Preguntas y respuestas para entender lo que ha ocurrido con Vinicius, Competición, Real Madrid, LaLiga, RFEF...
Vinicius ya ha ganado seis pulsos, por ahora. Y parece que va a ganar muchos más. Sus protestas, y todos los apoyos que ha recibido en todo el mundo, han motivado una reacción masiva que en apenas 72 horas ha conseguido más cosas que cualquier otro episodio de racismo que se haya vivido en el fútbol español.
Para empezar, la presión social que han suscitado los insultos racistas que recibió en Mestalla ya han conseguido: reacción policial (detenciones en Madrid y Valencia), trabajo en conjunto de instituciones que antes no se podían ni ver (RFEF, LaLiga y CSD), responsabilidades depuradas en el VAR con cinco cambios ya previstos y un cese, fulminante, de Iglesias Villanueva. Eso ya son tres, pero además es que la labor educativa antirracismo que supone todo este suceso es impagable en términos de crecimiento y madurez social. También ha mejorado y hecho más populares los sistemas de denuncia de actitudes racistas en los estadios (ahora vale con un código QR) y, por último, y quizá lo más polémico, ha supuesto en una decisión arbitral sin precedentes, que le retiren la tarjeta roja de Mestalla.
Surgen muchas dudas sobre todo lo ocurrido. Aquí van, junto a sus respuestas, en aquellas que hemos podido conseguirlas.
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¿Tiene explicación (jurídica) que le retiren la roja a Vinicius?
Pues hay división de opiniones, pero la conclusión a la que hemos llegado es que, en la más fría interpretación jurídica de la norma, sí. Es la postura que defiende, por ejemplo, uno de los principales expertos en derecho deportivo del país, Alberto Palomar: "En este caso, el Comité entiende que lo sucedido tiene un doble castigo. Uno es de hecho, que es el de las reglas de juego (te sacan tarjeta roja y te tienes que ir del campo). Pero hay una segunda parte, que es cómo traducir eso en un régimen sancionador. Ahí es donde Competición decide que no hay infracción en los términos en los que fue definida en el acta del árbitro. Hay que distinguir las dos partes. Que tú tengas una roja es una regla de juego, pero las reglas de juego a veces tienen trascendencia disciplinaria y a veces no. ¿En función de qué? De que el Comité de Competición comprenda que se han dado los hechos. Aquí, entiende que, con el vídeo en la mano, la actitud de Vinicius no se comprende sin la previa de otros que no fueron analizados. No le ha negado la roja. Esa tarjeta ya operó: él se fue del campo. Lo que ha negado es la trascendencia disciplinaria, porque entiende que hay una responsabilidad de otros".
Y la verdad es que, así explicado, tiene cierta lógica. La acción de sesgar el vídeo que pudo ver el árbitro, por parte de Iglesias Villanueva, anula lo siguiente en términos sancionadores. No borra la tarjeta roja, pero sí la sanción que le corresponde por ella.
También hay otros juristas que no están de acuerdo. Es el caso de Irene Aguiar: "En el artículo 27.3 del Código Disciplinario se establece que las actas arbitrales tienen presunción de veracidad. Por tanto, la única manera de revocar las decisiones adoptadas por los colegiados es que exista un error material manifiesto. Por ejemplo, si un árbitro sanciona a un jugador por haber agredido a otro y, en realidad, el que le había agredido era un tercero. ¿El de Vinicius sería el caso? En principio, no. La propia resolución reconoce que el hecho se produjo, pero tiene otro entendimiento de por qué se produjo: se estaba zafando porque estaba siendo asfixiado. Esto abre la puerta a que ahora se revisen todas las decisiones arbitrales. El criterio se ha mantenido siempre así: sólo cabía una revisión si había un error manifiesto. Si no, se abría la puerta a revisar todo. Y eso no tiene fin.
Hay más opiniones en contra. "No le encuentro una explicación jurídica. Lo hemos comentado en el despacho y entre grupos de abogados. Nadie entiende absolutamente nada. Que las imágenes estuviesen sesgadas no quiere decir que no hubiese existido una agresión. Quizá tenía que haber algún sancionado más, pero eso es otro tema. Es extrañísimo lo que han hecho. Y esto no es recurrible. Las sanciones sólo las puede recurrir el sancionado", explican otras fuentes jurídicas consultadas por Relevo.
En cualquier caso una cosa es el entendimiento que pueda haber entre juristas, que no parece unánime, y otra muy diferente la incomprensión que genera esta decisión al resto de personas no expertas en derecho. Hasta ahora, siempre, la reacción a cualquier jugada, bien arbitrada o no, era también susceptible de ser sancionada.
