El lateral que conoce todos los secretos de los extremos de LaLiga nunca vio a nadie como Lamine Yamal: "Ni Messi, ni Cristiano, ni Jesucristo"

FC Barcelona y CD Leganés se han visto las caras en nueve ocasiones - una en Copa-. Y excepto en la temporada 2018-19, siempre vencieron los culers, que impusieron su jerarquía. En aquella plantilla que fue capaz de ganar (2-1) al equipo de Ernesto Valverde con Messi, Luis Suárez, Dembélé y un largo etcétera de estrellas, estaba Juanfran Moreno (Madrid, 1988).

El exfutbolista, que colgó las botas en octubre de 2023, recuerda con cariño aquel triunfo en Butarque. Era la sexta jornada de campeonato y la primera victoria pepinera. "Cambió la dinámica de la temporada. Secamos a Messi y yo a Dembélé, y jugaron con uno menos (sonríe)". Entre partido y partido, Juanfran recuerda con Relevo el punto de inflexión que supuso ganarle a uno de "los mejores equipos". Desde hace poco más de un año es agente de MRH Football Agency. "No echo de menos el verde", reconoce en esta entrevista.

Bien. Es muy parecido porque sigo muy ligado con el mundo del fútbol. Estoy muy contento, la verdad. No te voy a engañar. No echo mucho de menos el verde, tengo un trabajo muy satisfactorio y sigo trabajando muy ligado a lo mismo que hacía realmente el jugador, con directores deportivos y presidentes.

Sí, sí. Ahora mi trabajo realmente es ver fútbol, ver jugadores, saber cómo está el mercado. Tú cuando tienes un jugador, para saber dónde puedes moverlo, tienes que saber exactamente cómo, por ejemplo, juega ese equipo. Doy mucha importancia al feeling de mi jugador, que tiene unas características y hay que acertar dónde llevarlo. Uno de los problemas que tiene este negocio es que a veces se hacen operaciones por ganar dinero sin tener en cuenta si el destino del jugador es el idóneo. Yo prefiero ganar menos, pero que el jugador esté en un sitio en el que esté valorado. Le doy mucha importancia a eso.

Es un trabajo que si lo haces bien es muy chulo. Otra cosa es que haya mucha gente que lo haga mal.

Fue un año maravilloso (temporada 2018-19). Me encantó. Me pareció un club familiar con una afición que llenaba el campo todos los fines de semana, fue un año muy chulo. Fue el mejor año de la historia del club, nunca habían tenido un año mejor que ese. Todo fueron buenos momentos, aunque no jugué todo lo que esperaba, y eso hizo que no continuara, pero volvería a tomar la misma decisión de ir allí sabiendo que no iba a jugar todo lo que esperaba.

De hecho, esa victoria cambia esa temporada. Nosotros habíamos empezado con buenas sensaciones y malos resultados. Ese día no se me olvida que metimos línea de cinco y la verdad que nos salió todo. Apareció Óscar Rodríguez, que hasta ese momento no había sido muy importante e hizo un partidazo. En-Nesyri, que también ese día hizo un gran partido. Nabil El Zhar, también... Fue un partido que cambió la dinámica de la temporada y empezamos a tirar para arriba.

Ellos eran un equipo que venía con absolutamente todo... Vamos a ver, si en el equipo estaba Messi. Luis Suárez no fue titular, pero jugó Coutinho, Dembélé. Lo que pasa es que Dembélé jugó por la banda izquierda, lo defendí yo. Entonces jugaron con uno menos en ese caso. Porque lo sequé. Le volví loco ese partido. Me acuerdo bien, también que le pegué un cañazo. No sé, creo que jugó Lenglet ese partido, si no me equivoco.

Vermaelen, correcto. A Vermaelen le pego un cañazo ese día. Además, si no me equivoco, tengo la jugada en mi Instagram, le pego un cañazo y luego me la tira a las nubes En-Nesyri. Fue un partido que nos salió todo. El equipo estuvo fino, además la afición estuvo a tope. Un partido de noche. Fue muy chulo. Era al principio de temporada y todo el mundo quiere ganar. La línea de cinco secó mucho a Messi, que era la clave, porque Messi estaba on fire. Y era la clave, secar a Messi, porque les limitabas mucho. Es verdad que Coutinho no estuvo fino, Dembélé tampoco. Y nosotros fuimos superiores.

Pues mira, en el partido de vuelta estuvo espectacular. Sí. Espectacular, paraba, arrancaba… Pero también es de esos jugadores que hay partidos en los que no está ni se le espera y aquí es muy sencillo pararlo porque tampoco defiende. A mí, con línea de cinco ese día, me facilitaba mucho el atacar y ataqué mucho gracias a que Dembélé no defendía. Es un jugador que es un espejismo de lo que se esperaba que fuera cuando empezamos a verle. Se esperaba que fuera el sustituto de Neymar, pero no le llega ni a la suela de los zapatos. El Neymar del Barça era imparable, era tremendo. Al final a mí nunca me costó defenderlo porque cuando no estaba, no estaba y, en cambio, Messi por ejemplo, no estaba, pero te aparecía y te vacunaba. A mí me parece que nunca ha justificado lo que costó.

