¿Quién es Raúl Moro? El canterano del Barça que fue traspaso récord y que ahora es la joya que asombra en el Real Valladolid

La temporada en Primera División de Raúl Moro empieza como la terminó en Segunda hace unos meses: siendo decisivo para el Real Valladolid. Es el nombre más aplaudido cuando aparece en el videomarcador. Es el nombre que más gritan los niños cuando se trata de pedir fotos. En el José Zorrilla ya lo han vivido más veces, aunque uno nunca se acostumbra a estas exhibiciones, pero en LaLiga EA Sports los aficionados y contrarios empiezan a conocer a esta joya. A conocer y a sufrir. El Espanyol, como otro recién ascendido, ya le conocía de la pasada campaña, pero no supieron pararle.

Pericos y pucelanos se veían las caras de nuevo, en un duelo que acabó dejando los tres puntos en el feudo vallisoletano. Un resultado corto decidido por un único gol, de Raúl Moro, que, con algo de fortuna en un disparo desde la frontal del área, internándose desde la banda izquierda, mandó al fondo de la red. No obstante, pudieron ser más, y es que el propio exjugador de la Lazio tuvo el doblete en la punta de sus botas, pero no logró definir con éxito en un mano a mano en la segunda mitad. También pudo abrir su cuenta de asistencias en la élite, pero faltó algo de precisión y de suerte en los rematadores. Acabó el partido con calambres que asustaron a la grada, pero no parece que vayan a tener mayor importancia.

La pasada campaña, Raúl Moro también sufrió de la irregularidad del equipo blanquivioleta. Pese a ello, y lastrado en varias ocasiones por lesiones, el catalán supo ser decisivo por su banda, rompiendo las líneas de cualquier equipo rival. No es un goleador, aunque su mejoría de cara a puerta es evidente. Sin embargo, es un asistente de lujo para los delanteros y compañeros que se incorporan desde segunda línea, si consiguen aprovechar los balones servidos por Moro.

La pasada campaña, en LaLiga Hypermotion, anotó dos goles y repartió cinco asistencias. No son malas cifras, ni mucho menos, pero se quedan lejos de su aportación sobre el césped. El extremo diestro, de tan solo 1,69 metros de altura, ha sido el mejor de los pucelanos incluso en partidos en los que su calidad no se ha visto reflejada con estas estadísticas. Sin embargo, ha sido líder en ataque, con una velocidad, regate y explosividad que le han servido para ganarse la atención de otros clubes que le han pretendido.

El Real Valladolid le quería, el jugador quería quedarse y la afición no le podía querer más. Aún con su futuro en el aire, el propio Raúl entonó el "Moro, quédate" en la celebración del ascenso. Aunque ha supuesto un esfuerzo económico a la entidad, finalmente se pagaron 2,5 millones de euros para hacerse con sus servicios. No cabe duda de que, si mantiene su nivel, a Ronaldo le costará retenerle en los siguientes mercados. Aunque aún queda mucha temporada por delante, tiene margen de mejora y un físico que debe saber prevenir y superar las molestias y lesiones.

Raúl Moro inició su carrera en el Manresa, donde jugó hasta 2017, cuando se marchó al Espanyol con 14 años. Doce meses después cambió de bando para fichar por el Barça, y con 16 se convirtió en un traspaso récord para la cantera culé. La Lazio italiana pagó seis millones de euros por el chico. Brilló en el filial y llegó a debutar con el primer equipo, aunque no tuvo la confianza ni oportunidades que hubiera deseado. Encadenó dos cesiones, en la Ternana italiana y en el Real Oviedo, de Segunda División española. Su buen rendimiento le sirvió para llegar al Real Valladolid, a un proyecto de ascenso donde sería clave y donde empezaría a mostrar su mejor nivel hasta el momento. Probablemente, aún es joven y está lejos del que puede ser su mayor potencial, pero va por muy buen camino para ser una de las revelaciones de LaLiga.