Cero goles y nueve tarjetas definen un Rayo-Getafe descafeinado
Solo el empuje final de los locales dio color a un partido denso y sin apenas ocasiones.
Se juntaron en Vallecas el miedo a ganar con el miedo a perder y cuando eso ocurre el 0-0 es ese castigo al espectador que no termina de desagradar del todo a sus protagonistas. El Getafe, bastante cómodo en su condición del alumno que tiene el trabajo final resuelto a mitad de curso, no amenazó demasiado a Dimitrievski ni tampoco demostró un especial ahínco en lograrlo. Y el Rayo, que ve el abismo cada vez más cerca, buscó vencer como quien camina tres pasos y se da por satisfecho por ir avanzando a la marca de diez kilómetros propuesta. Al final esprintó, pero el objetivo quedó lejos. Son dos metáforas para describir la realidad de una Liga que no se desvive por el gol y a la que a veces le falta espectáculo. Ninguno vino a servir, más bien a sobrevivir. Y en ese instinto de supervivencia solo la fe del Rayo dio un poco de picante a un 0-0 de manual.
El Rayo comenzó como si ya no viviera de las rentas. La llegada de Iñigo al banquillo les ha entregado una personalidad similar a la de ese equipo que enamoraba desde los costados y con un juego con tendencia a la Premier. Buena muestra de ello es que Iraola ahí sigue, firmando un gran papel en el Bournemouth. Si su extécnico ha volado hacia arriba, el nivel de la plantilla ha decaído. Y para colmo faltaba Álvaro García, lo más parecido a la electricidad que en aquella época emanaba a cada compás.
Trejo tiró del carro, ya que el fútbol nunca se marchó de sus botas. Otro asunto es la gasolina, cada día necesita más el repostaje. El '8' puso las dos primeras ocasiones del partido, un disparo arriba y otro cercano al palo. Después pidió penalti, casi con tantas ganas como las que tuvo de echarse al suelo. Y volvió a avisar, esta vez con Djené de salvador. Parecía un monopolio. No anduvo lejos de serlo.
El Getafe, mientras, daba la imagen contraria. Puede dar la impresión, viendo sus partidos, que acabó la temporada hace media temporada, valga la redundancia. Con el descenso especialmente barato y Europa lejana, los de Bordalás caminan en tierra de nadie, con la tendencia a la frustración que eso puede generar en su afición. En Vallecas, una tarde más, salieron como quien sabe que ni vive ni vivirá con el agua al cuello.
No obstante, el triunfo del Athletic en Copa del Rey les da un halo de esperanza. El séptimo irá a Europa y eso sí es una posibilidad más que factible. Quién sabe si Bordalás lo recordó en la previa, pero los suyos decidieron defenderse más que amenazar. Figueroa Vázquez, mientras tanto, no renunció a generar esta tendencia. En los primeros minutos repartió amarillas a Juan Iglesias, Isi y Camello, todas ellas evitables.
Ya fue el colegiado de la ida, en aquel partido jugado en el Metropolitano por la extraña sanción a los cimientos del Coliseum. Entonces, dejó al Getafe con nueve y también echó a Damián Suárez del banquillo. A Greenwood, concretamente, le expulsó por decir "no me jodas", aunque él entendió "fuck you" ("que te jodan"). Vista la tormenta que ya tuvo que vivir con los mismos protagonistas de por medio, decidió que la mejor manera de manejar Vallecas era dejando claro desde el minuto 1 que aquello no se repetiría...
Tampoco le sirvió de mucho. Una pequeña tangana a diez minutos del final demostró la enorme rivalidad que hay entre ambas plantillas. Por la reyerta fueron amonestados Ilaix Moriba, Mumin y Latasa para un total de nueve cartulinas amarillas en un partido que definitivamente tuvo bastantes más tarjetas que oportunidades claras de peligro.
Un 0-0 donde nadie gana...
... Pero tampoco pierde. Una sentencia tan simple sirvió como reflejo de un segundo tiempo que no invitó al delirio. Más allá de una falta de Greenwood a las nubes, no ocurría absolutamente nada sobre el césped de Vallecas. El Rayo lo intentaba algo más, claro, pero cuando la clasificación te avisa que perder puede ser fatal, el paso de los minutos te hace ver con mejor cara un empate a prácticamente nada.
Y el Getafe, mientras, es esa hormiguita que va recogiendo migas de pan hasta generar un imperio. A seis del Betis con siete jornadas por disputar, alega al espíritu de la media inglesa para asaltar Europa: tres puntos en casa y uno fuera. Por ello, su ofensiva tampoco resultaba especialmente agresiva. A pasos pequeños también se puede llegar lejos, pero a este nivel en el Coliseum tampoco llegarán los éxitos... Y al Rayo, que insistió alentado por su gente en la recta final y rondó el gol en varias ocasiones, tampoco le valdrá esto a mínimo que el Cádiz atine...
La ficha del partido
Rayo Vallecano 0: Dimitrievski; Balliu, Mumin, Lejeune, Chavarría; Isi (Nteka, 74'), Óscar Valentín, Unai López (Pathe Ciss, 74'), De Frutos (Ratiu, 84'); Camello (Falcao, 84') y Trejo (Crespo, 63').
Getafe 0: Soria; Juan Iglesias (Carmona, 46'), Djené, Gastón Álvarez, Alderete, Diego Rico (Angileri, 90'); Luis Milla (Ilaix, 78'), Maksimovic, Yellu (Óscar Rodríguez, 66'); Greenwood, Jaime Mata (Latasa, 46').
Árbitro: Figueroa Vázquez (Colegio Andaluz). Amonestó a Sergio Camello (7'), Isi (16'), Juan Iglesias (17'), Jaime Mata (39'), Gastón Álvarez (51'), Ilaix (80'), Latasa (80'), Mumin (80') y Óscar Rodríguez (86').