REAL MADRID

Luis Enrique tenía razón con Mbappé: su sacrificio no es el de Michael Jordan

"Jordan se ponía a defender como un hijo de p***", le 'pichaba' el asturiano. En el Real Madrid se refuerza ese discurso: el francés es el jugador de LaLiga que menos presiones gana.

Kylian Mbappé, durante el partido ante el Villarreal. /REUTERS
Kylian Mbappé, durante el partido ante el Villarreal. REUTERS
Sergio Gómez

Sergio Gómez

En el fútbol se vive en permanente hipérbole. Más si cabe en clubes como el Real Madrid, donde un destello es digno de candidatura a Balón de Oro y dos partidos discretos merecen la calendarización inmediata de un gabinete de crisis. Ha sucedido toda la vida, sobre todo con las estrellas, y el caso de Kylian Mbappé no es una excepción. Se ha pasado de gritar "ya está aquí" tras su doblete contra el Betis en la cuarta jornada a notar cierto runrún en el último encuentro contra el Villarreal, en el que jugó renqueante. Y se le notó.

Su fichaje era tan ansiado como las ganas del club y la afición de verle marcar la diferencia con la camiseta blanca. También él se siente en deuda y no ahorra esfuerzo por agradar y adaptarse con rapidez a un nuevo ecosistema y a su relación futbolística con Vinicius, Bellingham o Rodrygo. Sin embargo, con desmarques, arrancadas y remates, sigue buscando la mejor manera de ser valioso. Aún está lejos de su efectividad (es el que más remata en la Liga; de los siete goles que lleva tres fueron de penalti) y hay facetas en las que necesita mejorar. Una de ellas es la presión. En un Real Madrid que rastrea soluciones para encontrarse, el trabajo defensivo de los delanteros se antoja necesario para evitar líos. En este capítulo el francés está por debajo del resto.

Mbappé es el atacante de LaLiga, con un mínimo de 300 minutos jugados, que menos presiones gana, 0,63 por cada 90 minutos. La mitad que el segundo peor en esta estadística (el sevillista Lukebakio, con 1,23) y muy por detrás de Takuma Asano, extremo del Mallorca, con 4,49. Estos datos de Kylian, facilitados por StatsBomb, contrastan en la comparación. En general y dentro de su equipo. Le mejoran con holgura futbolistas como Lewandowski (1,89), Raphinha (2,03), Griezmann (2,39), Julián Alvarez (3,45) o Lamine Yamal (3,78). En el Real Madrid, los otros dos componentes del tridente tienen más mordiente arriba. Rodrygo promedia 2,42 por encuentro mientras que Vinicius firma 2,69. El jugador blanco que más presiones gana es... Luka Modric, de 39 años.

Nunca fue Mbappé alguien que se caracterizara por practicar una presión asfixiante, renuente a apretar arriba o bajar. Luis Enrique, entrenador que roza la obsesión con presionar la salida de balón del rival, quiso motivarle con una de esas charlas que pueden convertirse en banderilla de fuego o todo lo contrario. En el segundo capítulo del documental 'No tenéis ni p*** idea', que está emitiendo Movistar Plus+, el técnico asturiano cogió por banda al crack de Bondy y, para exigirle que defendiera, tiró de un ejemplo muy gráfico. "He leído que te gustaba Michael Jordan. Michael Jordan cogía de los h****s a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de p***', le espetó.

Y continuó: "Te vas a pegar todo el partido presionando a Cubarsí, a Ter Stegen y volviendo rápido... Para ser un líder. Tú eres un fenómeno, un top mundial, pero a mí no me vale eso. Un líder de verdad es que, cuando no nos puedas ayudar con los goles, como el otro día que tenías dos jugadores top para ti, tú nos ayudas en todo lo defensivo... Yo quiero que te vayas de aquí por la puerta grande, pero te lo tienes que ganar".

Aquella arenga de Luis Enrique coge fuerza observando las estadísticas. Además de ser el farolillo rojo en presiones ganadas, tampoco está mejor en el apartado de 'Acciones agresivas' de StatsBomb. Este concepto engloba tackles (entradas), presiones y faltas cometidas justo después de que un rival reciba la pelota. Con un promedio de 2,51 es también el jugador que menos acciones agresivas lleva a cabo en LaLiga... Para tomar consciencia del dato, basta poner al lado el de Vinicius. La media del brasileño, desbordante en todos los sentidos, es de ¡12,27!

Sin rastro de molestias en los últimos entrenamientos

Mbappé asume que no está colmando las expectativas y, por esa razón, acelera en el trabajo. En Valdebebas elogian su disposición y profesionalidad. Quedarse en Madrid en este parón internacional le ha granjeado numerosas críticas en Francia pero su decisión, en gran parte, obedece también a ese deseo de llegar a su plenitud cuanto antes. Deschamps justificó su ausencia en la lista y dejó entrever esto: "Me aseguro, por la relación que tengo con los jugadores, de hablar con ellos. Evidentemente, para mí lo más importante es el interés del jugador. Sé muy bien que no va a ir en contra de su club. Tampoco quiere ir contra su selección. Pero en algún momento, después de hablar, hay que asegurarse de anteponer los intereses del jugador sin ponerle en dificultades. También hay que recordar, y siempre ha sido así, que el empleador es el club y no la federación".

Mbappé no fue convocado por Francia porque necesitaba "cuidados" después de lesionarse ante el Alavés. Sin embargo, a los pocos días de ofrecer la lista, el '9' viajó a Lille, jugó 33 minutos. En el siguiente encuentro frente al Villarreal fue titular y estuvo 71 minutos sobre el campo. Pero ni se le vio cómodo ni fresco. Tanto el Madrid como el futbolista se prometieron utilizar este parón para trabajar en profundidad y alcanzar un buen punto de forma para las cumbres que se avecinan hasta el siguiente paréntesis internacional: Celta (día 19), Borussia (22), Barcelona (26), Valencia (2 de noviembre), Milan (5-N) y Osasuna (11-N).

En Valdebebas le ven con ganas y sus últimos entrenamientos dieron fe de ello. Ni rastro de molestias. Testigos presentes en las sesiones aseguran a Relevo que desplegó energía y mucho de ese repertorio que el Bernabéu está deseando ver. En espacios reducidos "se salió", dicen, con taconazos, caños y goles. Ancelotti mira el reloj deseando que se ponga en hora.