Prosinecki: "Donde mejor jugué fue en el Oviedo, pero soy más merengue que de los demás"
El croata fue el primer gran fichaje del Real Madrid de los 90, pero las lesiones no le dejaron triunfar y salió al Oviedo, Barça y Sevilla.
Ahora es el seleccionador de Montenegro, pero para toda una generación, el fichaje de Robert Prosinecki (Villingen-Schwenningen, Alemania, 1969) fue un pelotazo que marcó una época para un Real Madrid 'noventero', mucho menos millonario que ahora, y todavía menos éxito en la Copa de Europa... que es como se llamaba, antes, la Champions League. De hecho la última Copa de Europa la ganó un Estrella Roja en el que él destacaba incluso por encima de Savicevic, Mihailovic, Jugovic o Belodedici. Dejó con la boca abierta a todo el fútbol continental.
Entre ellos a Ramón Mendoza, entonces presidente madridista. Pagó una barbaridad para la época (nunca estuvo claro, pero entre unas cosas y otras debió rondar los mil millones de pesetas, unos 6 millones de euros), imponiéndose al entonces todopoderoso Milan en un golpe de mano que desató la euforia de los aficionados blancos. Un campeón de Europa, estrella joven, jugadorazo... todo pintaba perfecto. Era, para entenderlo, como cuando el Betis fichó a Denilson, o el Madrid a Zidane... pero aquello terminó saliendo como cuando el Barcelona fichó a Coutinho.
Mal. Tuvo problemas para salir de su país (la antigua Yugoslavia, porque sus padres sólo estuvieron en Alemania un tiempo, y enseguida se mudó a su país, lo que hoy es Croacia) porque no les permitían jugar fuera con menos de 25 años y tuvo que intervenir FIFA. Nada más llegar se lesionó, no se recuperó bien, la gente esperaba muchísimo de él... y las cosas no funcionaron. Ahora, pasados los años, recuerda para Relevo aquella llegada: "En la época de 1990, que ganamos la Copa de Europa con el Estrella Roja, en un país que nadie pensaba que podía llegar a eso. Éramos un club grande pero nadie pensaba que podíamos conseguir algo así. Y bueno, me marché en la época de Mendoza que fue el que me trajo al Real Madrid. Ahora lo piensas y bueno, hay buenos recuerdos y malos recuerdos, yo estuve mucho tiempo lesionado y con algunos problemas pero, en global, muy bien. Tengo buenos recuerdos", recuerda para Relevo, a pesar de todo.
Algunas experiencias nocturnas, su poco pudor al ocultar su afición al tabaco (algo que era mucho más normal e incluso tolerado en un futbolista, en aquella época que ahora). Se marchó al Oviedo, persiguiendo a Radomir Antic, el entrenador que lo trajo y que más creía en él. Y jugó mucho mejor, con menos presión, volvió a impresionar... tanto que terminó en el Barcelona. Otra oportunidad al máximo nivel. Y tampoco.
Madridista a pesar de todo
A pesar de tener confianza y empezar con minutos, su rendimiento fue muy discreto. Aún tuvo una última opción, al máximo nivel, en el Sevilla. No estuvo mal del todo, jugó bastante más, pero terminaron descendiendo a Segunda. Aquello fue su final en la Liga española. Pasados 18 años de aquello... ¿con qué equipo se queda de los cuatro? "Últimamente me están siempre preguntando que si soy más de uno o de otro, más merengue o menos. En el Oviedo estuve muy bien, fue donde mejor jugué, pero yo soy más madridista. Es mi primer club, vine aquí desde el Estrella Roja y soy más merengue, sí", zanja el croata.
Sigue enganchado. Ha entrenado, con éxito parcial, y sigue muy al día de todo. Visita España con regularidad porque parte de su familia se quedó en Asturias: "Claro que seguimos LaLiga, que está muy interesante. Además en mi caso, que jugué allí siete temporadas, Real Madrid y Barcelona incluidos, claro que sigo el torneo y es interesante. Ahora con el Girona, que nadie pensaba en ellos, con el Real Madrid muy bien. Me resulta muy interesante el Athletic también. Además es que voy mucho por España. No tanto por Madrid, sino más bien por Oviedo, porque ahí vive mi hermana y voy mucho para verlos".
Flipando con Bellingham
Mantiene poco contacto con su generación del Real Madrid, salvo con Fernando Hierro, con el que siempre intenta quedar cuando viene por Madrid. No le fueron bien las cosas en España, pero es justo recordar que su llegada desató una ilusión entre los aficionados madridista similar a cualquier otro de los grandes.
De los de ahora, lo tiene muy claro: "Bellingham es impresionante. Llegar directamente y convertirse en el mejor goleador, un futbolista que es diferente, que está aportando muchísimo al Real Madrid. Muy bien, ¿qué te digo? Es un gran fichaje para el Real Madrid", finaliza el croata.