San Mamés abre la veda contra el Barça por el 'Caso Negreira'
El estadio rojiblanco reflejó el malestar de buena parte de los aficionados del fútbol español con uno de los ambientes más hostiles que se recuerdan en Bilbao.
El Barça se fue de San Mamés con los tres puntos, con una nueva portería a cero y con la misma solidez en el liderato con la que llegaron. Pero el encuentro en Bilbao deja un poso más allá de lo futbolístico. El ambiente que se vivió en el estadio será difícil de olvidar. Más allá de la lluvia de billetes o las menciones directas a Negreira, los aficionados del Athletic generaron una atmósfera hostil de principio a fin. Quejas, protestas en cada decisión de Gil Manzano, pitos... Una sensación de hartazgo.
Las constantes informaciones que han ido apareciendo en torno al 'Caso Negreira' y que han desembocado en la denuncia de la Fiscalía al Barcelona fueron un caldo de cultivo que derivó en este recibimiento que tuvo el conjunto culé en Bilbao. ¿Será el único? Eso lo responderá el tiempo, pero la crispación generalizada en el mundo del fútbol comienza a emerger y a visibilizarse.
Es cierto que en el comienzo del choque pareció simplemente un gran ambiente en apoyo al Athletic, pero había algo que venía de casa y de la calle. Tras la amarilla mostrada a Iñaki Williams a los 28 minutos, el lanzamiento de los billetes en la Grada de Animación a la media hora y posterior cántico de 'A Segunda' entonado por la gran mayoría de aficionados, se abrió la caja de los truenos.
Desde entonces las protestas fueron constantes, agravadas por la tensión y la espera durante las revisiones de los dos goles en el vídeo arbitraje. Cualquier decisión polémica, más allá de que sea correcta o no, levanta más polvo de lo normal. Quedó claro en San Mamés, donde las protestas no fueron como otros días. Esta vez se sentía la rabia y los insultos se escuchaban más que nunca.
Hay que remontarse muchos años atrás, quizá hasta los polémicos años 80 en los que la lucha Athletic-Maradona lo enturbió todo, para encontrar una reacción así de la afición rojiblanca hacia el conjunto culé. El propio Xavi se refirió a ese cambio de actitud en el recibimiento. "Me sorprende el ambiente de hostilidad. Me entristece porque siempre nos han tratado muy bien y juzgar antes de tiempo no es bueno para la sociedad".
Atrás quedan los aplausos que se llevó en sus últimas visitas como jugador o los gestos de aprecio mutuo tras las diferentes finales de Copa, incluso aplaudiendo a la hinchada rojiblanca junto a Puyol (portando una ikurriña) sobre el césped de Mestalla en la temporada 2008-09. En el vestuario rojiblanco también se sorprendieron del ambiente que se generó y se fueron tan enfadados como los cerca de 50.000 aficionados que acudieron a La Catedral.
Este Athletic-Barça no será un más. Este queda como el día en que San Mamés levantó la voz contra el conjunto culé y abrió la veda al resto de aficiones. Elche, Getafe, Vallecas, Cornellá, Valladolid y Vigo son las seis salidas que le restan al Barça hasta el final de LaLiga. Con nuevas informaciones casi cada día, parece complicado pensar en otro escenario que no sea el de seguir el camino iniciado en Bilbao.
El foco en los árbitros
Más allá del 'Caso Negreira', la sospecha sobre el estamento arbitral se ha instaurado en las últimas semanas y nos hemos acostumbrado a constantes críticas y protestas de jugadores o entrenadores. Ernesto Valverde, que dejó claro que separa sus críticas de la relación entre el ex vicepresidente y el Barça, fue el último en criticar el VAR. Solo dos días antes, su compañero de profesión Jagoba Arrasate fue más allá diciendo que le resulta "difícil seguir creyendo en esto".
Mikel Balenziaga y De Marcos también se refirieron al uso que se realiza del VAR: "No puede entrar en jugadas así, quita espectáculo. Queremos ver un fútbol más rápido y sin tanta pausa", dijo el zurdo. "No soy el que más partidario era del VAR, este jornada se han quejado muchos entrenadores en varios partidos. Tanta revisión acaba generando dudas", finalizó De Marcos.