Javi Nemo, y no el propio Del Nido. Cabe destacar que en la megafonía se escuchó una especie de canción... pero el resultado no fue el esperado: los pitos se escucharon a la perfección.
De hecho, el presidente del Sevilla estuvo apenas minutos sobre el césped, y, tras saludar a Jesús Navas, regresó a su asiento. También estuvo en el Sánchez-Pizjuán su padre, José María del Nido Benavente, con quien se batirá, una vez más, públicamente en la próxima Junta de Accionistas -10 de enero-. Una situación, la accionarial y de la dirigencia, que no deja de engordar el enfado de una afición que lo ha mostrado públicamente en múltiples ocasiones, llegando incluso a 'contagiar' a la propia hinchada del Rayo Vallecano.
Y todo ello con el Sevilla, a nivel deportivo, viviendo una de las épocas más extrañas de su historia reciente. Con un equipo que rema con todo... pero que, por el momento, ve que su techo no pasa de la mitad de la tabla.
Esta, la pitada a Del Nido Carrasco, fue, seguramente, el único gris de una despedida sin parangón en la historia del Sevilla... para una leyenda sin parangón. Jesús Navas se marchó del Ramón Sánchez-Pizjuán con lágrimas en los ojos por última vez en su carrera profesional.