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Detrás de la empresa que transforma los estadios y a la que Mestalla le cambió la vida: "Las estampitas no se tocan"

La valenciana Molcaworld ha trabajado con más de 35 clubes españoles para "rediseñar el recinto deportivo pero con visión de negocio".

Detrás de la empresa que transforma los estadios y a la que Mestalla le cambió la vida: «Las estampitas no se tocan»
Samuel Subiela

Samuel Subiela

"Teníamos que remodelar el vestuario del Pizjuán y cuando entramos vi una columna llena de estampitas, todas las del mundo mundial y me dijeron: 'Eso no se toca ni de coña'. A Osasuna también tuvimos que integrarle a San Fermín en el túnel de salida".

Fran Carrasco, con las anécdotas del Pizjuán y el Sadar.

Son sólo algunas de las curiosidades que puede contar Fran Carrasco, CEO de Molcaworld, la empresa valenciana encargada de revitalizar los estadios de LALIGA EASPORTS. En otras palabras "rediseñar el recinto deportivo entero, por completo, pero con visión de negocio", explica. Mestalla, el Pizjuán, el Metropolitano, el Benito Villamarín, la Ciudad Deportiva del Real Madrid, la del Celta o la última incorporación, la casa del Real Valladolid, el José Zorrilla. En total, hasta 35 equipos del fútbol español se han puesto en sus manos para lavarle la cara a su estadio, además de trabajar con Valencia Basket, la Copa Davis, Ferrari o el Circuito Ricardo Tormo.

Un trabajo que les ha llevado incluso hasta a Arabia a remodelar el estadio del Al-Nassr "100% a distancia, fue en la pandemia y no pudimos ir a ver el estadio", cuenta Fran a Relevo. "Fue una transformación integral e hicimos la primera sala vip 360º, donde puedes ver la salida del vestuario por el túnel, la rueda de prensa, la zona mixta…". Una transformación que pudo ver todo el mundo en la presentación de Cristiano Ronaldo y que se suma a un extenso currículum de primer nivel para una empresa que ya suma más de 25 años en el sector y que tuvo como primer cliente a otro gigante, Coca-Cola, "que nos introdujo en el mundo del deporte, allí donde eran patrocinadores", y a la que Mestalla le cambió la vida.

La transformación de Mestalla, el inicio de todo.

Fue en 2013, el año del despegue absoluto, cuando el Valencia CF les dio la oportunidad de metamorfosear por completo el hogar del murciélago. "El estadio estaba muerto, en decadencia, era todo cemento. El Valencia dio el paso y pudimos sacar a la luz un proyecto que llevábamos entre manos mucho tiempo", cuenta Fran. Un cambio que encandiló tanto a los aficionados ches como a los de los otros equipos. "Después nos llamó inmediatamente el Sevilla para rediseñar el Pizjuán entero, y a partir de ahí LALIGA cogió esos dos estadios de ejemplos para editar los famosos guidelines de obligado cumplimiento del reglamento audiovisual", añade.

¿Qué es el Reglamento Audiovisual de LALIGA?

Son una serie de guías y normas con la finalidad de mejorar la percepción audiovisual de la competición. La homogeneización de la imagen y percepción audiovisual es el fin que persigue este Reglamento y que hace que los estadios, por ejemplo, unifiquen la iluminación, el color monocromo en la sala de prensa, etc.

"Es arquitectura experimental porque transformamos y diseñamos espacios para que sean una experiencia, y sobre todo, una experiencia rentable", cuenta Fran. Ahí, precisamente, reside la clave de Molcaworld. "Hemos ayudado a hacer más sostenible, económicamente, el fútbol español. Yo pienso: 'Oye, no te metas en grandísimas obras porque salvo muy pocos es difícil amortizar esas obras y pueden llevar a la ruina a un club'", explica. "Es más fácil incrementar el precio del ticket medio generando 200 o 500 localidades vips que meter 5000 personas más en un estadio, que igual no tienes capacidad".

Y no hace falta irse a estadios de Champions League para comprobarlo. "Estamos hablando que al Huesca la reforma del palco presidencial más algunos palquitos, todo open space, le supuso un millón de euros de retorno directo. Y en el estadio de la Ponferradina hicimos cuatro esquinas, que no se utilizaban porque eran de paso, con 25 localidades en cada una y supuso el 34% de sus ingresos por ticketing", cuenta Fran.

La nueva dimensión del negocio en España.

Lo que Molcaworld intenta trasladar es que se trata de ver el estadio como algo más que un simple recinto para el fútbol. Un multiusos para que genere dinero más allá que cada quince días. Una dimensión clave para entender los nuevos tiempos del deporte y a la que, en España, se "entró un poco tarde", cuenta. "Nos hemos encontrado muchos estadios del Mundial 82 que prácticamente no se habían tocado, con unas puertas de cobre de aluminio, mil recovecos y cualquier pintura en la pared. Los cambios que hemos hecho han sido por hablar directamente con los clubes y convencerles que era importante para ellos". Eso sí, el camino andando es el bueno y ahora "se está sacando rentabilidad porque el número de abonados se dispara, la asistencia media crece, el retorno de las marcas, el posicionamiento…".

¿Y cómo lo hacen? "Absorbiendo todo el ADN del club, del aficionado, de la misma ciudad, etc". En un proceso que dura días y que tiene en cuenta cada departamento clave del club, desde marketing hasta la presidencia. De ahí nace el gran murciélago naranja de la fachada de Mestalla, el icónico túnel de vestuarios del Espanyol o el sorprendente efecto óptico del túnel de la Rosaleda de 110 metros de largo y que consiguen que los estadios entren en otra dimensión manteniendo el sentimiento de pertenencia que nunca ha de faltar en un club de fútbol. Como el poder divino, "que no se toca, ni de coña".