Sí, sí, al principio.

Bueno, no fue todo rodado. Ellos se pusieron por delante sin haber hecho nada y pudieron casi matar el partido, porque un 0-2 contra un equipo de estos es muy difícil de levantar. Pero nosotros nunca nos salimos del partido y siempre tuvimos ocasiones para empatar. En ese momento ellos sufrían mucho atrás y luego nos metimos en el partido. Me acuerdo que Piqué falla en el gol, pero también hace un golazo Óscar, que le cae y de primeras marca y luego Nabil El Zhar. Cuando nos pusimos por delante tampoco sufrimos mucho. Ellos no estuvieron cómodos en ningún momento.

Para que veas. Nosotros no sufrimos, pero ese fue un Barça muy bueno. En la segunda vuelta también les costó ganarnos (3-1), pero sí que nos dieron un buen meneo, un meneo grande. Pero son partidos que cuando se les cruza, les cuesta, sobre todo en el campo del Leganés, de noche, la afición estaba a full, hacía frío.

Sí, por eso, al final a ellos se les atraganta el partido y a nosotros nos cambió la temporada, y a ellos no porque acabaron ganando la Liga y haciendo una muy buena temporada.

Sí, claro, es que fue un gran año. Lo del Liverpool fue un accidente y la final de Copa, a un partido te puede ganar cualquier equipo, y más en España. Nosotros hicimos muchas cosas bien en ese partido. Teníamos una situación límite, el míster lo sabía, los jugadores lo sabíamos, y aunque fuera contra el Barça necesitábamos puntuar. Eso nos dio tranquilidad.

Personalmente, por mi posición en el campo, que era lateral derecho, el más bestia, el más difícil de defender fue Neymar. Al lateral derecho lo torturaba, era para meterlo en la cárcel y no sacarlo porque te torturaba, o sea te cogía, te paraba, te arrancaba y había un momento que tú veías los pies, pero ya no la pelota. Y luego, evidentemente, no me gusta señalar a Messi o a Cristiano. Los dos han marcado una época en el fútbol. Son dos jugadores brutales. Habrá a los que nos gusta más Messi y a otros más Cristiano, pero son los dos mejores jugadores de la historia de largo. No hay nadie que se les acerque.

El Barça tiene ahora mismo a un jugador que si sigue todo igual va a toser a Messi y a Cristiano, que es Lamine Yamal. Creo que estamos ante un jugador histórico y de leyenda, algo brutal, y si ese jugador está bien, las opciones son pocas. Sinceramente, creo que estamos ante un Barça que cuando Lamine Yamal está bien es como cuando Messi estaba bien. Tienes pocas opciones de puntuar y de ganar. Es un partido para saber defender y hacer daño a la contra, pero creo que hay pocas opciones.

Estamos ante un Barça muy bueno que ha dado un cambio increíble. Creo que el míster ha tenido un impacto brutal. El equipo necesitaba un cambio y también han acertado mucho con Dani Olmo. Es un jugador muy desconocido para el fútbol español, pero los que estamos un poco más metidos en el fútbol sabemos que es un jugador brutal y luego lo de Lamine Yamal que está haciendo historia. Nadie con 17 años ha hecho eso en el fútbol, ni Messi, ni Cristiano, ni Jesucristo. Estamos ante un jugador que a día de hoy con su edad es el mejor jugador de la historia.

Si es tan bueno y es tan de leyenda, es porque encima tiene la capacidad de gestionar esto de una manera muy natural, como un niño. Es un tío que sale al campo, le ves sonriendo, no pone malas caras, le pegan patadas, se levanta. Creo que estamos ante un jugador que es un ejemplo en el campo y fuera del campo. Es un jugador grande y los grandes son grandes en todos los sentidos. Este es un niño de 17 años al que pegan patadas todos los fines de semana, hasta en el carnet de identidad. Y el tío sigue, sonríe, mete gol, no pone malas caras, corre, sube, baja... bueno, creo que es un chico que tiene tal naturalidad que es lo que le hace tan diferente, más allá de unas condiciones que son brutales.

En la Selección ha dado un aire fresco, con Nico, buen rollo... Todo el mundo que tengo en común que ha estado con él, me habla maravillas en todos los sentidos. Hay gente que nacen con una estrella y él es una estrella en todos los sentidos. Es una maravilla tener un chico así que pasa por encima de gente que le dobla la edad y no le falta el respeto a nadie. Lamine es el ejemplo de superestrella del fútbol que de cuidar porque es una maravilla tener un chico con esas condiciones tan exageradas y con tan buena actitud en todos los aspectos.