VALLADOLID - REAL MADRID

Meca, el héroe por sorpresa de Del Bosque en Valladolid que no acabó bien: "Todo se lio; el Real Madrid me invitó a irme"

El murciano habla con Relevo de su ascenso meteórico en la 1999-2000 y de cómo los naipes se derrumbaron: "Siento que cortaron mi carrera".

Meca celebra, junto a Zárate, el gol que le marcó al Valladolid en la temporada 1999-2000. /GABRIEL VILLAMIL
Meca celebra, junto a Zárate, el gol que le marcó al Valladolid en la temporada 1999-2000. GABRIEL VILLAMIL
Sergio Gómez

Sergio Gómez

A Andy Warhol se le atribuye aquello de que todos tendremos nuestros 15 minutos de gloria. Dejando a un lado a toda la troupe que se cuela por las grietas de la televisión para retozar con la fama, no es nada fácil tocar el triunfo. En ningún campo, pero el del deporte es terreno escarpado, donde el éxito cuesta y lo complicado es mantenerse en él. José Manuel Meca (Águilas, 1978) conoce bien todas las caras del poliedro. Delantero de los que poblaban las áreas en la antigüedad, fue uno de los canteranos del Real Madrid a los que Del Bosque miró para salir de apuros. Con el murciano lo hizo en la 1999-2000, al poco de hacerse cargo del banquillo para sustituir a Toshack y en un periodo de bajas por sanciones, lesiones o Expedientes X (Anelka). Debutó en Vigo, en noviembre; marcó su único gol con el primer equipo en Valladolid, en febrero, hace ya 25 años; y acabó la temporada levantando la Octava Copa de Europa. En pocas semanas, los naipes se derrumbaron de la peor manera. "Yo sabía que era muy difícil quedarse, no soy tonto. La historia se complicó", declara a Relevo antes de abrir la llaga: "Siento que cortaron mi carrera".

Al acabar la campaña de su debut, renovó cuatro años con el Real Madrid. Una vez alcanzada la cumbre, no contemplaba descolgarse. Y si no era posible continuar en el Bernabéu, que fuera en otro equipo. Todo se torció, nada cuajó. Y de verse en las portadas acabó 'condenado' a jugar de nuevo en el filial. Es difícil mantenerse en la gloria, dijimos; lo es aún más sobrevivirla. En 2001, Meca salió por la puerta de atrás del club, se marchó a Segunda División, al Elche, tres temporadas. Una lesión en los aductores le complicó aún más la carrera. La exprimió en Segunda B hasta retirarse en su Águilas, en Tercera, jugando junto a sus dos hermanos. Ahora los tres dirigen una escuela de fútbol con 400 niños y niñas.

El Real Madrid juega este sábado contra el Valladolid, en Zorrilla, y mi cabeza, que siente atracción por viajar al pasado, me devolvió una imagen tuya, celebrando un gol salvador. ¿Dónde te pillo 25 años después de aquello?

Desde que me retiré estoy en Águilas, en Murcia. Dejé el fútbol y sigo ligado a él. Montamos una escuela en 2013 y seguimos funcionando con ella.

Hablas en plural.

Sí, estoy con mis hermanos. Somos tres y en ello estamos. Todo empezó aquí y acabó aquí.

¿Cómo comenzaste a dibujar el círculo?

Pues como comenzaba antes todo, en la calle. Y en mi caso, también en la playa. Hasta que pude competir en infantiles, porque antes hasta esa edad no podías, entrenaba con mi padre, que fue el que me inculcó todo.

¿Tu padre fue jugador?

Fue portero. Jugó en Tercera división, por la zona de Águilas. No llegó a gran cosa, trabajaba de pintor, de escayolista… Pero el fútbol le encantaba. Por eso, cuando éramos pequeños estaba con nosotros. Hasta que entré aquí en infantiles. Hice dos años, cadete de primer año y me fui ya al Real Madrid. Yo aquí destaqué mucho en infantiles, siempre fui delantero y metía goles. Un ojeador que tenían por la zona, Nito, vino a verme y decidió llevarme a Madrid a hacer una prueba.

Suena idílico. ¿Fue así?

