OSASUNA 4 - BARCELONA 2

El Sadar da la bienvenida a Flick

Osasuna pasó por encima de un Barça que rotó mucho y solo logró engancharse al partido durante unos minutos.

Osasuna celebra el segundo gol de Budimir. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Osasuna quiso darle la bienvenida a Hansi Flick presentándole El Sadar. El Barça se ahogó en un mar de rotaciones. Los de Vicente Moreno trazaron un plan perfecto que consistió en martillear la espalda de la defensa culer. Osasuna ganó duelos y contragolpeó de maravilla. Marcó el 2-1 el Barcelona y recuperó Flick a Lamine y Raphinha, pero poco después sacó a Lewandowski. Los navarros marcaron y moralmente ya se sintieron vencedores. Flick se ha inventado un gran Barça, pero de momento no es capaz de multiplicar jugadores. Osasuna acabó con su racha ganadora en Liga.

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Estaba el Barça en 'alerta naranja' por el cúmulo de partidos y Flick no tuvo reparos en mirar hacia el banquillo. No quiso esperar al partido del Young Boys en casa y dio descanso a Lamine Yamal, Raphinha e Iñigo Martínez. Saltó al Sadar con Sergi Domínguez, Gerard Martín, Pablo Torre o Pau Víctor. La dinámica del Barça es tal que el escenario parecía menos vertiginoso de lo que era realmente. Osasuna cambió el tridente y Vicente Moreno tiró del desparpajo de Bryan Zaragoza, que ya le hizo un roto a los culers en Granada, Budimir y Rubén García.

Osasuna empezó sabiendo que tendría menos balón, pero no se incomodó. Vicente Moreno diseñó una vía de escape por las bandas, con Bryan y Rubén García a pierna natural. Cambiaron de posición a los pocos minutos. Mientras el Barça trataba de reconocerse -con Pau Víctor de Raphinha, la profundidad de Ferran por el desequilibrio de Lamine y buscando siempre a Pedri-, Osasuna no necesitó tiempo de adaptación para asentarse en el partido.

Una asistencia y una genialidad de Bryan

Pasado el cuarto de hora, Osasuna evidenció que su plan de partido heriría y haría dudar a los catalanes. Con Bryan caído en la izquierda, se generó espacio para centrar y apareció en el punto de penal Budimir, con la maldad del repetidor de curso, para rematar entre Sergi Domínguez y Cubarsí. El reto para el Barça pasaba a ser doble y pronto sería peor.

Antes de la media hora, los rojillos insistieron en el plan y en un robo de balón, Bryan se quedó delante de Peña. Orientó el cuerpo para golpear y cuando el portero se venció, pisó el balón para dejarle sentado y marcar a placer. Un gol que oposita hasta al mejor del mundial de fútbol sala que se está disputando. El Barça se quejó de que Pau Víctor había sufrido un pisotón en la pérdida, insuficiente para Cuadra Fernández. El de Koundé en Vallecas, en cambio, sí que fue falta.

Bebía agua Hansi Flick en su área técnica y meditaba con sus ayudantes qué se podía modificar. Incapaz de instalarse en campo contrario, en cada pérdida se le desplegaba a Osasuna un aeropuerto. Por el camino no permitía a los blaugrana acercarse a Sergio Herrera y no rebajaba la intensidad en ningún duelo. Quedaba ahogado entre el color rojo un Pedri huérfano de socios. Para tener una red de seguridad, Flick colocó a Eric como tercer central en salida. El equipo empezó a respirar con la pelota, llegó al descanso con dos disparos y una sola falta cometida.

Con Lamine y Raphinha... pero sin Lewandowski

No hizo Flick cambios en el entretiempo y salió Osasuna algo más recogido. A los blaugrana les empezó a fluir el fútbol. Sergio Herrera le sacó una buena mano a Lewandowski y un par de minutos después se precipitó en una salida. Robó Gerard Martín y le quedó el balón a Pau Víctor. El delantero tiro de lejos y el portero, en un gesto algo descoordinado, no logró impedir el gol. Había dicho Rubén García instantes antes de reanudarse el juego que Osasuna no podía cometer el error de echarse atrás porque los catalanes sumarían talento más tarde. Pues bien, cada vez más cerca de Herrera y con un gol menos de ventaja, saltaron al campo Lamine y Raphinha. Empezaba un partido nuevo. Quedaba más de media hora.

El Barça ya era otro. Los de Vicente Moreno enseñaban las garras en los contragolpes, pero la más clara tras el 1-2 fue culer. En una buena jugada individual, Ferran tuvo el empate. A falta de 20, Flick volvió a consultar las métricas físicas y decidió sustituir a Lewandowski. No hubo tiempo para ordenarse. En la enésima proyección del incansable Areso, que castigó la espalda de Balde, el lateral mandó un balón al área y Sergi Domínguez tumbó a Budimir. El croata, desde los once metros, volvió a aumentar la ventaja. Un gol que dolió el doble, justo en el mejor momento de los visitantes. La fiesta rojilla fue completa con un trallazo de Bretones que supuso el 4-1. Cuando el partido agonizaba, Lamine dijo la suya con un tiro imparable. Como si nada.

Las ovaciones a Juan Cruz y Areso fueron la metáfora del partido. Osasuna, sobre todo, compitió. Y el Barça, que rotando pensó más en la Champions que en Liga, se llevó un golpe duro. No se puede decir que la puesta en escena de los navarros fuera una sorpresa, a pesar de lo impactante del resultado. El Barcelona se perdió entre los callejones de Pamplona y acabó herido el encierro.

- FIcha técnica:

4 - Osasuna: Sergio Herrera Areso (Herrando, min. 84), Catena, Boyomo, Juan Cruz (Nacho Vidal, min. 84), Torró, Ibáñez, Rubén García (Rubén Peña, min. 59), Aimar Oroz, Bryan Zaragoza (Bretones, min. 77) y Budimir (Raúl García, min. 77).

2 - FC Barcelona: Iñaki Peña, Koundé, Cubarsí, Sergi Domínguez (Héctor Fort, min. 85), Gerard Martín (Balde, min. 70), Eric García, Pedri; Ferran, Pablo Torre (Raphinha, min. 59), Pau Víctor (Lamine Yamal, min. 59) y Lewandowski (Marc Casadó, min. 70).

Goles: 1-0: min. 18, Budimir. 2-0: min. 28, Bryan Zaragoza. 2-1: min. 53, Pau Víctor. 3-1: min. 72, Budimir, de penalti. 4-1: min. 85, Bretones. 4-2: min. 90, Lamine Yamal.

Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández. Amonestó a Pablo Ibáñez, Bryan Zaragoza, Sergi Domínguez y Pedri.