El gol en San Mamés que Jonathas nunca olvidará: "Normal que me insultaran"

Jonathas de Jesús (Ribeirão das Neves, Brasil, 6 de marzo de 1989) lo recuerda como si fuera ayer. Y eso que ya han pasado más de ocho años de ese gol que significó el triunfo de la Real Sociedad en San Mamés aquel 21 de febrero de 2016. También se acuerda de su asistente, el mexicano Carlitos Vela. Una conexión que esa fecha resultó letal y que sirvió para que los tres puntos volaran desde Bilbao hacia Donostia. Ese fue, todo hay que decirlo, uno de los pocos momentos de gloria que vivió el delantero brasileño con la zamarra blanquiazul.

La celebración fue de las que no se olvidan, aunque no gustó a todo el mundo, en especial a la grada de San Mamés, que se lo recriminó, primero, en el campo, y durante los días siguientes en las redes sociales. Se habló incluso de una posible sanción por esa 'ametralladora' con la que fingía disparar a los aficionados. La explicación del actual delantero del América Mineiro, de la Serie B brasileña, se fundamentaba en que hacía referencia a una canción interpretada por Banda Vingadora y de nombre 'Metralhadora'.

(Risas) Madre mía. Ese gol llegó en un momento en el que estaba jugando, estaba feliz. Yo hice uno, pero podía haber hecho otro más. Teníamos un equipazo y cuando tienes un equipo así disfrutas más, juegas mejor. Este gol es inolvidable, siempre me acuerdo de este gol.

(Más risas) Claro, claro. El gol llegó tras una asistencia de Carlitos (Vela). Saqué la 'metralleta'. Me rodearon todos ahí y después, la afición del Athletic me estuvo masacrando en las redes sociales. Me insultaron mucho. Era una canción de un grupo de Brasil. A pesar de todo lo que se montó, yo estaba tranquilo. Era normal que me insultaran. Si jugaba en su casa y marco un gol, lo normal es que pase eso.

Sí, fue el momento más bonito. También me acuerdo de un partido contra el Valencia en el que marqué los dos goles. Además, estaba toda mi familia en el Estadio.

Yo he jugado en muchos equipos, pero te digo la verdad y no es porque estoy hablando contigo, los equipos en los que más disfruté del fútbol fueron el Eche y la Real Sociedad. Nunca me he arrepentido, ni en mi carrera ni en mi vida, de las cosas que he hecho. Solo de una y es haber salido de la Real Sociedad. De eso me arrepiento muchísimo. Es algo en lo que siempre pienso. Lo hablo a veces con mi familia, con mis amigos y les digo que yo no tenía que haber salido de allí. Cometí un error muy grande en mi carrera. Yo podría haber estado allí algunos años más, haber hecho goles y, después, haber jugado para otro equipo. Y, por eso, me arrepiento muchísimo.

Es cierto que la gente esperaba mucho de mí después de un gran año en el Elche. Pero ese primer año me costó mucho por la lesión que tuve, por la adaptación. A pesar de todo, ese año hice siete goles, pero estaba convencido de que al año siguiente yo iba a estar entre los máximos goleadores. No tenía dudas. Pero cuando eres joven y se te mete algo en la cabeza que quieres hacer, no te quita nadie esa idea. Yo quería irme a Brasil, a jugar al Corinthians, que era el mejor equipo de Brasil por aquel entonces y eso me quitó la ilusión de estar ahí en la Real Sociedad. Mis hijas también estaban en Brasil… Pero me arrepiento muchísimo porque, además, en un año yo ya hubiera conseguido el pasaporte español y podría hasta haber jugado en la Selección Española. Y eso también… Después, con los años, te pones a pensar, pero ya era muy tarde. Yo me siento muy feliz por mi carrera, por los años que estuve en Europa, por todos los equipos en los que jugué, por lo goles que hice. He disfrutado mucho, pero, como te he dicho, fue en la Real uno de los equipos en los que más disfruté. Además, me llevaba muy bien con la gente.

(Risas) Creo que eso no influyó para nada en mi marcha. Siempre he pensado de la misma manera, cuando había otro delantero que jugaba, no era de los que estaba triste o quería que no marcase goles. Nunca hice eso. Siempre trabajé y, por ejemplo, con Agirretxe me llevaba muy bien, me entendía muy bien en el campo cuando jugábamos juntos. Yo nunca bajé los brazos. Yo sabía que, en algún momento, iba a jugar y seguía trabajando para eso. Lo que pasó fue solo eso. Mi pensamiento era estar en Brasil, jugar en el Corinthians, tener fama allí en Brasil. Gran parte de mi carrera la había hecho en Europa. En Brasil no jugué tanto y por eso quería regresar a casa. Pero yo me llevaba muy bien con todos ahí en la Real Sociedad. Y también con el presidente Jokin Aperribay. No es como todos los presidentes, realmente es diferente.

