RAYO 2 - OSASUNA 1

Isi retomó la magia con Vallecas entre su hamburguesa y fregar platos: "No somos extraterrestres"

El jugador compareció tras el triunfo para explicar su fuerte vínculo con el barrio y su gente.

Isi celebra su gol./EFE
Isi celebra su gol. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Isi Palazón se reencontró con Vallecas. En realidad, nunca se habían separado, pero el '7' era consciente de que las cosas no le estaban terminando de salir. Su zapatazo a la escuadra le dio al Rayo mucho más que tres puntos. Le entregó media permanencia, a nueve del Cádiz. Hizo enloquecer a su afición y vivir un ambiente que no se recordaba desde hacía tiempo en el barrio y le devolvió al héroe la confianza necesaria para afrontar el tramo decisivo de la temporada.

Isi, sobre la afición del Rayo.RELEVO

Mientras, el jugador nunca ha subido a los cielos. Él más que nadie ha representado al Rayo Vallecano en los últimos años, un jugador modesto, que creció desde lo más bajo y que se ha convertido ya en una estrella de Primera División. Pese a ello, continúa siendo el mismo, como ya demostró con la iniciativa de la hamburguesa 'La Palazón'.

La hamburguesería El Rancho de Santa África propuso al futbolista nombrar uno de sus platos como él y destinar dos euros de cada consumición a comedores sociales del barrio. Isi aceptó encantado y su imagen comiendo se viralizó en cuestión de minutos. Como él, la hamburguesa es una caja de sorpresas: ¡si hasta lleva Gublins!

"Somos unos privilegiados. Vivimos en un barrio como Vallecas, donde a la gente le cuesta tanto... Trabaja día a día para ganarse el pan. Yo también vengo de una familia humilde. Cuando eres una persona pública hay que tomar responsabilidades y ayudar a lo que más lo necesitan. No cuesta nada ayudar y así lo haré mientras esté en este mundo", explicó el futbolista tras el partido en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER.

No es el único matiz que le convierte en un futbolista cercano a la gente. En definitiva, una persona normal. En una entrevista reciente, Isi confesó que no tenía lavavajillas y que fregaba los platos de forma individual, como cualquier ciudadano de a pie. Nada que nos debiera extrañar. Sin embargo, resultó muy llamativo, algo que el jugador se toma a broma.

"Es que a veces las cosas normales... Parece como si nosotros fuéramos extraterrestres. Lo hablamos en el vestuario, creo que dije cosas mucho más importantes. En el vestuario fue un poco risa, no me lo esperaba (ríe). Es como si viviéramos en otro mundo y somos iguales a las personas que trabajan, a las que están aquí haciendo entrevistas, a todo el mundo", continúa.

Isi, sobre su gol a Osasuna.RELEVO

Un gol para un barrio

La normalidad de Isi no va acompañada de su fútbol. Un gol de bandera le ha entregado media permanencia al Rayo Vallecano, en lo que fue una liberación. "Nos hemos quitado un peso de encima, es una victoria para nosotros y para nuestra gente", reconocía a los medios de comunicación tras la victoria.

Por ello, lo celebró con rabia, incluso con un gesto a la grada. Su intención no era otra que alentar al público para que siguieran creyendo, como siempre hacen: "Soy un jugador que vive mucho el fútbol y mi gesto no iba por nadie en especial. La afición es nuestro jugador número 12. Siempre hemos estado unidos afición y equipo. Después de estas dos temporadas increíbles la gente de fuera se piensa que va a ser así cada año y no".

Hizo especial énfasis en esto último: "Influyen muchas cosas, la mentalidad del jugador, la temporada... Y eso a la gente le cuesta entenderlo. Es imposible que ganemos siempre, somos personas. Somos gente que ha subido del barro y queremos seguir ganando partidos juntos".

La comunión entre grada y afición siempre ha acompañado a Vallecas y, en especial, a un Isi que no está del todo satisfecho con su rendimiento en lo que va de campaña: "Soy muy sincero siempre, no me están saliendo las cosas de cara a gol esta temporada, pero yo no dejo de insistir. He creído siempre en mí y en un momento importante de la temporada ha ido para dentro".

Aun así, la confianza no la va a perder. Y, aunque no lo parezca, su gol... ¡estaba ensayado! "Tenía claro que esa jugada la iba a acabar yo. Con Iván llevamos ya varios años ensayando esos saques de banda y se me queda bien para la zurda. La he pegado con el alma y por suerte ha ido dentro y no a la Albufera. Emocionado por cómo han venido todos mis compañeros: los que han jugado y los que no han jugado. Es de agradecer el grupo que tenemos porque se alegran todos de lo bueno que nos pase a cada uno", cierra. Una unión de todos que se ha transformado en una victoria trascendental. Para el equipo y para el barrio. Isi es el mejor ejemplo de que no se entiende lo uno sin lo otro...