Llorente congela la Liga y el recital de Brahim

El tercer derbi del año arrancó con una doble confusión: la baja a última hora de Vinicius y todo el lío de la defensa del Atlético de Madrid. Los zagueros de Simeone salieron al Bernabéu desubicados, como si aún buscasen al brasileño y se hubieran olvidado de Brahim, que revolucionó el once y también el duelo.

El choque también terminó con otra confusión: la de Nacho, que sigue en paradero desconocido. Le regaló el gol final a Marcos Llorente en el tiempo añadido. Un tanto inesperado que deja al Madrid con cara de haberse dejado mucho más que tres puntos bajo el techo cubierto del Nuevo Bernabéu.

Este Real Madrid no puede ser más Real Madrid. Tras todo el embrollo con la alineación inicial, con tres cambios incluidos (primero Vinicius, después Joselu, al final Brahim), el gol de la victoria lo acabó marcando el último. Brahim hizo un partido tan redondo que ni se echó de menos a Vinicius. Este es el nivel del malagueño.

Brahim condujo cada ataque de los blancos con decisión y a la vez con diversión. Cada vez que agarra el balón parece que salen burbujas de sus botas. Salió del campo justo después de un jugada tan bonita que no acabó en su segundo tanto, para que la ovación del Bernabéu, ya su Bernabéu, fuera mayor.

El Real Madrid se plantó en el derbi con una defensa inédita: Lunin, Lucas Vázquez, Carvajal, Nacho y Mendy. Y al principio hasta dio igual. El Atlético trató de cargar sus ataques con envíos por alto, donde Morata se imponía a los zagueros. Pero no hubo manera de batir a Lunin, con su tercer partido consecutivo como titular.

En la segunda parte el equipo volvió a sufrir por lo mismo: como cuando sabes que tienes un problema pero no hay manera de atajarlo. Cada balón por alto fue un sinvivir. Lunin tampoco ayudó por arriba, pese a sus centímetros. Lino activó a los visitantes en los minutos finales y Nacho volvió a penalizar a los suyos. De su indecisión Llorente encontró un filón, y empató.

En el minuto 20 saltó por los aires el plan del Atlético de Madrid. Iniciaron el choque agazapados, y el tanto de Brahim tras la jugada de Lucas Vázquez obligó al 'Cholo' a reformular su idea. Ni Riquelme ni Hermoso ni Witsel acertaron a frenar la incursión del lateral diestro del Real Madrid.

Simeone modificó su once en el descanso. Nahuel Molina, por Rodrigo Riquelme. La zaga atlética fue incapaz de tapar los ataques blancos en el primer acto, y se notó la ausencia de Reinildo. En la segunda mitad tampoco se resolvieron sus daños y el mejor cambio resultó ser Samu Lino. La mejor defensa fue un buen ataque.

Sobre todo fue un partido entretenidísimo. Y se agradece. En este fútbol con tantos achaques, con tanto orden. En este derbi del Bernabéu pasó de todo y nadie lo pudo controlar: ni mucho menos el árbitro. El Madrid propuso y el Atleti se vio obligado a también arriesgar, dejando unos benditos espacios que corrió Fede Valverde.

El uruguayo ha reinventado las galopadas. Cuando cruza el medio campo en conducción en la imagen se ven varios caballos. 22 tiros repartidos entre los dos conjuntos, 16 el Real Madrid, 6 el Atleti. La Liga aún no tiene dueño.