Prosinecki: "Hay muchos futbolistas que fuman, lo que pasa es que se esconden"
El exfutbolista croata, nuevo seleccionador de Montenegro, recuerda su paso por Madrid, Barça, Oviedo y Sevilla, con un conflicto bélico de por medio y muchas lesiones.
Robert Prosinecki (Schwenningen, Alemania, 12/01/1969) atiende puntual a nuestra llamada Madrid-Zagreb. De hecho, se adelanta y prefiere llamar él porque ya está esperándonos con café y cigarro en mano. Sigue sin esconderse para fumar. No escatima en hablar de la guerra que explotó en la ex Yugoslavia, justo cuando fichaba por el Real Madrid.
Tampoco de las lesiones que no le dejaron demostrar, ni en el equipo blanco ni en el Barça, que llegaba uno de los mejores centrocampistas del mundo. Un enamorado de la pelota, a la que quiere siempre cerca, de Modric y del fútbol. Desde hoy es el nuevo seleccionador de Montenegro.
¿Qué tipo de entrenador intenta ser?
Quiero ser amigo del jugador. La verdad es que me gusta hablar mucho con ellos, ser cercano, tener buena comunicación para poder motivarles y saber en todo momento qué necesitan. Para tener un buen resultado debe haber un buen grupo, buen ambiente. Tanto con Cruyff como con Antic podías charlar con mucha confianza porque te la transmitían.
Lo más importante es saber qué equipo tienes, eso está por encima de la idea. Porque no puedes ser muy ofensivo si no tienes equipo para ello. A todo el mundo le gustaría jugar como Cruyff, inventó el tiqui-taca, con tres arriba, con mucho toque y ataque. Guardiola ha podido seguir con ese estilo y lo modernizó, pero también le fichan siempre a futbolistas para jugar a eso. Aunque está demostrado que el dinero no es todo, necesitas un tiempo para que se adapten.
¿Cruyff y Antic fueron sus grandes maestros?
Con Radomir tuve una gran amistad. Te decía las cosas muy claras y motivaba muy bien, el juego era diferente al de Cruyff, prefería un 4-4-2 y trabajaba mucho la estrategia, el balón parado…. Después tuve la suerte de trabajar con Johan. Por el hecho de haber sido un grande como futbolista, ya le tenías mucho respeto al llegar. Su filosofía me gustaba, ojalá algún día pudiese jugar como él, claro. Nos lo hacía todo muy fácil. Llegó la época en la que no ganábamos, perdimos la final contra el Atleti y le echaron, pero fue el mejor que tuve.
"Con Antic tuve una gran amistad, pero el mejor entrenador que tuve fue Cruyff"
Hábleme de su familia…
Mi madre nació en Serbia y mi padre en Croacia. Yo nací en Alemania porque se habían ido allí a vivir, trabajaban de todo. Cuando tenía diez años volvimos a la ex Yugoslavia y mi padre me llevó a jugar al Dinamo de Zagreb. Hasta que en 1987, teniendo yo 18 años, me ficha el Estrella Roja. En 1990 estalló la guerra y mi familia se quedó en Zagreb...
¿Cómo vivió aquel partido entre el Dinamo de Zagreb (croata) y su equipo de por entonces, el Estrella Roja (serbio)? La imagen de Boban (Dinamo) dándole una patada a un policía pudo ser el preludio de una guerra…
Ya se notaba que algo iba a pasar, se respiraba en el ambiente, pero nadie pensaba en una guerra. Yugoslavia no podía seguir porque Croacia se quería salir, Bosnia, Macedonia… Fue horrible. Aunque debo decir que teniendo una madre serbia, jugando en el Estrella Roja y yo sintiéndome croata, nunca tuve problemas con nadie.
Ha dicho que nunca tuvo un problema con compañeros por sus ideales…
El problema era más entre políticos que entre nosotros. Piensa que yo era un croata en Belgrado, y estuve de jugador con el Estrella Roja. Ganamos por primera vez la Copa de Europa, algo que no volverá a pasar, ahora sería imposible. Después volví de entrenador y siempre me respetaron. Jamás he tenido un problema por cuestiones políticas. Claro que todos teníamos sentimientos e ideales diferentes, pero entre los futbolistas no pasaba nada. Con Savicevic, Mihajlovic, Stojkovic, etc. Podíamos hablar de política, pero con respeto. Todos seguimos siendo amigos y mantenemos el contacto. Nunca nadie me dejó de hablar por la guerra.
¿Cómo se fraguó su fichaje por el Real Madrid?
