RCD ESPANYOL - LAS PALMAS

La salvación más cara del Espanyol: invasión de campo, porterías rotas... con Puado de 'speaker' y Joan Garcia de cantante

Después de ganar a Las Palmas, los aficionados accedieron al terreno de juego y permanecieron media hora.

El terreno de juego. invadido por aficionados. /GETTY
El terreno de juego. invadido por aficionados. GETTY
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Señaló el final del partido el árbitro Múñiz Ruiz y los aficionados pericos inundaron el RCDE Stadium. En manada. Desde todos los costados. Los jugadores de ambos equipos no pudieron ni salir del terreno de juego, algunos de ellos fueron agasajados, manteados y sacados a hombros, como Javi Puado, el capitán, goleador y asistente en esta tarde de salvación en Cornellà y El Prat. Al minuto, ya no se veía ni un ápice de césped verde, todo era una marabunta de camiseta blanquiazules, con la música a tope y bailando y celebrando la salvación.

La invasión de campo recordó a otros momentos inolvidables, como la espontánea que ocurrió en Montjuïc en la salvación ante el Murcia en 2004, la de la clasificación para la Europa League en 2018 y la del ascenso del curso pasado. En este caso, como en aquellos, la seguridad no pudo detener. Pero no fue una simple celebración, ocurrieron más cosas.

Los aficionados se subieron a las porterías e intentaron llevarse las redes. En la zona de la Grada Canito, la más caliente del estadio, los aficionados se subieron al larguero y la portería quedó completamente rota y desequilibrada. El césped quedó visiblemente deteriorado y llenó de papeles, mientras que los Mossos d'Esquadra iban cogiendo posiciones y en la megafonía se avisaba sin cesar que abandonaran el césped para comenzar la fiesta de los futbolistas.

Hasta el capitán Javi Puado tuvo que hablar por megafonía y pedirle a los hinchas que regresaran a sus localidades en el estadio. Poco a poco, se fue vaciando y quedaron alrededor de 2.000 personas en todas las localidades más la Grada Canito a reventar, que esperó al momento en el que aparecieron los jugadores. Dos cordones de seguridad custodiaban esa zona.

"Fue un año complicado, creíamos desde dentro y también desde fuera. Somos de Primera", dijo Sergi Gómez, con su hijo en brazos, quien abandonará la plantilla en junio al acabar contrato y quien se arrancó con un "Manolo, Manolo". "Papá está en Primera, está en casa. Debéis recordar siempre a esta plantilla, se lo han dejado todo. A seguir dónde toca el año que viene", dijo el entrenador a la Grada Canito.

Se arrancó incluso Joan Garcia a entonar uno de los cánticos más especiales de los aficionados, afónico y con un murmullo cuando dijo "os hemos dejado en Primera", lo que fue interpretado como despedida... "Sois unos cabrones, si no he dicho nada", sonrío.