RCD MALLORCA

El Mallorca ha pasado de compartir camisetas en Alemania a ser el equipo mejor vestido de LaLiga

El nuevo posicionamiento del club balear mezcla patrimonio cultural y lujo global.

La propuesta estilística del Mallorca es rompedora./CAMPERLAB
La propuesta estilística del Mallorca es rompedora. CAMPERLAB
Alejandro Mendo

Alejandro Mendo

Cuando realizamos la clasificación paralela de LaLiga en función de sus camisetas, no tuvimos más remedio que colocar al RCD Mallorca en estética zona de descenso. Los baleares, protagonistas de uno de los lanzamientos más anónimos del verano, pertenecen al nada selecto grupo de clubes patrocinados por marcas grandes que muestran pequeñas dosis de cariño. Muchas aficiones padecen el catalogazo, esto es, su equipo viste plantillas que el fabricante de turno recicla en distintos lugares y durante diferentes temporadas.

El Mallorca ha establecido una suerte de hermanamiento, casual pero desafortunado, con el Friburgo alemán, del que ha heredado varios uniformes. Esta falta de unicidad contrasta con los últimos movimientos del club: renovación identitaria, tipografía personalizada, experiencia VIP en el estadio y una collab que eleva su ropa prepartido a nivel Champions.

Ropa prepartido de CAMPERLAB x RCD Mallorca.  CAMPERLAB
Ropa prepartido de CAMPERLAB x RCD Mallorca. CAMPERLAB

 ¿Qué hay detrás del nuevo posicionamiento mallorquinista? El Mallorca se ha propuesto revolucionar la forma de acercar a sus aficionados al estadio. El empresario estadounidense Andy Kohlberg, presidente y máximo accionista del club, lleva tiempo impulsando una serie de cambios en la experiencia de usuario que se inspiran en eventos deportivos americanos.

Se busca involucrar al hincha y atraer también a los 13 millones de extranjeros que cada año visitan la isla, popularísima meta turística europea. Ya ha experimentado con pizza a pie de campo, restaurante-discoteca, palco con acceso directo a vestuarios y asientos VIP junto a los banquillos. Una sólida asociación geográfico-deportiva y cierta aura de lujo que nos recuerda a la estrategia de PSG, Venezia o Como.

Ropa prepartido de CAMPERLAB x RCD Mallorca.  CAMPERLAB
Ropa prepartido de CAMPERLAB x RCD Mallorca. CAMPERLAB

La Supercopa de España actuó como première de CAMPERLAB, flamante proveedor oficial de ropa casual del RCD Mallorca. La liturgia prepartido sigue ganando peso. Los clubes persiguen la ansiada diferenciación de marca desde que bajan del autobús. En Arabia, los futbolistas lucieron zapatos de charol con suela chunky (término para indicar una textura gruesa o voluminosa) y un uniforme de algodón italiano con americana blazer de solapa ancha, pantalón recto y camisa de corte relajado.

Mario André Maketa escribió en GQ que "no es que el bloke core esté más en auge que nunca, es que el fútbol va a convertirse en materia obligatoria en los estudios de moda y belleza". CAMPERLAB, marca insignia de Camper, se define innovadora y de diseño anárquico. El club y la firma anunciaron su alianza hasta 2027 destacando compartir Mallorca como hogar, además de valores comunes y ambiciones globales. Un patrocinio que no perder de vista.

¿Qué tal se llevan internacionalización y arraigo local? Para empaparnos de sentimiento mallorquinista, charlamos con Miguel Sureda, del podcast Birmingham '99. "En la afición hay cierto escepticismo porque algunas decisiones parecen enfocadas hacia lo económico por encima de la construcción de marca o identidad".

Como le ocurre a tantos clubes con aspiración global, el Mallorca se enfrenta a retos y contradicciones. "Es difícil combatir la gentrificación del fútbol", apunta Miguel. El club busca capitalizar el gran flujo de visitantes, también fuera de la temporada estival, y llevar más espectadores a Son Moix. Si la demanda crece, los precios se disparan.

La internacionalización tiene su cara oculta, como la luna. "Un noruego puede ver con buenos ojos pagar 80 euros por un partido puntual, pero para el aficionado local y casual el precio se vuelve insostenible. En el estadio está ocurriendo un fenómeno similar al que viven nuestros barrios".

