REAL SOCIEDAD 3 - GIRONA 2

Un golazo de Mariezkurrena le da a Imanol Alguacil el adiós que se merece

El canterano, que acababa de salir al terreno de juego, enganchó una volea perfecta e hizo que el Reale Arena estallara de alegría.

Arkaitz Mariezkurrena celebra el gol de la victoria junto a Oyarzabal y Zubimendi. EFE
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Los grandes logros de la Real Sociedad siempre han llegado así, a última hora. Se han hecho esperar. Y hoy no podía ser de otra manera. En el Reale Arena no había ningún título en juego, pero sí algo de un valor sentimental mucho más importante, que era darle la despedida que se merecía al protagonista de toda esta semana en clave blanquiazul como era Imanol Alguacil. Y en esas, en la de darle el adiós merecido, emergió la figura de un futbolista que quizá no estaba llamado a ser el protagonista: Arkaitz Mariezkurrena. Pero lo hizo a lo grande, con un tanto que hizo posible que Imanol Alguacil se marchara como mandan los cánones.

Nadie, ni el protagonista de esta historia, podía presagiar aquel 1 de abril de 2018, cuando se estrenó al frente del primer equipo de la Real Sociedad en un triste empate a cero frente al Eibar, que siete años más tarde el Reale Arena se iba a venir abajo para decirle adiós y despedirle como la leyenda que es. Imanol Alguacil ha dicho 'agur' como le gusta, ganando, algo que no ha podido hacer en demasía en este tramo final como entrenador del equipo blanquiazul, algo que, seguramente, le ha empujado a tomar la decisión de abandonar la entidad blanquiazul, cuando eran muchos los que pensaban que iba a continuar al frente del proyecto blanquiazul.

Los jugadores no podían permitir que Alguacil se fuera sumando una nueva derrota. Ni siquiera un empate. No se lo perdonarían. Ni ellos ni los muchos aficionados que se acercaron al coliseo blanquiazul para rendir pleitesía a uno de los técnicos más exitosos y más longevos en la historia de la institución txuri urdin. Muchos de los futbolistas que hoy forman parte de la plantilla han encontrado su mejor versión al lado del oriotarra que, pese a lo que pueda pensar, le ha dado mucho a esta Real Sociedad. Se lo ha dado todo y más. Por eso esa insignia de Oro y Brillantes al inicio del choque.

Así las cosas, y con la obligación imperiosa de homenajearle con una victoria, sus pupilos se pusieron manos a la obra desde muy pronto. Para el minuto 5, Pablo Marín ya había conseguido abrir la lata. Uno de esos futbolistas que le deben todo al de Orio se lanzó de cabeza para cazar el envío de Brais Méndez y poner el 1-0 en el electrónico de Anoeta. No podía ser de otra manera y después de recibir las felicitaciones de sus compañeros, el riojano, raudo y veloz, corrió hacia el banquillo de la Real para fundirse en un abrazo con su entrenador.

El Girona tampoco quería ser un simple convidado de piedra a la fiesta de Imanol Alguacil y reaccionó de la mejor manera posible gracias a un veterano curtido en mil batallas como es Stuani que sin jugar mucho este año, ya suma once dianas. Casi nada. Ya saben eso de que los viejos rockeros nunca mueren. Pues eso. Pero hoy no era el día para bajar los brazos y desengancharse del partido como sí ha sucedido en muchos momentos de la temporada. Y ahí emergió la figura del capitán, del que nunca hace nada. Take Kubo fue objeto de penalti por parte de Asprilla. Mikel Oyarzabal, una vez más, asumió la responsabilidad y, tras engañar por completo al portero de nombre impronunciable Krapyyvtsov, puso el 2-1 en el electrónico. Felicidad máxima. Y el capitán, cómo no, al igual que hizo Marín unos minutos antes, esprintó hacia el entrenador que siempre le ha defendido pese a las críticas recibidas durante toda la temporada. Ambos se fundieron en un abrazo más que emotivo.

La Real quería más. No se conformaba y se pudo ir al descanso con una ventaja más amplia, pero lo evitó el portero ucraniano del Girona con sendos paradones a Take Kubo, al que le quitó la gloria correspondiente. Sobre todo lo hizo en la última acción de la primera parte con una gran parada para enviar a córner el disparo desde fuera del área del internacional nipón.

Ovación de lujo para un ex como Portu que tuvo que pedir perdón

La segunda parte apenas tuvo historia. Solo al final. Valió la pena la espera. Hasta ese momento, un rifirrafe entre Traoré y Stuani que terminó con amonestación para ambos y una ovación para un ex como es Portu al que se le recuerda con mucho cariño por estos lares. No es para menos. Su aportación fue crucial en la conquista de la Copa del Rey con el Athletic Club como rival. Él fue objeto del penalti que cometió Iñigo Martínez y que a la postre le dio el título a la Real Sociedad gracias al tanto marcado por Mikel Oyarzabal. Eso sí, el ahora jugador del Girona, visto lo visto, no entiende de sentimientos y, nada más salir, la primera bola que tocó, acabó dentro de la meta de Remiro. El exblanquiazul, agradecido, pidió perdón, siendo consciente de que ese gol podía hacer que Alguacil no se fuera de su último partido de Liga sumando una victoria. No lo consiguió.

Trató de evitarlo, primero, Beñat Turrientes con dos zapatazos, uno con la derecha y el otro con la izquierda, desde fuera del área, pero ninguno de los dos, ante la desesperación del beasaindarra, cogió portería. El que sí lo hizo para júbilo del Reale Arena fue el de Arkaitz Mariezkurrena. Un golazo del canterano, que acababa de salir al terreno de juego, le dio a Alguacil el adiós que se merecía. El de Astigarraga, que también acudió al rescate de la Real Sociedad en Vallecas, obró el milagro. Un mal control de Oyarzabal fue aprovechado por el 'potrillo' para, de volea, poner un balón inalcanzable para el ucraniano de la Real Sociedad.

Y Anoeta estalló de alegría. Fue como una liberación en el mejor día posible, en el del adiós de un Imanol Alguacil que se ha convertido en leyenda. El 'Imanol, Imanol, Imanol...' sonó más fuerte que nunca. El ruido llegó hasta el cielo, como cuando fue manteado por sus futbolistas una vez terminado el partido. Su trabajo ya está hecho, a lo grande, con matricula de honor. Se le va a echar mucho de menos.

Ficha técnica

  • Real Sociedad : Remiro, Traoré (Aramburu, min. 64), Zubeldia, Aritz, Javi López (Mariezkurrena, min. 81), Zubimendi, Marín (Turrientes, min. 64), Brais Méndez (Sucic, min. 57), Barrenetxea (Sergio Gómez, min. 57), Kubo y Mikel Oyarzabal
  • Girona : Krapyvtsov, Blind, Krejci, Francés, Arnau Martínez, Solis (Arthur, min. 61), Iván Martín (Abel Ruiz, min. 61), Herrera (Romeu, min. 85), Asprilla, Tsygankov (Danjuma, min. 85) y Stuani (Portu, min. 69)
  • Goles: 1-0: Pablo Marín (min. 5), 1-1: Stuani (min. 10), 2-1: Oyarzabal, de penalti (min. 20), 2-2: Portu (min. 77), 3-2: Mariezkurrena (min. 91)
  • Árbitro : Ortiz Arias. Amarillas para Solís (min. 49), Traoré (min. 62), Stuani (min. 62), Arnau (min. 96)
  • Asistencia : 28.135 espectadores en el Reale Arena.