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¿En qué posición quedan, ahora mismo, la RFEF, LaLiga, el Valencia, el CSD y el Real Madrid?
Atónitos. Al menos la RFEF y los clubes profesionales, es decir, LaLiga. No conseguían salir de su asombro después de la resolución de Competición. Recordemos que este comité lo componen un miembro de la RFEF, otro de LaLiga y uno, de común acuerdo, vinculado al CSD.
Cuando decidieron sancionar directamente al Valencia (sin dar traslado del expediente) y retirar la roja a Vinicius, los whatsapps empezaron a echar humo. Nadie lo entendía. "Menuda han liado". "Vergonzoso, lamentable, cómo quedan los árbitros ahora"... y así. No gustó a casi nadie. A los que menos al Valencia, que ahora tienen por delante la posibilidad de recurrir, con bastantes posibilidades de éxito.
¿Y el Real Madrid? Pues enfrentado por lado, como siempre, con LaLiga, y por otro con la RFEF después del demoledor comunicado lanzado tras la rueda de prensa de Rubiales. Hay que recordar que, en anteriores campañas antirracismo como la lanzada por los clubes profesionales hace menos de dos meses, no quisieron participar. Y que tampoco se han adherido a ninguna de las denuncias llevadas a cabo por motivos racistas.
De hecho, el comentario off the record es que en toda esta polémica el Real Madrid ha aprovechado para lidiar dos batallas añadidas: la renovación arbitral (como lleva pidiendo Real Madrid TV buena parte de la temporada) y el descrédito internacional de LaLiga con la Superliga como telón de fondo.
Muy pocos consideran accidental que Vinicius escogiera para su denuncia el lema de "No es fútbol, es LaLiga", a pesar de que ninguna de las competencias sancionadoras corresponde a la patronal. Es un error muy común, es verdad, como cuando se estropea un semáforo en tu calle y cargas contra el presidente del Gobierno como si fuera culpa suya aunque la competencia sea del Ayuntamiento. A casi nadie le ha parecido un despiste inocente.
Tampoco en la Federación se libran de la influencia. Las quejas del Real Madrid iban contra el protocolo y que no retirasen a los jugadores del campo, y también contra la tarjeta a Vinicius. Ya han conseguido una de ellas. Y, por el camino, también el cese fulminante del responsable del error en el VAR, Iglesias Villanueva.
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¿Qué piensan los árbitros del CTA?
Igual. No dan crédito. El "cese" de cinco colegiados VAR parece que no es tal y como se ha vendido. Al parecer, cinco de ellos cumplían ya dos años en la sala VOR y estaba más o menos cantado que iban a ser despedidos. De hecho hace ya meses que iniciaron los trámites para denunciar al CTA y conseguir algún tipo de indemnización por despido.
Tras la polémica de Mestalla, la RFEF cesó de forma irrevocable a Iglesias Villanueva y "reforzó la medida" con los otros cinco árbitros, a pesar de que ya era una decisión cantada desde hace tiempo. La indemnización por despido ya era una reivindicación antigua. Y los despidos del VAR una decisión tomada anteriormente que, por el camino, se ha aprovechado como escenificación de la necesaria renovación del VAR. Hubiera ocurrido de todas maneras.
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¿Qué más podrían hacer LaLiga y la RFEF?
La realidad es que poco más. Al menos que sea efectivo a corto plazo. Ambos, junto con el Gobierno, ya han anunciado que seguirán invirtiendo en programas de educación social y toda la presión generada gracias a Vinicius hace que a partir de ahora vaya a ser mucho más fácil localizar y sancionar a energúmenos que sigan gritando este tipo de insultos.
Pero, en realidad, el único que puede dar más capacidad ejecutiva para sancionar es el Gobierno. Darles competencias y capacidad, más ágil y rápida, para sancionar este tipo de actitudes sin que se eternicen burocráticamente en Delegaciones de Gobierno o recursos jurídicos.
LaLiga ya lo ha solicitado formalmente pero, para lograrlo, hace falta un rocambolesco y complicado cambio legislativo que, hoy por hoy, parece complicado. De hecho ayer The Times, en un durísimo artículo titulado "la vergüenza de España", ya pedía para la competición este tipo de competencias. "El gobierno haría bien en otorgar a La Liga estos poderes, si eso es lo que se necesita para eliminar el racismo del juego.
España se prepara para presentar su candidatura junto a Portugal y Marruecos para albergar el Mundial de 2030. Seguramente es impensable que España pueda ser elegida para el torneo a menos y hasta que tome medidas decisivas para eliminar el racismo del juego doméstico. Después de todo, La Liga ocupa el segundo lugar después de la Premier League inglesa como la liga de fútbol más rica del mundo. ¿Qué tipo de señal envía al mundo si no puede proteger a Vinicius del abuso de los fanáticos? Treinta años después de Gran Bretaña, España necesita Kick It Out", explican.