Dime cómo vistes y te diré quién eres. El fan actual rechaza las prendas de catálogo y aplaude la ropa de calle de los estilosos Arsenal o Milan. Le tiramos una provocación a Miguel: ¿es tan importante la estética o es cosa de cuatro tuiteros? "Siendo sinceros, la mayoría de seguidores no sabe qué es una camiseta de catálogo. Pero en el submundo de las redes sociales, es cierto que se palpa desilusión por las plantillas que recibimos año tras año".

El auge de las marcas de clase media hace que el futbolero observe, compare, exija y pretenda unicidad. Macron, Umbro, Hummel o Kappa han entendido que el hincha busca diferenciación y cariño y parece que adidas y Nike están en ello. "Se hace duro ver que la camiseta de tu equipo fue la segunda equipación de otro el año anterior y que al siguiente será la ropa de entreno de otro". Miguel nos devuelve un guiño: "el trozo de tela en el que depositas tanto sentimiento es, efectivamente, un trozo de tela con un escudo pegado". En plena renovación identitaria, el Mallorca y Nike tienen deberes.

Camisetas de Mallorca 24-25 y Friburgo 23-24.
Camisetas de Mallorca 24-25 y Friburgo 23-24.

Cambiar lo que toca, preservar lo que nunca cambia

En los últimos años, los clubes vienen otorgando una enorme importancia a su identidad visual. En un primer momento, el fútbol experimentó un desenfreno generalizado acerca de las modificaciones de escudos, colores sociales o tipografías. Aquel rebranding agresivo se recuerda por resbalones momentáneos como el de FC Barcelona o Leeds United, que presentaron logotipos simplistas que acabaron devolviendo a la carpeta de borradores.

También hubo implementaciones polémicas y a la postre definitivas como la modernista J de la Juventus o el —aparentemente— innecesario cambio de emblema del Inter. Las aficiones de Real Valladolid y Atlético hicieron ruido y recuperaron su viejo emblema, que para el corazón nunca pasa de moda.

El RCD Mallorca se adapta a la prudencia actual y retoca su marca sin alterar el escudo, un gesto entre revolucionario y sensato. La agencia creativa Mandarina Brand Society, junto al tipógrafo balear Damià Rotger, han refrescado el sistema visual del Mallorca. Con el emblema tradicional intacto y en el centro, una nueva narrativa posiciona a la institución como referente cultural y deportivo, con las raíces como punto de apoyo y brújula y la ambición de proyectarse con fuerza hacia el futuro.

Eslogan de la campaña y tipografía Dimoni. REVISTA GRÀFFICA
Eslogan de la campaña y tipografía Dimoni. REVISTA GRÀFFICA

Destaca la peculiar Dimonia Font, tipografía exclusiva diseñada por Damià Rotger que se inspira en los dimonis, figuras del folclore mallorquín que simbolizan la energía de la isla. Renovaciones recientes como las de Borussia Dortmund o Tottenham, entre otros, muestran la voluntad de los clubes por encontrar un tipo de letra dinámico y reconocible.

En declaraciones a Gràffica, revista especializada en diseño, Damià Rotger explica que "la tipografía no es solo una herramienta estética, sino un reflejo del espíritu del club: pasión, lucha y orgullo por sus raíces". El mood visual asociado a la marca Mallorca reinterpreta el ikat mallorquín o roba de llengües, tela tradicional que forma parte del patrimonio textil de la isla. Los patrones geométricos de esta técnica aparecen en las gráficas digitales del club, aportando textura y conexión emocional.

Eslogan de la campaña y tipografía Dimoni. REVISTA GRÀFFICA
Eslogan de la campaña y tipografía Dimoni. REVISTA GRÀFFICA

En línea con la tendencia actual entre clubes, el Mallorca incorpora elementos que enriquecen y diferencian en el saturado panorama futbolístico. El rompe y rasga heráldico ya no se lleva, mejor innovar con decibelios a pie de campo o con una degustación de street food antes de que pite el árbitro. El apartado estético obtiene una nota media de necesita mejorar, fruto del catalogazo técnico y el sobresaliente en el prepartido. Conectar con el de fuera y hacer que el de casa se sienta, en fin, en casa, culminará un posicionamiento ambicioso. El camino Cap Amunt parece prometedor.