La obsesión de Gerard Piqué con el Espanyol empezó de niño: "Se ponía detrás de la portería a mofarse de nosotros..."
La relación del exjugador del Barça con el Espanyol comenzó desde pequeño, cuando jugaba en la generación de Messi.
La relación de Gerard Piqué con el RCD Espanyol ha sido, desde hace años, una mezcla de rivalidad deportiva, provocaciones y tensión mediática. Durante toda su carrera deportiva, Piqué ha demostrado su relación poco amigable con el cuadro perico, ya fuera en el césped o lejos de él, y que claramente se convierte en el blanco perfecto de su humor. Un sarcasmo que se focaliza en la rivalidad e historia de Barça y Espanyol y que, con una mezcla de ingenio, competitividad y estrategia mediática, Piqué continúa alimentando una rivalidad que trasciende lo deportivo, reflejando un trasfondo de diferencias que abarca estatus, ideología y, sobre todo, pasión por el fútbol. "El Espanyol es un ingrediente principal para el show, yo he estado todo el año deseando que subiera a Primera. Quiero jugar en el campo del Espanyol", decía durante su etapa de jugador en el FC Barcelona.
El reto de un millón de euros lanzado por Piqué es solo un ejemplo más de sus burlas hacia la institución perica, además de ser una clara estrategia de márketing para alimentar la visibilidad de la Kings League. "Hola @RCDEspanyol, ¿nos jugamos un millón?", decía la carta dedicada a Chen, presidente del Espanyol.
Hola @RCDEspanyol, ¿nos jugamos un millón? pic.twitter.com/4D1APrx4XE
— Kings League InfoJobs Spain (@KingsLeague) December 18, 2024
¿Quién le hubiera dicho a Amador Bernabéu que su nieto triunfaría en el Barça? La rivalidad Piqué-Espanyol se remonta a años atrás. Bernabéu, quien fuera vicepresidente del club y delegado de la Real Federación Española de Fútbol, es el abuelo de Piqué, que hizo socio a Gerard nada más nacer. Fue Bernabéu quien sacó su carné. La influencia del abuelo materno de Piqué seguramente fue muy importante para la carrera del jugador. La rivalidad viene de la familia. Desde pequeño lo llevaba a los partidos del Barça, que se enfrentaba año tras año al Espanyol.
En las categorías inferiores, donde militó del 1997 hasta el 2004, cuando se marchó a Manchester, jugó la final de la Copa Catalunya con el Barça y frente al Espanyol. Tras anotar un gol, Piqué se dirigió al banquillo perico para celebrarlo, estirándose la camiseta y mostrando el escudo. Pero hay más. "Antes de construir la ciudad deportiva de Sant Adrià, jugábamos nuestros partidos de cadete en el campo del Europa. Y Piqué venía a vernos con el chándal del Barça, se ponía detrás de nuestra portería y empezaba a mofarse y a darle golpes a la valla", explica uno de los entrenadores pericos de la época, quien no tiene reparos en destacar que "siempre fue un irrespetuoso con el Espanyol, era el que siempre daba la nota".
"Venía a vernos en chándal y se ponía detrás de la portería a mofarse y dar golpes a la valla"
EspanyolDe la famosa generación del 97, la formada por Cesc Fàbregas o Leo Messi, entre otros, Piqué era el más visceral en los derbis. Una manera de hacer: "Nunca tuvo respeto con los que considera inferiores. Cuando lo tienes de compañero es divertido y cachondo, está bien compartir momentos con él, pero si lo tienes de rival...", explica uno de los futbolistas de aquella época. "Siempre hacía bromas y 'putadas', y algunos lo pasaban mal", añadió.
Acostumbrado a la victoria, al pertenecer a una generación ganadora, sus compañeros recuerdan que siempre tuvo "ojeriza" por el Espanyol, y que no desaprovechaba los derbis para mostrarlo, aunque "era algo generalizado, los derbis son derbis, y todos teníamos esa mentalidad".
¿Diferencias de estatus?
Aunque el Barça ha dominado la ciudad de FC Barcelona en términos de éxitos y popularidad en la historia moderna, el Espanyol ha sido siempre el máximo rival de los azulgranas. Desde su debut en el Barça, ya como profesional, Piqué no ha perdido oportunidad para lanzar algún dardo al Espanyol, y la relación entre ambos clubes siempre ha sido una fuente de tensiones.
En 2023, Piqué declaró irónicamente que "el próximo año iré a Cornellà como presidente del Andorra. Habrá un Espanyol-Andorra y yo tengo el derecho de ir como presidente del Andorra", refiriéndose a un enfrentamiento en Segunda División tras el descenso del Espanyol. Meses después, cumplió su palabra y asistió al partido, incrementando aún más la tensión con su asistencia en el RCDE Stadium.
Piqué ha llevado la provocación al terreno de juego en numerosas ocasiones. En 2018, tras un gol en el RCDE Stadium, celebró mandando callar a la grada blanquiazul, un gesto que quedó grabado en la memoria colectiva de la afición perica. En 2023, declaró sobre el descenso del Espanyol: "Fue un día complicado para mí. Era uno de los lugares donde más me gustaba jugar, y ese año no pude jugar en ese estadio".
También es conocido lo que sucedió en 2020, cuando el excentral azulgrana llegó a la Ciudad Deportiva en una bicicleta de descenso. Este gesto dividió las aguas, por un lado, los que lo tomaron como algo pintoresco y hasta cómico y, por el otro, aquellos que lo catalogaron como una provocación al rival al tratarse de un derbi y con el condimento especial de que si el Espanyol perdía, quedaba matemáticamente descendido a la Segunda División. Y, claro, Piqué también se rio del lema del club 'maravillosa minoría': "Son una maravillosa minoría, espero que al menos llenen el campo". Y del hecho de salir de Barcelona para jugar en Cornellà: "No es un derbi, el Espanyol es de Cornellà". Piqué en estado puro.