Pues estuve allí dos semanas de prueba y me volví. Sin saber, claro. Estuve esperando y recibí la llamada de que tenía que incorporarme en septiembre. Por un lado, obviamente, muy contento, pero por otro, bueno, pues con un poco de miedo porque tienes 14 años, sales del colegio en octavo de la antigua EGB, tienes que empezar el instituto allí… Cambia tu vida por completo. Y te vas a una gran ciudad. Los inicios siempre son difíciles. Los que venimos de un pueblo o de localidades pequeñas lo notamos más. Estamos acostumbrados a estar en la calle y llegas a Madrid, te encierras con colegio, instituto, entrenamientos… Fue un poco duro hasta que te adaptas.

En esa adaptación siempre es importante la comunidad de la que te rodeas, los compañeros, por ejemplo.

No sabes cuánto. Aunque fue muy complicado, con los compañeros de la residencia que el Madrid tenía en Recoletos todo se hizo más ameno.

¿Con quién hiciste mejores migas?

Había ahí 15.000 chavales, gente más mayor, más pequeña. Los que éramos de fuera hacíamos piña. Recuerdo que por allí estaba Dani García Lara, Álvaro Benito… Muchos que fueron importantes vivían con nosotros. Eran mayores. Nosotros, unos críos. Yo, por ejemplo, compartía habitación con Rivera, Riverita… Él y yo hemos ido siempre de la mano en el Madrid. De mi generación también era Sestelo, Javi Calleja… Y todo bajo la supervisión de Del Bosque, claro, que era el coordinador de la Ciudad Deportiva. De hecho, fue él quien me firmó.

"Para saber si seguíamos en el Madrid íbamos pasando al despacho uno a uno. Algunos salían de allí llorando, otros contentos… Era un poco traumático"

MECA

«Mano dura, con guante de seda». Siempre se dijo eso de él.

Tenía que tener tacto con nosotros porque éramos unos críos, muy jóvenes y veníamos de muy lejos. Intentaba ayudarnos siempre para que nos adaptáramos lo antes posible a la ciudad y al ambiente de lo que es jugar en el Madrid. También es verdad que era bastante duro, estricto, con nosotros. Tenía que serlo, en ese sentido. Yo recuerdo, por ejemplo, cuando llegaba el final de temporada y pasábamos como una evaluación para saber si seguíamos en el club o no. Eso era una tensión…

Meca, en un entrenamiento con el Real Madrid.
Meca, en un entrenamiento con el Real Madrid.

Tote nos lo comentó en una entrevista. Él recuerda que hasta Raúl lo pasaba mal, creyendo a veces que le iban a decir que se marchara...

Es que es verdad. La escena era tal cual. Nos quedábamos en la Ciudad Deportiva e íbamos pasando al despacho uno a uno, estábamos en fila para saber si continuábamos o no. Algunos salían de allí llorando, otros contentos… La vida. Era un poco traumático, pero yo tuve la suerte de que siempre me dieron el 'sí'.

¿Cómo fue tu escalada hasta el primer equipo?

Fue un proceso normal, siguiendo todos los pasos. Iban pasando los años y fui subiendo. Los dos años de cadete, en los juveniles. Luego sí que es verdad que hice un año en el Real Madrid C y me cedieron a la Cultural Leonesa una temporada. Allí estuve muy bien y al año siguiente, en la 1999-2000, volví porque tenía contrato. Fue cuando me tocó debutar en Primera División.

Fue en Vigo, el 28 de noviembre de 1999. Recuerdo que se trató de un debut propiciado casi por condiciones extremas y envuelto en un ambiente raro.

Para mí fue un día soñado, claro, bonito. El que llevas soñando desde los 14 años. No me acuerdo bien si el que me llamó fue Del Bosque, que era el entrenador en ese momento, pero esa mañana entrené con el primer equipo y me dijeron que viajaba. También vino conmigo Sestelo. Tuve la suerte de debutar en la segunda parte. Íbamos perdiendo y al final no logramos el triunfo (1-0). Supongo que esas condiciones a las que te refieres eran las bajas que había en ataque, como la de Morientes. Y luego lo de Anelka.

¿Lo de Anelka?

Fue el famoso caso de Anelka, que se quedó en el vestuario sin querer jugar o sin querer salir al campo. No lo recuerdo bien del todo, pero creo que le hicieron viajar cuando a lo mejor él no quería o no sé muy bien. Al final no jugó, creo que se quedó todo el partido en el vestuario, ni salió a ver el encuentro.

