ESPANYOL

La portería del Espanyol, en crisis

Álvaro Fernández, que llegó a suplir a Lecomte por su irregular rendimiento, cometió un error de bulto ante el Valencia.

Álvaro Fernández, en un partido con el Espanyol./GETTY
Álvaro Fernández, en un partido con el Espanyol. GETTY
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Espanyol no levanta cabeza en este arranque de temporada. El empate ante el Valencia podría considerarse incluso un buen resultado, si no fuera por la forma en la que se ha producido. Álvaro Fernández dejó pasar un despeje de Comert, pensando que el balón iba fuera. La pelota acabó en el fondo de la red, restando dos puntos al equipo cuando estos ya estaban prácticamente en su casillero. En el descuento duele más, si bien es un error de bulto que agitará a la opinión pública en los próximos días. El guardameta le arrebató el hueco a Lecomte, el fichaje veraniego, tras no dar este el rendimiento esperado en las primeras jornadas. Por ello, el club hizo un esfuerzo en incorporar a otro guardameta, que hoy ha cometido un fallo que ha costado oro al equipo.

Darder y Diego Martínez no han podido pasar por alto la acción. El técnico, sin embargo, mostró su apoyo a Álvaro Fernández: "Es muy frustrante recibir un gol con una acción que no es ni siquiera un tiro. Es un lastre, nos pesa. Pero los valores de este equipo nos lo deben devolver. Es complicado cuando se nos dan situaciones anómalas. Hablaríamos de otra cosa sin esa acción puntual". Es entonces cuando le echó un cable: "Somos un equipo para todo, este vestuario nos devolverá lo bueno en el futuro". En la misma línea, uno de los hombres fuertes del vestuario salió a dar la cara tras dejar pasar otra oportunidad de victoria: "No es solo esto, es la expulsión de Braithwaite, no salir cuando el Valencia tenía uno menos... Somos un equipo, si falla uno, fallamos todos".

El reto de suplir a Diego López

Este error puntual mancha el expediente del que era la gran esperanza del Espanyol para suplir a Diego López. Pese a llegar a última hora, la experiencia de Álvaro Fernández, un habitual en las categorías inferiores de la Selección española, era una garantía. El ahora guardameta del Rayo fue indiscutible y se mostró a un gran nivel a pesar de su edad. Su marcha, esperable tras finalizar contrato, abría la vía a un relevo generacional inevitable. El nuevo meta, además de haber rendido a gran nivel bajo palos, reúne otras características, tal y como él mismo relata en una entrevista a La Grada Online: "A día de hoy se trabaja mucho el tema psicológico, en la portería es un poco más exigente. Has de estar muy concentrado para ejecutar cualquier acción en la que se te requiere. Has de estar muy preparado mentalmente, además de físicamente. La portería es el puesto más exigente que hay en el fútbol y, para mí, el más infravalorado. Es una posición complicada y por eso a los porteros se les requiere que tengan mucha personalidad y sean líderes dentro del equipo. En este sentido creo que yo lo asimilo bien y tengo una gran personalidad".

Personalidad no le falta, es cierto. Nada más errar, se disculpó con gestos ostensibles ante su afición. Fue casi más un error humano que técnico: se confió pensando que la pelota se marchaba fuera y que un saque de puerta le daría los segundos necesarios para matar el tiempo de descuento. El balón acabó dentro, un castigo enorme a su exceso de confianza. En la entrevista en La Grada Online, continúa: "El portero tiene que ser un líder y creo que mi carácter es de líder, y es lo que intento transmitir a mis compañeros a pesar de ser nuevo. Con Lele ya nos conocíamos personalmente y ha sido muy fácil conectar con él. El ambiente en el vestuario es perfecto y tenemos líderes, pero cuantos más mejor. Los líderes o las personas que lleven la voz cantante en el campo, creo que deben ser porteros, defensas… jugadores que lo vean todo de cara y puedan organizar al resto del equipo. Me gusta aceptar este rol y seguiré haciéndolo. El míster nos pide mucha comunicación, liderazgo y personalidad, y estoy dispuesto a hacerlo porque es algo que me sale con naturalidad".

Las estadísticas, una losa para el Espanyol

Con Lecomte bajo palos, el Espanyol recibió dos o más goles en las tres primeras jornadas. De hecho, ante el Real Madrid fue expulsado, dejando un grave problema en el tejado de Diego Martínez. Para su fortuna, Álvaro Fernández llegó poco después y pudo vestirse de corto ante el Athletic, en lo que ha sido la única portería a cero del equipo en toda la temporada. Posteriormente, vuelve la sangría: 2-3 ante el Sevilla, 2-1 frente a la Real y el 2-2 de este sábado contra el Valencia. Una ristra de goles en contra que les colocan como el tercer equipo que más encaja de toda la competición, solo por detrás del colista Elche y del Getafe.

Lecomte, en un partido con el Espanyol. GETTY
Lecomte, en un partido con el Espanyol. GETTY

¿Y qué pasa con Lecomte? El ex del Atlético de Madrid llegó como guardameta titular. El Espanyol apostó por él entre su cásting para la portería y su rendimiento en las tres primeras jornadas dejó que desear. Tanto es así que el club pasó de intentar mantener a los canteranos Joan García y Fortuño como metas suplentes a buscar desesperadamente en el mercado una alternativa. Álvaro Fernández no era una opción económicamente sencilla, ya que tiene derechos compartidos entre Huesca y Mónaco. No obstante, la entidad oscense no se iba a negar a una salida exprés, ya que el nivel del portero estaba, con total certeza, para categoría superior.

Ahora, este error vuelve a reabrir el debate. ¿Debe darle Diego Martínez una nueva oportunidad a Lecomte tras su impreciso arranque?, ¿debe olvidar este error de Álvaro Fernández y mantener su idea en la portería? Sea como fuere, el Espanyol necesitar fortificar su portería y la zaga también tiene tareas. Por arriba, Braithwaite ha arrancado con buen pie, pese a su expulsión, y Joselu es el alma indiscutible en ataque. El mercado de invierno, tras los millones recibidos por el anómalo traspaso de Raúl de Tomás, permitirá a la dirección deportiva hacer movimientos. Pero estos no llegarán para el guardián, salvo sorpresa mayúscula. Lecomte y Álvaro se jugarán un puesto que ya ha tambaleado varias veces esta temporada y que es clave para dar moral a un equipo que no ha arrancado con buen pie.