Seis meses antes de terminar la temporada, antes de ganar la Copa de Europa, ya me querían. Mendoza se había reunido con Zoran Vekic, mi representante, y conmigo también hablaron. Con 21 años me querían todos los equipos de Europa, la verdad. Pero habíamos dado la palabra al Madrid y no se podía cambiar. Y contento de que fuera así.
La guerra, una lesión detrás de otra... ¿Cómo lo pasó en esas circunstancias?
Me fui al Real Madrid con 22 años, solo, y mi familia no quería venir a España porque, dentro de todo, Zagreb no era lo peor en ese momento. Lo pasé muy mal. Me había fichado el equipo más grande y yo sentía mucha frustración. Creo que se notaba en mí. Y no digo que me lesionara por culpa de la guerra, pero mi cabeza no estaba al cien por cien, no podía estar tranquilo ni un momento porque siempre estaba pensando en lo que estaba pasando en la ex Yugoslavia. Gracias a Dios a mi familia no le pasó nada. No queremos olvidar lo que pasó para que no se repita. Nuestras nuevas generaciones saben de eso, pero tienen una vida normal.
Siempre digo que en la vida tienen que pasar cosas buenas y malas. Por aquel entonces estaba la guerra, mi familia estaba fuera, y sentía muchísima presión sobre mí porque siempre estaba lesionado. Solo jugábamos tres extranjeros y era más difícil entrar en el equipo. Encima perdimos dos ligas en el último momento. Sufrí mucho.
"No digo que me lesionara por culpa de la guerra, pero mi cabeza no estaba al cien por cien"
¿Qué fue lo más difícil de sobrellevar?
La prensa me llamaba 'jugador de cristal', pero bueno, tengo muchos amigos en España y este fin de semana voy a Madrid a ver el partido contra el Sevilla, en el Bernabéu. Lo que más me dolía era la situación de mi país, porque lo demás se pasa. La guerra me influyó mucho en mi carrera, estoy seguro.
Reconocido fumador. ¿Cuánto de verdad hay en que usted fumaba en el vestuario?
Eso lo empezó a decir de broma Peter Crouch en un show de televisión. Es un tío muy gracioso, pero era mentira y nunca me defendí. Eso sí, nunca me escondía cuando fumaba. ¿Cómo voy a fumar en el vestuario? Menos aún en el descanso de un partido. Es un mito.
Hay muchos futbolistas que fuman, lo que pasa es que se esconden. Decían que fumaba tres paquetes diarios. Sé que fumar no es bueno para un deportista, pero es así. Es un gusto que tenía y tampoco intenté dejarlo nunca. De hecho, sigo fumando y directamente no me tomo el café si no tengo tabaco.
¿Con qué futbolistas disfruta hoy?
Yo todavía sigo disfrutando mucho con Messi, ¿eh? Con Halaand, Vinicius, Gavi, Benzema, Mbappé, Rodrygo… Aunque me encanta Pedri. Va a ser el futuro del Barça. Y Valverde es diferente, tal vez no tan técnico, pero es un centrocampista impresionante que puede jugar en varios puestos.
¿Cómo se explica el talento incesante de Croacia?
Mira, me lo pregunto tantas veces… No tiene explicación. Solo somos cuatro millones de habitantes, y vale que en Croacia el fútbol le gusta a todo el mundo y hay colas para apuntarse, ¿pero cómo es posible que salga tanto talento? No tenemos las infraestructuras tampoco para ello y otra vez salen. Modric, Rakitic, Perisic… Todos son buenos. Es increíble. Hemos sido segundos del mundo, terceros, hemos estado siempre en Eurocopas y Mundiales. Y volvemos a tener un equipo con muy buenos jóvenes y otros veteranos capaces de ganarlo todo.
"Sigo disfrutando con Messi, me gusta Vinicius y me encanta Pedri; va a ser el futuro del Barça"
¿Usted encajaría en este fútbol?
Siempre dicen que los de mi época no podríamos jugar en el fútbol actual. Para mí no tiene nada que ver. Vale que el de hoy es más rápido, hay más trabajo detrás, mejor nutrición y muchas mejoras, pero nosotros las aprovecharíamos también si jugásemos ahora.
Si echa la vista atrás…
(Interrumpe)
No cambiaría nada, nada. Tengo dos hijas maravillosas, una de 19 y otra de 23, y una mujer espectacular con la que llevo 25 años casado. Si echo la vista atrás pienso cuando me nombraron mejor juvenil del mundo en el Mundial Sub-20 de Chile, en ese equipo estaba Mijatovic, Jarni, Boban, Suker… Imposible olvidarme de la Copa de Europa con Estrella Roja. Y por supuesto, del día que fiché por el Real Madrid.
Disfrutó del fútbol entonces.
Siempre. Hubiese jugado sin dinero, aunque no me pagaran.