Lo de Míchel y Martín Presa viene de lejos: despido improcedente, denuncia en los juzgados y una remontada del Barça con Piqué de 9
El técnico del Girona acusó al presidente vallecano de no tener "sentimiento de pertenencia" con el Rayo.

El regreso al barrio de Míchel, hijo pródigo de Vallecas, terminó como el rosario de la aurora; con el técnico gerundense señalando a Martín Presa por las pérdidas de tiempo de Augusto Batalla en los últimos minuto del Girona-Rayo y con el presidente de la franja respondiendo a esas acusaciones con sarcasmo, ironizando sobre qué Míchel conteste en catalán las preguntas de los periodistas locales.
"Es muy feo, porque el Rayo juega con unos valores de la hostia y hay cosas que quedan muy mal. No viene por parte del cuerpo técnico. Viene de más arriba", espetó el entrenador gironí. "Puede decir misa. Los técnicos son los que deciden qué se hace y Augusto [Batalla] no ha hecho nada. El entrenador del Girona puede decir lo que quiera. ¿Lo ha dicho en catalán o español?", replicó Presa en una guerra dialéctica que continuó este miércoles en la conferencia de Míchel previa al Girona-Arsenal de Champions.
"Llevo desde los 13 años en el Rayo Vallecano y nací en Vallecas, sé muy bien lo que significa vestir esa camiseta y me han enseñado a saber perder y a saber ganar", declaró Míchel desde Montilivi. "Lo dije en catalán, lo dije en castellano y lo puedo decir en vallecano, pero puede que el vallecano él no lo entienda. Porque él lleva muchos años ahí y no tiene sentimiento de pertenencia. Debería meterse más en Vallecas y saber lo que piensa la gente de Vallecas", añadió el preparador sobre Martín Presa, acusándole de no 'sentir' el Rayo.
🚨🚨⚡️ Martín Presa, presidente del @RayoVallecano, RESPONDE a @Michel8Sanchez en #ElLarguero
— El Larguero (@ellarguero) January 28, 2025
😳🗯️ "Le dije que no supo manejar el partido del @FCBarcelona y alguno más que no supo manejar. Míchel empezó UN POCO VERDE"
🎯💥 "Todo esto ha hecho que haya mejorado como entrenador" pic.twitter.com/tNNNtVBSsd
Y, horas después, volvió a responder el presidente rayista a través de las ondas, en los micrófonos del Larguero de la Cadena SER. "Se debe haber tomado algo porque las declaraciones son completamente inadecuadas. Ni yo ni la RAE sabemos qué idioma es el vallecano. Son declaraciones fuera de lugar y habla de sentir. Hombre, no creo que sepa lo que siento yo ni lo que siente nadie. Se está metiendo en un jardín que no les corresponde en absoluto", comentó el dirigente de la franja, atizando el fuego de una guerra que no cesa.
El enfrentamiento entre Martín Presa y Míchel viene de lejos, de cuando el actual técnico del Girona entrenaba al equipo de su barrio. Tal y como explicó el pasado domingo, si el vallecano apuntó contra el mandamás de la franja por las persistentes pérdidas de tiempo es porque a él ya le pidió que las llevara a cabo. "A mí ya me lo hizo", se limitó a decir entonces el entrenador madrileño, que en la previa del Girona-Arsenal contó toda la historia.
La remontada del Barça con Piqué de delantero
"Cuando yo era entrenador del Rayo me dijo que yo no sabía parar los partidos ni jugar los últimos minutos, me lo dijo personalmente, por eso lo dije. Como sé que Iñigo no lo hace con gusto, porque no se lo dice a sus jugadores, dije que venía de arriba porque yo lo he escuchado", manifestó el domingo el preparador rojiblanco, que en la previa de Champions le puso día y hora a esa bronca: "El Barça me remonta un 2-1 a favor, me mete un 2-3 con Piqué de delantero y me echa la culpa a mí por no matar el partido. Es su forma de ver el fútbol, yo tengo la mía".
Sucedió el 3 de noviembre de 2018. Dembélé y Suárez, en el 87' y en el descuento, dieron vuelta al marcador y provocaron la reprobación de Presa a Míchel. "Se nos escapa por dos detalles que creo que son muy corregibles. Estamos muy dolidos. La sensación es que así no somos capaces… hay que saber jugar el partido faltando cinco o seis minutos. Y a lo mejor no hacía falta ir a por el 3-1 para ganar este partido. No hemos tenido ese hambre para defender un resultado que habría sido histórico", comentó con evidente tristeza el entrenador del Rayo tras el encuentro.
Sin “valentía, coraje ni nobleza”
Míchel, eterno capitán de la franja, disputó más de 300 partidos con el club en el que se formó y con el que logró cuatro ascensos. Y marcó el primer gol de su historia en Europa, una anécdota que recordamos en su día en Relevo. Como entrenador, también dio sus primeros pasos en el club de sus amores, y tras coger las riendas del primer equipo en 2017, lo devolvió a Primera. Pero en la temporada del regreso a LaLiga, cuatro meses después de la remontada del Barça con Piqué de nueve, Presa decidió despedirle tras siete derrotas consecutivas que dejaron al Rayo en posiciones de descenso.
Le sustituyó en el cargo Paco Jémez. El día de su presentación Presa le dio "las gracias a Míchel por el magnífico trabajo" y aprovechó para cobrarse alguna factura con el técnico, justificando el relevo en el banquillo para "recuperar los valores del club de valentía, coraje y nobleza". "Podemos ir a Segunda, pero hay que intentarlo con el último resquicio de sangre y sudor. Si bajamos tiene que ser así. No podemos bajar hundiéndonos tras recibir un empate en Villarreal cuando quedan cuarenta minutos o veintiséis en Getafe. Vamos a hacer todo lo posible para recuperar ese valor, que es una de las señas de este club", atizó el presidente vallecano, evidenciando la ruptura con Míchel.
Un despido improcedente y una denuncia en los Juzgados
Meses después, se recrudeció el asunto cuando Míchel decidió ir a juicio con el Rayo, tal y como desveló en el Transistor de Onda Cero. "Es una pena. No es el club sino la persona que lo dirige. Él es quien ha tomado esta decisión", aclaró el entonces entrenador del Huesca, que en la radio argumentó los motivos de la denuncia: "En el finiquito no estaban las cantidades que figuraban en el contrato. No hay que darle más vueltas. Quería que yo perdonara algo y ante un despido... pues... yo no me quería ir de mi club. No pasa nada. Vamos a juicio el martes y ya se verá lo que sucede".
"Es un plato de mal gusto porque yo con el Rayo... Vamos, bajo ningún concepto quiero... El Rayo es mi casa y siempre me he sentido y me sigo sintiendo muy querido por mi gente. Un problema de este tipo no me hubiera gustado que llegase tan lejos", completó el entrenador, que según EFE pedía "una indemnización por un despido improcedente por unas cantidades que no están en el contrato", mientras que el club consideraba que el despido era "totalmente procedente por una bajada de rendimiento y falta de diligencia".
Finalmente, Míchel no llegó a acudir a la cita que tenía en los Juzgados de lo Social de Madrid porque antes de la fecha llegó a un acuerdo económico con el Rayo para solventar la situación.A la postre, no hubo juicio, pero el cruce de declaraciones con Martín Presa de los últimos días deja a las claras que el caso no está ni mucho menos cerrado.