[Fueron días de polémica en torno a Anelka. No se sabía con certeza si estaba lesionado o no. El delantero, dos días antes del partido contra el Celta, el viernes por la mañana, aseguró que sentía dolores en la rodilla "por una caída en casa"; al mediodía apuntó que estaba bien y por la tarde volvió a decir que sufría molestias. Los exámenes médicos certificaban que estaba en perfectas condiciones. Antes de que la expedición saliese a Vigo, Anelka se presentó en la Ciudad Deportiva sin traje y sin intenciones de viajar. Fue Lorenzo Sanz quien le ordenó que lo hiciera. No jugó].

¿Nadie le leyó la cartilla?

Bueno, yo ahí…

Un hombre bastante peculiar.

Muy particular, sí. Iba un poco a su aire. No era mal chaval, buen tipo, se podía hablar con él, pero es verdad que iba un poco como a su bola, ¿entiendes? Al final eres francés, estás en otro país, tienes 20, 21 años, en el Real Madrid… A lo mejor sientes que viene un poco grande todo, mucha presión. Es que jugar en el Madrid no es fácil.

¿Quién mandaba en ese vestuario, quién alzaba ahí la voz?

Lo que tengo que decir es que era un vestuario magnífico, con hombres con jerarquía como los capitanes, Fernando Hierro, Redondo, Raúl, Roberto Carlos. A los canteranos nos trataron genial. Estuve prácticamente todo el año con ellos, entrenando y jugando y tengo muy buenos recuerdos de todos ellos. Los capitanes te imponen, claro, pero también te ayudan mucho. Nos decían que disfrutáramos de la experiencia porque uno no sabe si jugar en el Madrid iba a ser para toda la vida.

"Anelka iba un poco a su aire. No era mal chaval, buen tipo, se podía hablar con él. Al final eres francés, estás en otro país, tienes 20, 21 años. Es que jugar en el Madrid no es fácil"

MECA

¿Sentías de verdad que iba a ser para toda la vida?

Bueno, uno es un poco inocente y piensa que sí. Sabes que es muy difícil, estamos hablando del mejor equipo del mundo, los mejores de toda la historia juegan ahí. Pero siempre tienes eso en la cabeza. Mira Casillas, debutó unos partidos antes que yo y…. En ese momento Del Bosque sí que demostró que confiaba en nosotros, porque tiró de cantera. Es cierto que fue porque había mucha acumulación de partidos, muchas lesiones y gracias a eso, en teoría, debutamos y jugamos bastantes minutos. Si no hubiera sido así a lo mejor no se hubiera dado el caso de debutar, pero la situación fue la que fue y estás ahí, en el Madrid, disfrutando del presente y cuando llegue el momento de saber si te tienes que quedar o si te tienes que marchar, pues en el fondo estás preparado para ello.

Para quien no te viera jugar, ¿qué clase de delantero eras?

Un goleador, un delantero centro, de los de antes, de los de toda la vida.

El remate de Meca en Valladolid que acabó en gol.
El remate de Meca en Valladolid que acabó en gol.

Tu gol en Valladolid, el único que marcaste con el primer equipo, fue una demostración de que no eras muy de arabescos, sino de remate.

Sí. Fue un martes por la noche, un partido aplazado porque se jugó el Mundialito de Clubes en Brasil. La jugada nació en un córner que sacó Guti, la defensa del Valladolid despejó, hubo una serie de rechaces, para allí, para allá y me llegó a mí el balón, controlé fuera del área con la izquierda y la pegué con la derecha. Entró. Imagínate. Ese gol, además, nos permitió pasar al Barcelona en la clasificación en ese momento. Creo que nos metíamos terceros, el Deportivo era el líder. Un partido que se televisó para toda España, o sea, que todo se colocó para que fuera un día inolvidable para mí. Al día siguiente en las portadas, que lógicamente las tengo guardadas. Dices 'hostia, esto parece un sueño'.

En el imaginario colectivo del Real Madrid tu nombre siempre se asocia al de Rolando Zárate. Erais como un binomio. Se hablaba de Meca-Zárate.

Debuté antes que él. Yo en Vigo y él algunas jornadas después, me parece que ante el Betis. Lo hizo bastante bien también. Y yo creo que se nos asoció porque él metió un gol ante el Málaga, luego hice yo el de Valladolid, contra el Mérida, en la Copa, también marcó él… En prácticamente una semana metió dos tantos y yo uno. Fue muy sonado todo. Fue una temporada complicada por lesiones y jugadores que no estaban a su nivel en la Liga, pero luego acabamos ganando la Octava.

Cierto. En Águilas hay un campeón de Europa.

