LALIGA

Malestar en el Celta por sus partidos en Balaídos: "A ver si el mono de los horarios un día se equivoca para nuestro lado"

Salvo contra Madrid y Barça, siempre le ha tocado jugar entre semana o el domingo a la hora de comer.

Iago Aspas, en un partido de la presente temporada. /GETTY
Iago Aspas, en un partido de la presente temporada. GETTY
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta está firmando un buen inicio de temporada, sobre todo en comparación con las últimas campañas. Tras trece jornadas de Liga, el conjunto vigués marcha en mitad de tabla, a tan solo tres puntos del Athletic Club, sexto clasificado, y siete por encima de los puestos de descenso. Su buen hacer, la presencia de Claudio Giráldez en el banquillo y la llegada de numerosos canteranos ha disipado la ilusión entre una afición que ha vuelto en masa a Balaídos.

Tras unos años oscuros en los que la afluencia de espectadores descendió drásticamente, el Celta está viviendo su mejor etapa reciente a nivel social. En lo que va de temporada suma más de 22.000 aficionados por encuentros, rozando el 90% de ocupación total. De hecho, tiene lista de espera de prácticamente 5.000 personas para hacerse abonados, ya que las obras en el estadio no permiten nuevas altas. Y eso que los horarios no están acompañando.

Hasta la fecha se han disputado siete encuentros en el estadio olívico y en los últimos días LaLiga ha fijado los horarios de las próximas dos jornadas en Balaídos frente a Barcelona y Mallorca. Y la tónica no es del todo favorable a los intereses del Celta en cuanto a los momentos en los que se celebran esos partidos. Y es que el 'maltrato' desde la patronal es real y en Vigo hay bastante malestar por este motivo.

De esos nueve primeros duelos de los que ya se han conocido los horarios, hay que excluir de la ecuación el disputado contra el Real Madrid y el próximo ante el conjunto azulgrana. Los dos grandes equipos del fútbol español tienen 'reservadas' las mejores franjas dentro del fin de semana y ambos partidos quedaron fijados para el sábado a las 21.00, un momento de máxima audiencia. Es en los otros siete partidos dónde está el problema.

El Celta comenzó la temporada con dos jornadas consecutivas en casa ante Alavés y Valencia. Ambos duelos fueron fijados por LaLiga en viernes, un día que suele impedir a un buen número de aficionados acudir al estadio. El siguiente ante el Valladolid se celebró un domingo a las 14.00 horas, es decir, a la hora de comer. Frente al Atlético de Madrid se jugó un jueves al ser jornada intersemanal y tres días después ante el Girona se volvió a un domingo a las 14.00. El último ante el Getafe se disputó un lunes y el de comienzos de diciembre ante el Mallorca será un viernes. Es decir, cinco partidos entre semana y dos el domingo a la hora de comer.

Estas designaciones han causado malestar en el club, tanto en la zona noble como dentro del vestuario. Entienden que los malos horarios les perjudican respecto al resto de equipos ya que no pueden acudir todos los aficionados que normalmente irían e incluso parte de la familia de la plantilla, sobre todo los hijos de algunos jugadores. Iago Aspas, capitán del Celta, levantó la voz tras el último duelo.

"Siempre son a las 14.00, o los lunes o los viernes... A ver si el mono de los horarios un día se equivoca para nuestro lado y tenemos un horario para que pueda venir toda la gente y toda la familia", criticó el delantero de Moaña. De momento, en los primeros nueve partidos, las designaciones le han dado la espalda al Celta en Balaídos. Quedan otros diez por delante hasta final de curso.