Escándalo en Anoeta: Oyarzabal no se lo cree y hasta tira el brazalete de capitán al ser expulsado por Sánchez Martínez

Primera polémica de la temporada en el Reale Arena. Sánchez Martínez ha expulsado a Mikel Oyarzabal por roja directa tras una acción en la que el capitán blanquiazul, de manera totalmente involuntaria, ha pisado la tibia de Benavídez. Anoeta ha explotado de rabia en contra de una decisión que nadie ha entendido, ni el propio futbolista que, frustrado y enfadado, se ha visto obligado a abandonar el terreno de juego cuando no se había cumplido ni la media hora de partido. Antes ha tirado el brazalete a suelo en un claro gesto de rabia y en señal de protesta por una acción a todas luces difícil de entender.

En un partido en el que no estaba pasando absolutamente nada, el colegiado de la contienda se ha erigido en el protagonista del mismo con una decisión que traerá cola. Más que nada porque, en una primera instancia, el trencilla le iba a sacar amarilla al futbolista del Alavés. Le estaba esperando a que se levantara para amonestarle, pero en ese momento Pizarro Gómez, en el VAR, le ha llamado al orden y tras ver la acción por el monitor ha decidido cambiar de parecer, quitando la amarilla al centrocampista del conjunto gazteiztarra para, a renglón seguido, expulsar a Mikel Oyarzabal que no se lo creía.

Pero no contento con eso, Sánchez Martínez, en el descuento de esa primera parte, no ha dudado en señalar el punto de penalti en el área del conjunto blanquiazul por un agarrón de Igor Zubeldia a Abqar, soliviantando aún más los ánimos de una grada encendida y que le ha despedido al colegiado con una sonora bronca, como hacía mucho no se recordaba en el Reale Arena. Villalibre no ha desperdiciado la ocasión para batir a Remiro y poner el empate a uno que campea en el marcador al descanso.

Antes del tanto del ex del Athletic Club, Brais Méndez había adelantado a la Real Sociedad tras aprovechar un excelente servicio de Sergio Gómez. El santuario blanquiazul explotó, en esa ocasión, de alegría. Pero poco dura en casa del pobre.