(Risas) Es algo que no... A mí al empezar la temporada me dicen que la voy a comenzar en el filial y la voy a acabar levantando la Champions en París pienso que es imposible, obviamente.

Antes dijiste que Anelka pudo sufrir la presión que supone jugar en el Real Madrid. Ese componente de exigencia, un canterano del club la lleva mamando desde niño. Más allá del sentimiento de pertenencia, ese plus lo poseen los jugadores de La Fábrica. Se está viendo con Asencio, que parece que lleva como titular en el Real Madrid un lustro.

En la cantera hay hambre. Un crío que sube del filial se come el césped. El club ficha a estrellas y bueno, no tienen que demostrar, su carrera les avala. Pero el chaval que sube del Castilla, por ejemplo, lleva esperando toda la vida debutar con el Madrid, sube con muchísima hambre y ganas de demostrar. A lo mejor el tren sólo pasa una vez. Dos, no. Y la historia habla por sí sola. La gente de la cantera, la mayoría, siempre da la talla, sabes que van a competir al final con cualquier crack. Ejemplos hay de sobra: Pavón, Guti, Nacho, el propio Raúl…

Del Bosque charla con Meca y Zárate.
Del Bosque charla con Meca y Zárate.

Tu irrupción fue tan rápida en el primer equipo como tu desaparición. ¿Qué pasó?

Bueno... Al final son historias que... ¿Qué quieres? ¿Qué te cuento?

¿Hay muchas versiones?

Al terminar esa temporada 1999-2000 renové cuatro años. A lo mejor la gente no lo sabe, renové cuatro años con el Real Madrid, pero luego tuve problemas con la salida.

Hay una cosa que no entiendo. Renovaste en verano cuatro años y la temporada siguiente juegas en el Real Madrid B. Supongo que al prolongar el contrato, lo harían con la perspectiva de quedarte pero en el primer equipo y no bajar de nuevo, ¿no?

Hombre, si renové cuatro años, imagínate. Yo quería… A ver, yo entendía en esa época que era muy difícil quedarse en el primer equipo. Era consciente de eso, no soy tonto.

"La gente no lo sabe pero renové cuatro años con el Real Madrid. Luego, tuve problemas con la salida. Sólo quería una cesión a un Rayo, un Oviedo, a algún Primera. Casi firmo por el Bolton. Al final, me tuve que quedar... en el filial"

MECA

Vamos, que querías jugar en Primera. Y si no era en el Madrid, en otro sitio.

Es verdad que yo había cogido un nombre por haber debutado en Primera y en el Madrid. Sólo quería una cesión a cualquier equipo de Primera. Había equipos que se habían interesado. Pero al final no cuajó nada. Quería cualquier cesión a cualquier equipo de Primera, un Rayo Vallecano, un Oviedo, yo qué sé, cualquier equipo que en ese momento estuviera en Primera. De hecho, mucha gente no lo sabe, pero me fui a Inglaterra para firmar un contrato con el Bolton porque no llegaba a un acuerdo con el Madrid sobre si me iba o me quedaba. Al final tampoco cuajó y me tuve que quedar en el Madrid. Pero en el filial. Yo creo que el Madrid me quiso vender, se lio todo y al final la historia se complicó un poco. Tuvimos un verano complicado.

Leyendo entre líneas, incluso en las propias líneas, no encajaste bien esa 'patada para abajo'.

Sufrí, fue un año complicado porque de jugar en Primera vuelves al principio de nuevo. Pero bueno, al final te adaptas y tienes que tirar con lo que tengas.

¿Sientes que te cortaron la carrera?

Sí, claro que siento que me cortaron la carrera. Por lo menos… Sólo quería una cesión, no pedía mucho. Al final, muchos jugadores del primer equipo, gente canterana, sale cedida y no hay ningún problema. Pero es verdad que la gente que estaba allí me puso muchas trabas.

"Tengo la conciencia tranquila de haber dado todos los pasos correctos"

MECA

Esa gente de allí, dices. ¿Puedes poner nombre a quien te puso tantos problemas?

Es verdad que cuando renové con el Madrid fue antes de la final de la Champions. Luego, Don Lorenzo Sanz convocó elecciones y fue cuando salió Florentino. Y la política cambió un poco. A lo mejor lo que había firmado antes, pues ahora con la nueva directiva no contaba tanto. Bueno, pasó un poco de todo. Fue un verano complicado. Ya está. Sólo quería jugar en Primera, creo que me lo había ganado. Si no en el Madrid, pues en otro lado. Fue así.

