Leyendo a Flick entre líneas: moderación, autocrítica y relativización

Si hay una palabra que describe el discurso de Hansi Flick es comedido. En su primera aparición ante los medios marcó un discurso 'a la defensiva', sin querer entrar al trapo en cualquier tema que pudiera dar pie a controversia. La gira por los Estados Unidos ha servido para seguir puliendo su fútbol y refrendar la tesis en su mensaje. Su relato se centra en tres puntos: exigencia, trabajo defensivo y el grupo por delante de las individualidades.

Quien conoce a Flick asegura que para él el fútbol es 'solo fútbol'. Relativiza mucho y eso permite a los jugadores quitarse kilos de presión sin restar responsabilidad o exigencia. Además, marca cierta distancia respecto a los éxitos. Si bien Joan Laporta, uno de los culers más optimistas, abrazó y felicitó a todos los jugadores, uno por uno, después del partido contra el City y celebró la victoria ante el Real Madrid, Flick es más cauto.

Sin restar mérito a la victoria en el Clásico, le dio una cierta perspectiva. "Estamos en pretemporada y lo que queremos es ver mejoras", comentó en la sala de prensa. De puertas hacia dentro, enfatiza el mismo mensaje. A pesar de las buenas sensaciones en cuanto a juego y resultados, solo es el inicio. Sabe que en el mundo del fútbol todo puede cambiar muy rápidamente. "Sé cómo funciona esto. Le daré a mi equipo todo lo que tengo. El Barça es un club increíble, pero también sé que si las cosas van en otra dirección… Así es nuestro trabajó", comentó.

Sus valoraciones pospartido siempre son sobre el grupo. Después de City y Madrid insistió en lo mismo. "Estuvimos demasiado hundidos, no presionamos lo suficiente el balón y fue un problema. Tenemos que centrarnos en esto y presionar los 90 minutos", comenó tras el Clásico. Al ganar al City, equipo al que puso como ejemplo, volvió a remarcar la importancia del bloque: "Estuvimos compactos, fuimos uno. Pero al final, jugamos con el estilo Barça". Contra el Milan, un repunte de optimismo. "Cuando todos presionamos con intensidad, es el camino [...] Tras el descanso mejoramos. Fue fantástico, todo el equipo estuvo intenso. Es lo que queremos", valoró.

Su idea está siendo revestir la cultura futbolística blaugrana dando varias pinceladas. El equipo se siente más cómodo sin balón que en los últimos años. Y en ataque, no pone el freno de mano ni circula por fuera, es más vertical. Y eso que todavía no ha llegado Lamine ni tampoco el perfil de extremo izquierdo que está marcado en la agenda de Deco. Para Flick la fórmula del éxito es "defender y atacar como un equipo".

Donde sí se ha soltado un poco más ha sido hablando de los jóvenes. Desde el primer día. "Es bueno tener a tantos jugadores jóvenes. Es fantástico tenerlos aquí porque les conoces mejor que cuando ves los partidos del Barça B o del Juvenil. Es buena oportunidad para ellos para mostrarse", dijo recientemente. Pero apenas personaliza. El mejor ejemplo es su comentario sobre Pau Víctor después del Clásico. "Dos partidos y tres goles no está mal. Veremos qué sucede. La puerta del primer equipo siempre está abierta", contestó, abriendo la respuesta a todos los jóvenes.

De Iñaki Peña dijo que lo hizo "muy bien" contra el City. Astralaga, "bien en los penaltis". De Álex Valle, su capacidad para jugar en la derecha y centrar con la diestra, pero relativizó contando que un día jugó la primer parte y al otro la segunda. Y viceversa con Héctor Fort. Flick mide mucho sus comentarios para contener la euforia. "El balance de la gira ha sido muy positivo. Teníamos muchos jugadores jóvenes, su calidad es enorme. Algunos han mejorado durante estos días", cerró después del partido contra el Milan.