Rocafonda se agarra a su 'líder sindical' para cambiar la situación de la vivienda: "Más Lamines y menos desahucios"
El barrio de Mataró tiene una de las rentas más bajas del país y no escapa de un problema cronificado en todo el territorio.
"En el 304, más Lamines y menos desahucios". En Rocafonda han ido apareciendo mensajes en sus paredes que protestan por la situación de la vivienda, un problema cronificado en todo el país y al límite en el barrio de Mataró, que tiene una de las rendas más bajas del territorio. Los vecinos se agarran a la figura de Lamine Yamal, el hijo pródigo, para dar visibilidad a sus problemas. Han convertido al futbolista en un inesperado líder sindical para protestar por la situación de un barrio acostumbrado a ver cómo desahucian a familias.
Rocafonda sufre la mala planificación urbanística de los años 60. Hay viviendas en condiciones desastrosas, pisos patera sub alquilados, gente viviendo en locales y en la calle. "No es un problema de Rocafonda, es un problema de acceso general a la vivienda", explica Pilar Sánchez, portavoz del Sindicat d'Habitatge de Mataró. Desde el sindicato asesoran semanalmente a los vecinos que se encuentran en situaciones extremas y conocen a fondo la situación de un barrio donde también han aterrizado los grandes tenedores y fondos buitre como Blackstone o Cerberus.
"Hay mucha gente en situación de ocupación, a quienes se les ha acabado el contrato, no les han querido renovar y no tenían lugar al que ir. La semana pasada desahuciaron a un hombre que seguía pagando el alquiler. Cuando el propietario dice que se ha acabado, se ha acabado", critica Pilar. "Hay quien tiene el objetivo de aislar estos perfiles. Quieren generar un relato social en el que se criminaliza la pobreza cuando es una herramienta [el desahucio] que cada vez afectará a más capas de la sociedad. El desahucio es cada vez más fácil, más rápido y más barato para la administración", añade.
La ONU no pudo impedir un desahucio
Durante este 2024, el sindicato calcula que ha habido unos 40 desalojos de familias en situación vulnerable. Uno de los casos más mediáticos sucedió el mes de marzo. Mohamed y Najlae compraron en 2019 las llaves de un piso con la promesa de tener un contrato de alquiler, pero acabaron siendo engañados por una mafia. La propietaria del inmueble era una gran empresa y, a pesar de que la ONU llegó a pedir detener el desahucio, nunca quiso negociar un contrato de alquiler con Moha y Najlae. Estos eran padres de dos hijos, de nueve y seis años. El pequeño tenía una discapacidad del 46% y una enfermedad que le obligaba a hacerle transfusiones de sangre cada tres semanas. Acabaron en la calle.
Según el INE, en Mataró hay 1.900 pisos vacíos y más de 4.000 tienen un uso turístico o esporádico. En Rocafonda, además, el deterioro de muchos edificios es evidente. Este mes de diciembre, 27 personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas por el riesgo de derrumbe de un bloque de pisos. En 2019 llegó al barrio Yassin. Ahora tiene 23 años y también techo y trabajo, gracias a la ayuda del sindicato. "Llegué a Mataró y no tenía a nadie: ni amigos ni familia. Vivía en la calle, estaba en una situación muy complicada", cuenta a Relevo en un perfecto catalán. "Llamé a todas las puertas, pero sin éxito. Fui al ayuntamiento, a sedes sociales, a oficinas de ocupación y nada. No me dieron nada, no me ayudaron", explica.
Su situación cambió cuando descubrió al sindicato. "Mejoré la lengua, hice muchas formaciones, aprendí mil cosas. Poco a poco me han ayudado para cambiar mi vida. Ahora estoy super bien. Pude hacerme los papeles y encontré trabajo", relata. Yassin vino de Marruecos con el deseo de mejorar su vida y poder enviar dinero a su familia y sus amigos. Encontró trabajo como jardinero.
"Luchamos para que todo el mundo tenga una vivienda digna"
Vecina de RocafondaMeriam, madre de 34 años, lleva desde 2016 viviendo en Rocafonda y dice que se ha visto obligada a ocupar su vivienda. "No soy la única que se encuentra en esta situación, es uno de los barrios más pobres de Catalunya y los precios son inasumibles", critica. "Vivimos desahucios cada semana y los políticos no nos ayudan. Somos muchas las familias que se encuentran en situación de pobreza, que vamos al sindicato, que nos organizamos y luchamos para que todo el mundo tenga una vivienda digna", expone.
"Yo nací en España, en Ceuta. Tengo nacionalidad española y me siento española. Muchísimas veces me he ido a entrevistar con gestores y caseros para alquilar una vivienda y nunca me la han querido alquilar. Porque llevo un pañuelo, o porque soy de origen marroquí. La situación, si sigue así, terminará mal. Ya estamos muy mal", añade Meriam.
Mostrando orgulloso el 304, Lamine ha puesto Rocafonda en el mapa. Y los vecinos quieren aprovechar este impulso para que se mejoren los problemas incrustados y cronificados en sus calles. Desde el deporte y el mundo del arte, durante los últimos años se ha dado a conocer gente que no ha crecido en familias acomodadas, sino que vienen de abajo. Sin embargo, muchas veces se acaba por romantizar la idea de pobreza. La idealizan aquellos que nunca la han sufrido.
"Lo que estoy sufriendo no es culpa mía, es culpa del sistema", señala Yassin. El próximo 5 de enero el sindicato organizará un torneo de fútbol en Rocafonda, en la pista donde creció Lamine, para protestar y dar visibilidad a la situación de la vivienda en el barrio.