VILLARREAL 1 - BARCELONA 5

La mala suerte es el único rival del Barça

Los blaugrana dieron otra muestra del poderío ofensivo, pero la victoria dejó un gusto amargo por la lesión de Ter Stegen.

Jordi Cardero

Jordi Cardero

La felicidad nunca es plena en Barcelona. Los blaugrana aguantaron el tipo en La Ceràmica y derrotaron al Villarreal en otra muestra del músculo ofensivo que tienen, aunque los groguets no estuvieron lejos de los puntos en algunos tramos. Al borde del descanso, Ter Stegen, en una mala caída, cayó lesionado de la rodilla. La temporada cambió para los de Hansi Flick en apenas unos segundos. También los ánimos, que más tarde recuperaron.

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El Villarreal sabía muy bien cómo podía herir a los blaugrana. Quisieron hacer sentir el vértigo a la defensa culer, la que se sitúa más lejos del portero en LaLiga. Los de Marcelino acabaron anotando tres goles en fuera de juego. En el 1-2 de después del descanso e incluso con el 1-3, los castellonenses tuvieron momentos de superioridad. Los de Flick fueron un obstáculo demasiado grande.

Partió el Barça con el mismo guion y la misma forma de los últimos encuentros. Formando pareja con Sergi Domínguez, Iñigo lideró la salida de balón blaugrana que contó con la presencia de Pedri para sumar calidad. Por delante aguardaba un Pablo Torre en una posición que parece pensada para él. El Villarreal esperaba turno y avisó en un balón al espacio -la receta que empleó el Mónaco- para que Yeremy Pino anotara uno de los goles del año. Desafortunadamente para los groguets, había partido de posición de fuera de juego.

En una arrancada de Pepe por la banda, Ter Stegen tuvo que intervenir por primera vez. Los de Marcelino no se sentían incómodos sin tocar la pelota y sin un dominio posicional claro de los culers, sabían cómo proyectarse. El partido cambió cuando apareció Lamine. Recibió el balón en el pico del área y lanzó una rosca delicadísima al segundo palo. Solo el poste se atrevió a negar el gol. Raphinha en el rechace y Pedri a la salida del córner posterior tuvieron el primero. El partido prometía diversión.

Lewandowski ya no ha vuelto a perdonar

A los 20 minutos, Lewandowski asestó el primer golpe. Tras un maravilloso pase de Pablo Torre, en su salsa jugando entre líneas, Robert batió a Conde en una zona donde ya no ha vuelto a perdonar. El 0-1 le dio confianza al Barça e insistió en su plan. Cerca de la media hora, Lewandowski tuvo el segundo. Evitó Conde un remate 'sucio' del polaco. Y aunque el Villarreal se acercaba, el 0-2 llegó a diez minutos del descanso. Otra vez Robert, en un balón muerto dentro del área. Flick ha despertado al mejor Lewandowski.

No bajaron los brazos los groguets. Respondieron al tanto de Robert con otro. En la enésima volcada al ataque, esta vez sin caer en el fuera de juego, Baena dejó solo a Pépé y este regaló el gol a Ayoze. El talento de Baena convirtió cada pérdida blaugrana en un potencial contragolpe del submarino. El Villarreal tenía clarísimo cómo podía herir a la defensa blaugrana, con una línea defensiva altísima.

La lesión de Ter Stegen congeló el ambiente

En un robo en el centro del campo, Pépé volvió a quedarse delante de Ter Stegen y el alemán sacó una mano providencial. En el córner siguiente, el capitán saltó a agarrar el balón y al caer se lesionó. Tuvo que irse en camilla, llorando, a la espera de que las pruebas digan qué le ha sucedido a esa rodilla, una zona que ya le lastró tiempo atrás. Primero Bernal y ahora Ter Stegen. El Barça se empeña en dar pasos en su proyecto pero la mala suerte de las lesiones lo sigue lastrando. Por segundo curso consecutivo, será turno de Iñaki Peña.

