El Real Madrid ya lo sabe: Raúl quiere seguir en el Castilla

Marzo. Ya se avistan los meses clave en Valdebebas. El final de temporada en los equipos de cantera, con sus campeonatos en juego y el baile de entrenadores, ojeadores y directores de cada verano, con el personal de la Fábrica ya preguntándose dónde estarán el próximo curso. Entre ellos, el nombre propio de Raúl González Blanco, con las ideas muy claras. Una vez más.

Raúl quiere seguir en el Real Madrid. Nada ha cambiado en el '7' merengue, que enlazaría su sexta campaña consecutiva entrenando al Castilla. Mientras los rumores sobre su futuro crecen cada año, él sigue con la calma que acostumbra. Y con su hoja de ruta firme: su plan es quedarse. Y sólo salvo un ofertón de fuera se lo plantearía. En el club ya lo saben.

El Villarreal llamó a su puerta a finales del pasado 2023, cuando cesaron a Quique Setién, y finalmente contrataron a Pacheta. Y del Leeds unos meses antes. Raúl empieza a aparecer en cada quiniela de los banquillos que quedan vacantes, pero él está tranquilo en casa. En la Ciudad Deportiva repite a menudo una máxima que entonan los históricos del madridismo: "Del Madrid nunca te puedes ir".

Salvo que aparezca una oferta irrechazable, con un contrato de larga duración y un proyecto a su medida, Raúl ni medita salir. Villarreal era una buena opción, pero ni el cuadro 'groguet' ni el técnico blanco alcanzaron un acuerdo en el momento final de un fichaje que para alguno de los protagonistas no fue más que un tanteo. Tiene sus razones.

Está a gusto al mando del Castilla. Más por su labor formando jugadores que atendiendo a los resultados. Este curso el filial del Real Madrid marcha undécimo, a nueve puntos de los puestos de playoff a Segunda División y a siete del descenso, con una plantilla muy joven que no termina de asentarse. Raúl no le da demasiada importancia, en una categoría muy complicada, como es el Grupo II de Primera RFEF.

Raúl repasa con orgullo casos como el de Sergio Arribas. En el año de su promoción al Castilla en Valdebebas se dudaba del potencial del jugador, y fue Raúl quien dijo: "Dejádmelo a mí". Y él apostó por Arribas en el filial. Ahora ya compite en la élite del fútbol español, en su debut en Primera con el Almería.

Además, Raúl mantiene una gran sintonía con Ancelotti, y se apoyan mutuamente. Muchas veces comparten entrenamientos, y dialogan sobre el Real Madrid. El italiano siempre le ha recomendado tener paciencia hasta hacerle ver que, como más cerca estás de llegar al primer equipo, es quedándote en casa. Ahí está la experiencia de Zidane. Y Raúl, por su parte, también fue el primero que aconsejó a Carletto que se olvidara de los cantos de sirena de Brasil. Raúl no tiene prisa por demostrar fuera del club, con los riesgos que conlleva, aunque a gente de su máxima confianza ya le nazca probar suerte lejos de La Fábrica.

Florentino siempre ha visto a Raúl más como un entrenador que coja las riendas del Madrid como sustituto a mitad de temporada, que como un primera espada para liderar un proyecto nuevo. Eso él también lo tiene claro. Y no le afecta. Quiere seguir. Para los meses más cambiantes del año en Valdebebas, los directivos ya cuentan con una certeza: Raúl desea continuar en el Castilla y con su vida en Madrid, al lado de su familia.