Oblak y la energía de Giuliano son la alegría del Atlético de Simeone
El conjunto rojiblanco saca tres puntos de Son Moix de una manera casi milagrosa.
Visitar Son Moix, hoy, para cualquier equipo, es algo muy complicado. El Mallorca con Arrasate ha dado un paso adelante, ya no se conforma con la permanencia, ahora busca algo más. El equipo, cada día que pasa, se encuentra mejor, con más química y eso hace que sea más peligroso. Esta semana le tocaba a un irregular Atlético de Madrid visitar el campo mallorquín y desde el primer momento se sabía que no iba a ser un partido fácil, para nada.
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En lo táctico, el Mallorca dominaba el partido y era el Atlético el que esperaba. Así lo planteó Simeone, con una línea de cuatro en defensa que a veces era de seis y a veces era de tres, con Giuliano y Riquelme en las bandas ocupando las bandas y con Giménez saltando allá donde iba Muriqi. Arrasate tenía claro que para hacerle daño al equipo rojiblanco, había que jugar con doble '9'.
El Atlético, como en París, consiguió una victoria casi milagrosa. Porque si vemos el primer tiempo del partido no se entiende cómo este Atlético se llevó los tres puntos de Son Moix. Quizá todo se puede resumir en dos factores: la solvencia de Oblak y la energía y creencia de Giuliano Simeone. Con eso le bastó al equipo del Cholo de irse de Mallorca con tres puntos y tranquilidad para trabajar durante el parón.
Las ocasiones en el primer tiempo fueron todas del Mallorca. Bueno, decimos todas pero fueron dos. Oblak se convertía en la figura, sobre todo después del cabezazo que le sacó a Larin rozando el final de la primera parte. Del lado del Atlético, la nada más absoluta en ataque, con Alvarez aislado arriba, sin conseguir juntarse con nadie, con Griezmann bajando mucho para organizar el juego pero sin movimientos por arriba. No se sentía cómodo el equipo de Simeone, que tenía la sensación de que había perdido 45 minutos.
Los datos hablaban por sí solos. Porque el Atlético sólo consiguió tocar una vez el balón en todo el área rival en el primer tiempo y en el caso del Mallorca, Muriqi lo hizo tres veces. Cero tiros a puerta por parte del equipo de Simeone, nuevamente fuera de casa, es un balance muy pobre para un equipo que aspira a ganar algo. Arrasate dejaba claro con su puesta en escena que a pesar de no conseguir ningún tanto, le ganaba el primer pulso al argentino.
Los cambios, en el 60'
Otra vez Simeone esperó hasta el minuto 60 para hacer los cambios. Aunque esta vez hubo una variable que nadie, ni él, se esperaba. Oblak blocó una pelota, sacó rápido para Giuliano en largo, que le ganó el sitio a Maffeo y asistió a Julián Alvarez para que, en el primer tiro a puerta del partido para los del argentino, marcasen.
Nadie esperaba ese gol, ni Simeone. Pero el argentino hizo los cambios, cuatro cambios de golpe: De Paul, Correa, Sorloth y Witsel entraban en el terreno de juego por Giuliano, Lenglet, Julián y Griezmann. Al Cholo no le temblaba el pulso y seguía con su idea a pesar de que el Atlético estaba por delante en el marcador sin haberlo merecido.
Pelear y resistir, el lema de Simeone
Tras el gol de Julián, el Atlético tuvo un minuto de locura y pudo marcar el segundo tanto. Rodrigo Riquelme, que no está haciendo una temporada buena sino todo lo contrario, tuvo un mano a mano solo ante Greiff en el que pudo asistir a Correa pero decidió tirar a puerta. El portero bermellón rechazó el disparo y Simeone, en la banda, se desesperó porque sabía que si ese gol entraba, el partido estaba liquidado.
A partir de ese momento, el equipo entró en una de las dinámicas en las que más cómodo se siente: defender y resistir, con uñas y dientes, por sobre todas las cosas. El Mallorca de Arrasate lo intentaba de todas las maneras posibles pero no había manera de llegar con claridad al área de Oblak, que siempre respondía cuando su equipo lo necesitaba.
Un parón para respirar
Con estos tres puntos, el Atlético respira. No van a cambiar mucho las cosas en lo que se refiere al juego, pero volver a ganar en Liga tras los partidos de Las Palmas y Leganés, terminar con nueve de nueve y una victoria en Champions, hace que el vestuario se descomprima y pueda trabajar con tranquilidad. El Atlético tiene muchísimas cosas que mejorar, es obvio, pero mejor hacerlo con tres puntos más en el marcador.
- FICHA TÉCNICA
0 - RCD MALLORCA: Greif; Maffeo (Dani Rodríguez, min.75), Valjent, Raíllo, Mojica; Samu, Morlanes (Luna, min.83); Navarro (Antonio Sánchez, min.75), Darder (Chiquinho, min.69); Larin (Abdón Prats, min.69) y Muriqi.
1 - ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Molina, Giménez, Lenglet (Witsel, min.63), Reinildo, Riquelme (Gallagher, min.86); Barrios, Koke; Giuliano (Correa, min.62), Griezmann (De Paul, min.62); y Julián Álvarez (Sorloth, min.62).
GOLES: 0-1, minuto 61: Julián Alvarez.
ÁRBITRO: Sánchez Martínez (C.Murciano). Amonestó a Samú Costa (min.57) por parte del RCD Mallorca y a Lenglet (min.10) y Reinildo (min.83) por parte del Atlético de Madrid.
ESTADIO: Mallorca Son Moix. 19.500 espectadores.