Meca, ante el Dinamo de Kiev.
Meca, ante el Dinamo de Kiev.

Sólo duras un año más en el club.

Es cierto que seguía teniendo tres años de contrato con el Madrid. Pero me invitaron a irme. Primero te invitan a irte y luego pues te dicen 'oye, vamos a buscar un acuerdo porque tu etapa aquí se ha acabado'. También creo que ya no pintaba nada ahí, mi etapa en el Madrid había acabado. Me pillaba ya con 22 años y había llegado a su fin. Lo mejor era buscar una salida y llega Elche, donde los tres años firmados con el Madrid los firmé allí. Fue una experiencia bonita. Es verdad que era Segunda División y no Primera, pero juegas tus partidos, sabes que eres importante, metes goles…

Pero ya tu carrera, digamos, que se alejó de esa élite con la que soñabas.

Bueno, luego me voy al Racing de Ferrol, en Segunda también. A ver, yo tuve una lesión muy gorda de aductores. Tuve que operarme cuando salí de Elche y perdí prácticamente ocho o nueve meses. En ese sentido estuve bastante fastidiado. De hecho, me costó la categoría porque ya tuve que pasar a Segunda B para jugar los años que me quedaban.

La película no pintaba tan cruda.

Pero es verdad que tengo la conciencia tranquila de haber dado todos los pasos correctos. No es fácil. Al final, la vida son decisiones. Es verdad que yo estoy muy agradecido al Madrid por haber cumplido un sueño, por haber jugado en Primera, por haber tenido la oportunidad y la suerte de haber marcado en Primera, de ser campeón de Europa, de jugar en Champions… Sí que he echado de menos haber entrado en esa rueda de jugar más regularmente en la máxima categoría. Si no en el Madrid, en otro lado. Pero al final también dependes de representantes, de directivos, de muchas cosas. Desgraciadamente esto no sólo va de jugar al fútbol.

Has mencionado a los representantes. Qué mundo ese. ¿Alguno te decepcionó?

A ver, es verdad que de repente parecía que lo tenía hecho con clubes y luego no. Fue un poco de todo. Después de toda la traca de ese verano creo que mi agente no trabajó bien en ese sentido para mí, después de tantos años. Luego conocí a un representante que me llevó a Inglaterra, a intentar aquello del Bolton y firmar un contrato. Pero tampoco se dio el caso y tuve que volver, o sea que nada. Con él tampoco me quedé porque al final era como un intermediario.

"Al final también dependes de representantes, de directivos, de muchas cosas. Desgraciadamente esto no sólo va de jugar al fútbol"

MECA

¿Quién te llevaba por aquel entonces?

Prefiero no mencionarle porque creo que ya ni ejerce.

Antes dijiste que el Madrid te invitó a irte. ¿El fútbol te invitó a retirarte?

Yo me retiré con 34 años, casi con 35, una tarde. Acabé en Segunda B y me retiré en Tercera, aquí en mi pueblo, que era al final lo que quería. Empecé aquí y quería retirarme aquí. Tuve la oportunidad de jugar con mis hermanos, que son más jóvenes que yo. Encantado de poder hacerlo. Sí que es cierto que pensaba que a lo mejor podía jugar algún año o dos más, pero los dirigentes que estaban aquí dejaron el club, luego vinieron otros y… como que también me invitaron a irme. Yo podía haber seguido porque metí 20 goles en Tercera, en mi última temporada y con 34 años, pero los dirigentes, pues… Pues no se llegó a un acuerdo y ya está. Y en una tarde dije a mi mujer y a mis hijos que se acabó. Y se acabó.

Meca, en una imagen que corresponde al día que anunció su retirada.  PACO ALONSO
Meca, en una imagen que corresponde al día que anunció su retirada. PACO ALONSO

¿Cuál fue el siguiente peldaño?

Yo tengo el título UEFA A de entrenador, aunque no el PRO. Decidí sacármelo porque nunca se sabe. De hecho, entrené aquí en Tercera, en Preferente, en Mojácar, en Águilas. Llevé dos años también a un equipo femenino. Mi vida la quería encauzar por ahí, pero no lo veía del todo claro. Entonces, al año siguiente, en 2013, tuvimos la fortuna de hacer un proyecto con mis hermanos, de entrar en el Ayuntamiento y de tirar para adelante con una escuela de fútbol. Y así fue. Tenemos cerca de 400 niños y niñas.

¿Y bien?

Si te hablo con el corazón, no me puedo quejar.