El cambio de Ter Stegen congeló el ambiente y enfrió el fútbol en La Ceràmica. Con los ánimos quebrados en el vestuario, Iñaki saltó al verde en el descanso para calentar. Raphinha se puso el brazalete. El Villarreal aprovechó el destemple blaugrana. Y primero Pépé, en un gol anulado por fuera de juego, y luego Yeremy, en un tiro que sacó Eric a bocajarro, obligaron a los catalanes a tensarse. La tercera fue un paradón de Peña a tiro, de nuevo de Pépé. A la salida del córner, Pino remató al larguero. Marcelino martilleaba la espalda culer y Flick no retocaba nada.

La respuesta la encontró Pablo Torre en un chispazo. En la primera jugada en la que el Barça se instaló en campo rival, un disparo fuerte con la zurda rebotó en Logan y se fue para dentro. Gol y asistencia para el cántabro en una actuación reivindicativa. Tras el 1-3, Flick refrescó el equipo con Pau Víctor, Casadó y Cubarsí. Los catalanes empezaron a atacar mejor y a recuperar rápido tras pérdida, lo que desactivó los balones en largo de los groguets.

Con la amarga sensación de la lesión de Ter Stegen arrinconada y el fútbol recuperado, en una acción dentro del área Bailly tumbó a Lamine. Lewandowski tuvo la opción de anotar el cuarto pero ajustó tanto el tiro que se estrelló en el palo. En la siguiente acción, Yamal recuperó cerca del área, como en Montilivi, y le dejó el golpeo a Raphinha tras recortar a la defensa. Conde sacó otra buena mano. Barry, que entró para nutrir el ataque local, marcó, de cabeza, el tercer gol del Villarreal que quedó anulado por fuera de juego. La línea defensiva blaugrana jugaba al filo del precipicio pero aguantaba con firmeza. Así seguiría.

Ni Raphinha se imaginó que podría ser esto

A 15 del final, el Barça hizo una nueva muestra de la cantidad de pólvora que tiene. Pau Víctor cedió a Raphinha un balón que había peleado en el córner Gerard Martín -firme durante todo el encuentro- y el brasileño convirtió el cuarto. El Raphinha de este curso es mucho más de lo que Mateu Alemany se imaginó al ficharle. No acabó ahí su obra. Tampoco la de Lamine. El canterano mandó un cambio de juego con el exterior que dejó al capitán solo ante Conde. No falló.

La capacidad que tiene el Barça para generar es tremenda. El resultado es abultadísmo, más de lo que marcaron las diferencias futbolísticas. Pero este Barcelona tiene algo distinto. Es capaz de esconderse un mazo en la manga de la camisa y destrozar rivales con golpes de calidad. El miércoles empezará una nueva temporada, ya sin Ter Stegen. En ataque, no hay equipo en Europa que lo mejore.

Ficha técnica

  • Villarreal : Diego Conde; Femenía, Bailly, Costa, Cardona; Pepe (Akhomach, m.70), Comesaña (Terrats, m.70), Parejo (Pape Gueye, m.70), Pino (Barry, m.62); Baena (Denis Suárez, m.70), Ayoze.
  • Barcelona : Ter Stegen (Iñaki Peña, m.45); Koundé, Sergi Domínguez (Cubarsí, m.59), Iñigo Martínez (Héctor Fort, m.81), Gerard Martin; Torre (Pau Víctor, m.59), Éric García, Pedri (Casadó, m.59); Lamine Yamal, Raphinha, Lewandowski.
  • Goles : 0-1, m.19: Lewandowski. 0-2, m.35: Lewandowski. 1-2, m.38: Ayoze Pérez. 1-3, m.58: Pablo Torre. 1-4, m.75: Raphinha. 1-5, m.80: Raphinha.
  • Árbitro : Busquets Ferrer (Comité balear). Amonestó a Parejo (m.2), a Álex Baena (m.52), a Bailly (m.66), a Ayoze (m.85), a Cardona (m.88) y a Akhomach (m.90) por parte de los locales y a Pau Víctor (m.82) por los visitantes.
  • Incidencias : Partido correspondiente a la sexta jornada disputado en el Estadio de La Cerámica ante 22.048 espectadores y con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, en el palco.