Las razones por las que Mateu Alemany se va, ahora sí, del Barça
El club anuncia a Deco como nuevo 'jefe' y en el comunicado se informa por sorpresa de que Alemany acaba su vinculación en septiembre.
Nuevo terremoto en el Barça. El club ha anunciado por sorpresa que Mateu Alemany no seguirá más allá del cierre de mercado de septiembre en el mismo comunicado en el que el Barcelona hace oficial a Deco como nuevo director deportivo para las próximas tres temporadas (más allá por tanto del mandato de Laporta). Un nuevo giro porque tras su salida fallida en mayo pasado, el propio Mateu reculó y anunció que volvía para "estar mucho tiempo". Lo cierto es que la convivencia con Deco ha sido el detonante para que ahora sí el balear deje el club azulgrana tras dos años y medio.
Este lunes se pactó en una reunión con Laporta una desvinculación con cierto embrollo después de su ida y vuelta de mayo pasado. Conviene explicar que el Barça sí anunció oficialmente su marcha pero no su retorno, de ahí que en la nota pública de hoy se escriba: "Esta incorporación concuerda con el comunicado que se emitió el pasado día 2 de mayo en el que Presidente y el director del Área de Fútbol, Mateu Alemany acordaron su desvinculación de sus responsabilidades una vez finalizado el actual mercado de fichajes el próximo 02 de septiembre. De acuerdo con el referido comunicado Deco y Mateu Alemany trabajarán conjuntamente hasta el cierre del mercado de verano". Se alude por tanto a que el Barça no varió su postura desde aquel momento.
Por su lado, el propio Mateu sí declaró públicamente que pretendía estar "mucho tiempo". Estas fueron sus declaraciones en Dazn el pasado 20 de mayo: "La realidad es que había un proyecto impresionante en el Aston Villa, pero he tenido claro que mi sitio está aquí, este es el mejor club del mundo y estoy totalmente comprometido en ayudar para, en los próximos años, dominar el fútbol europeo. Aquí quiero estar por mucho tiempo".
Alemany ha liderado la reconstrucción deportiva y económica del Barça desde el regreso de Laporta, que ha arrastrado una herencia durísima en cuanto a contratos de la gestión de Bartomeu. Siempre con la calculadora a mano y haciendo malabares para que las cuentas cuadrasen, como así ha logrado hasta ahora, sin descapitalizar el equipo, cosa que logró atendiendo a que el Barça ganó la Liga y la Supercopa de España.
El acuerdo ha sido mutuo. Mateu se va con la sensación del trabajo hecho, habiendo posibilitado unos ahorros que han permitido al Barça inscribir a los fichajes y renovados, y convencido de que era imposible una dupla con Deco, hombre de fuerte carácter que desde ya queda solo al mando de una dirección deportiva que da para serial, con una cascada de salidas imparable en los últimos años: Zubizarreta, Robert Fernández, Pep Segura, Abidal, Ramon Planes y Jordi Cruyff.
Por tanto las razones tienen que ver tanto con la llegada de Deco como con el fin de un ciclo. Llegó para la reconstrucción y deja un equipo campeón y sin contratos asfixiantes. Más allá de que no se descarta que pueda recalar en un equipo próximamente.
Sin embargo, aún quedan dos semanas y media de mercado y muchas cosas por hacer. Tanto en materias de salidas, con las carpetas de Lenglet, Dest o Ansu más que abiertas, como de entradas, con Cancelo y un par de peticiones más ofensivas. Ahora con Deco ya con plenos poderes, habrá que ver cómo se navega este cierre de mercado, donde el Barça tiene que redondear la plantilla.
En su comunicado, el Barça deja claro quién manda a partir de ahora: "[Deco] será el encargado de marcar la filosofía deportiva y confeccionar la plantilla junto al entrenador y cuerpo técnico y convertirse en el máximo responsable de la sección de fútbol". Los retos de Deco son mayúsculos, porque no cuenta con la experiencia ejecutiva de Alemany, que además ha tendido puentes importantes con LaLiga, pero Mateu deja al club en una situación notablemente más saludable que la que se encontró.
Este mismo miércoles, Deco fue abordado por los medios de comunicación en Barcelona y, más allá de rehuir las preguntas sobre el mercado, se refirió a su nombramiento y a su relación con Alemany: "Mateu y yo no somos incompatibles. Es un gran profesional. Le tengo aprecio y respeto pero tiene sus retos profesionales".