Sí. Yo tengo amigos aquí, en mi equipo, que me dicen que yo fuera de campo soy un gatito pero que dentro del campo soy un león. Mi carácter cambia con mis compañeros, con los rivales… Quiero ganar, quiero disfrutar, quiero pelear y eso también me ayudó mucho a hacer mi carrera. Siempre he sido muy competitivo. Tenía el talento, claro, pero siempre tenía la sangre caliente.

No, yo no me arrepiento de tener un carácter caliente. Este carácter me ayudaba mucho a jugar los partidos, a entrenar, a sobrellevar situaciones difíciles como las que viví en Alemania. Sufrí una depresión. Estaba solo, hacía mucho frío, teníamos que correr a lo largo de un lago… No me gustó nada, no me adapté. Tuve incluso un accidente de coche. Tampoco lo pasé bien cuando fui a jugar a los Emiratos. En uno de los primeros partidos amistosos me lesioné la rodilla y tuve que pasar por quirófano. Eso también me dejó muy triste. Pero ese carácter combativo me ayudó a pasar esos malos momentos. Hoy ya no tengo tanto carácter. Ya no vivo todo de una manera tan caliente. Quiero disfrutar. Ya tengo 35 años y solo quiero disfrutar y nada más.

Sí, estoy muy bien. Yo digo que soy como el buen vino. Pasan los años y estoy mejor. Estoy más maduro, físicamente siempre bien. Me entreno mucho para eso, para estar bien. Ya lo sabía antes, pero ahora más, ahora conozco todos los detalles de un partido, tengo más experiencia. Algunas cosas que yo hacía ahora no las hago y estoy muy bien.

No te lo vas a creer, pero el año pasado estaba en el Athletic Club. Jugué muy bien y marqué muchos goles. Pero ahora estoy en el América Mineiro, que está en Belo Horizonte también. Son equipos de la Serie B, pero este año estamos luchando por subir. Yo sigo disfrutando. En el momento en el que no lo haga, será el momento de colgar las botas. A mí me gusta disfrutar jugando al fútbol porque si no lo haces, es cuando las cosas no van bien, no van de la manera en la que nos gustaría. Por eso hay que disfrutar.

Brasil ya no tiene el nivel de antes. Es difícil volver a tener jugadores como Ronaldinho, Adriano, Ronaldo… Es muy difícil, muy difícil, pero los jugadores que tiene Brasil tienen mucha calidad, mucha fuerza, pero está claro que no es el Brasil de antes. Lo que pasa es que el fútbol también ha cambiado mucho. Ya no se juega en la calle, como lo hacíamos nosotros. Brasil sobresalí por encima de sus rivales, pero la competitividad no era tan alta como es ahora. Ahora, no solo vale con la calidad.

Yo creo que debería haber ganado el Balón de Oro. Eso, sin duda. Ha hecho muchas cosas para ganar. No haberlo ganado me parece algo surrealista. Han pasado cosas raras. ¿Todo lo demás? Yo creo que un jugador como Vini es muy visual y por eso tiene que tener más cabeza, aunque soy consciente de que es una situación complicada. Siempre está con el balón, crea jugadas y el rival intenta pararle de cualquier manera. Pero eso es fútbol. Siempre ha sido así. Tiene que preocuparse de jugar. Si lo hace, la gente va a estar más tranquila.

Si lo viví no me di cuenta porque yo solo quería jugar a fútbol. No me importaba nada más. Si sufrí racismo, no me enteré de nada. Solo quería disfrutar, primero, con mis compañeros y luego con mi familia.

Que he cumplido un sueño. Yo quería jugar en un equipo grande profesional de Brasil, pero nunca me imaginé jugar en la Real, en el Elche, ser un goleador, jugar en otros países como Italia o Rusia. Nunca. Me siento un privilegiado y, por eso, tengo que dar las gracias a Dios. Él me sacó de la favela, de donde no tenía nada, no tenía futuro, para tener un futuro muy grande y una carrera extraordinaria. Cuando cuelgue las botas, quiero estar en Elche, en San Sebastián para hacer algo con la afición y agradecerles.