REAL MADRID - ESPANYOL

Por qué algunos puestos míticos han 'desaparecido' de los alrededores del Bernabéu

Las obras impiden que los espacios de venta ambulante regresen por el momento a la calle Rafael Salgado.

Así estaba la calle Rafael Salgado, sin puestos de venta ambulante, a media hora del Real Madrid-Espanyol. /RELEVO
Así estaba la calle Rafael Salgado, sin puestos de venta ambulante, a media hora del Real Madrid-Espanyol. RELEVO
Manuel Amor

Manuel Amor

Los aledaños del Santiago Bernabéu, siempre con bullicio, han perdido parte de su esencia con las obras: obligaron a muchos puestos de venta ambulante a 'desaparecer'... y algunos todavía no han vuelto. La calle Rafael Salgado, que pega con el Fondo Norte del estadio, sigue sin recuperar la vida de antaño pese a que la reforma ha avanzado de forma notable. La prolongada ausencia de los espacios que dispensan comida, bebida y merchandising ha llamado la atención de los aficionados que frecuentan el coliseo y de las redes sociales.

Que aún no hayan vuelto, según ha podido saber Relevo, se corresponde únicamente a un tema burocrático: el Ayuntamiento todavía no ha recepcionado la calle (es decir, que a efectos técnicos continúa de obras) y no ha dado luz verde a los vendedores para instalar sus locales. En cualquier caso, las asociaciones de trabajadores confían en que este martes, contra el Alavés (21:00), todo vuelva a la normalidad.

El asunto les ha deparado pérdidas cuantiosas. En el lateral de La Castellana, por ejemplo, los trabajos para iniciar la construcción de uno de los parkings públicos ha obligado a los comerciantes a trasladar varios de sus espacios de venta hacia el norte de la avenida, más lejos del estadio y por donde el tránsito de gente resulta menor. Y con ello descienden las compras, claro.

Así estaba la calle Rafael Salgado antes del partido ante el Espanyol. RELEVO

Los puestos sí trabajan con normalidad en la avenida de Concha Espina, que da entrada al Fondo Sur (grada de animación) y donde se concentra la mayoría de seguidores. En la zona sur de La Castellana también mantienen su actividad sin resentirse por la remodelación del Bernabéu.

En el centro de las miradas

El club tiene ahora trabajo que resolver con el asunto de los conciertos, suspendidos como mínimo hasta el mes de abril por las quejas de los vecinos y la admisión a trámite de una querella por un supuesto delito medioambiental que tendrá su vista judicial en octubre. Los ciudadanos que viven en los alrededores del estadio no aguantan más -"estoy perdiendo amistades; mis nietos no quieren venir a casa"- y aseguran que, a través de asociaciones como Perjudicados por el Bernabéu, llegarán hasta el final para que se cumpla "la legalidad".