Por su parte la RFEF, que ya tiene estas competencias, espera que puedan empezar a aplicar la nueva Ley del Deporte (promulgada en diciembre 2022), que todavía no pueden usar porque se encuentra en un largo proceso de desarrollo reglamentario. Entienden que, cuando puedan regirse por la nueva ley, tendrán más posibilidades de sancionar de forma efectiva. Pero necesitan, de nuevo, la acción del Gobierno (CSD).
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¿Qué consecuencias tendrá la decisión del Comité de Competición en el futuro?
Pues todavía no lo podemos saber al 100% porque está por ver en qué queda el recursos que ha anunciado el Valencia. Que tiene bastantes visos de lograr, al menos parcialmente, que reduzcan su sanción.
Aún así hay también diversidad de opiniones: "Abre la puerta a rearbitrar las decisiones adoptadas en el terreno de juego. Si abrimos esta puerta, será muy difícil trazar la línea de hasta dónde rearbitramos. Las consecuencias pueden ser muchas. Si aceptamos esta posibilidad de la hipótesis ('qué hubiera decidido el árbitro si…'), llevará a, por ejemplo, volver a jugar un partido desde un minuto X porque el árbitro tomó una decisión viciada por unas imágenes que no vio completas. No tiene sentido. El error arbitral es parte del juego, y así lo hemos entendido siempre".
De hecho ya se está empezando a valorar si el mismo criterio que se ha aplicado con Vinicius no se podría aplicar con el gol de Elche contra el Cádiz, que estuvo mal arbitrado por el VAR, en un error que el propio CTA reconoció. ¿Todo lo ocurrido después deja de tener validez? "Se sienta un precedente, como siempre que ocurre algo de este tipo. Ahora ya no sólo rearbitra el VAR, sino el Comité de Competición", explican las mismas fuentes jurídicas.
Así lo ve el ex colegiado Alfonso Pérez Burrull: "Esto nos demuestra una cosa: que si tú expulsas a alguien vía VAR pero las imágenes no son las correctas, para el Comité existe una especie de indefensión o agravio comparativo con el jugador que ve la roja porque no se ha sancionado a los demás. Yo no lo había visto nunca, pero claro que sienta un precedente".
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¿Se podrá cuestionar la veracidad del acta a partir de ahora?
De nuevo Alberto Palomar cree que no: "El acta no opera frente a los vídeos. La presunción de veracidad es una presunción, no una regla. Tú la puedes deshacer por otra vía. ¿Sienta un precedente? Sin duda. Pero hay muchos antecedentes en los que ya se ha negado la parte disciplinaria, no la de reglas de juego. Eso es lo que históricamente se ha llamado rearbitrar. Hemos tenido esa polémica muchas veces".
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¿Qué opinan los ex árbitros españoles de esta decisión?
La gran mayoría están indignados y en contra de esta anulación de Competición. Uno de ellos, Urizar Azpitarte, es tajante. "No hay derecho. Una cosa son las acciones racistas y, otra, el reglamento. El Comité de Competición no puede quitarle sólo la tarjeta a Vinicius: tendría que haber mantenido la roja, porque la agresión se produce, y tomar medidas disciplinarias contra algún jugador del Valencia. Retirar una cartulina cuando sabemos que se ha producido una agresión, aunque sea por una provocación previa…".
Para Soriano Aladrén, que dirigió 185 partidos en Primera y fue mundialista en Italia 90, el criterio es el mismo. "Parece que se ha fichado para Competición a un Salomón maravilloso. Hasta ahora, los comités de disciplina se limitaban a analizar las acciones en función de los informes, pero sustituir lo que ha sucedido, que lo hemos visto absolutamente todos, por una anulación de una tarjeta roja... No lo entiendo, de verdad. Es lo mismo que si yo a usted le agredo y previamente otras personas me han agredido a mí. La cuestión seguiría siendo muy clara: que ha existido una agresión por mi parte. Y la persona que lo hace debe ser sancionada". También Benavente Garasa: "La tarjeta roja a Vinicius es una tarjeta roja como una casa. Yo no se la hubiera quitado, en ningún caso. Es una cartulina ya mostrada y que, según la legislación, tenía que estar. Creo que se tenía que haber entrado de oficio para sancionar a Hugo Duro… pero manteniendo la tarjeta a Vinicius".
Habrá muchas preguntas y muchas más respuestas que iremos explicando lo mejor que podamos. No ha pasado ni una semana. A Vinicius le quedan muchas más batallas por ganar. En este asunto y en todos.